My Girl || Henry Danger [#1]✔️

Capítulo 67

DUDES,

PUEDEN PONER DE QUE PAÍS SON POR FAVOR

PARA SABER DE DONDE ES LA MAYORÍA

Y ARREGLAR UN HORARIO PERFECTO

...

P.O.V____

Caminé a la casa de Henry lo más rápido que mis piernas pudieron darme, este examen sería el examen que iba a determinar nuestro futuro, literalmente, es por eso que quedamos que de vernos en casa de Henry para que Charlotte nos ayudara un poco y concentrarnos al 100% sin ninguna distracción.

Pero con Jasper en Iowa en la boda de su primo, y Henry siendo llamado por Ray cada media hora, yo con mi nuevo sentimiento descubierto, dudaba que al menos los tres pudiéramos pasar ese examen bien.

Llegué a casa de Henry con el poco aire que me quedaba después de haber caminado demasiado rápido, así que simplemente tomé la perilla de la puerta, y abrí esta como si nada.

–¿Henry está aquí?– pregunté mientras cerraba la puerta detrás de mí.

Bajé las escaleras que daban a la sala, para después dejar mi mochila sobre uno de los sillones, y sacar el libro para estudiar.

–No– contestó Charlotte que estaba en la cocina, con un millón de libros sobre la mesa –se fue porque Slappy Pee estaba atacando una tienda de ropa para hámsters–.

–Genial–.

Caminé hacia donde estaba ella, aún un poco agitada ya que estaba haciendo todo demasiado rápido, no estaba pensando, no estaba pensando en lo absoluto, las manos me temblaban, al igual que el resto de mi cuerpo.

Puse mi libro sobre la mesa, abrí este de golpe, y empecé a tratar de leerlo, repito, no estaba pensando, y mis manos ya me habían comenzado a sudar, tanto fue así que, recibí una mirada desconcertada de parte de Char.

–¿Por qué?– preguntó confundida.

–¿Por qué qué?–.

–¿Por qué es genial que Henry no esté?–.

Suspiré restándole importancia sin despegar mi vista del libro.

–¡Ah! Porque me gusta, me gusta Henry–. 

(N/A: PONGAN EL SONIDO SI QUEDA JAJAJA).

–¡¿QUÉ?!–.

Alcé la mirada nerviosa –¿mhm?–.

–¡Te gusta Henry! ¡Lo admitiste! ¡Por fin!–.

Dirigí mi vista hacia un punto de la habitación, apreté mi mandíbula, y volví a dar otro suspiro mientras sentía como mi corazón se aceleraba.

–Si–mordí mi labio inferior –creo que lo hice–.

De un momento a otro, tenía a Charlotte abrazándome por los hombros con sus dos brazos, mientras soltaba pequeños chillidos de emoción y felicidad.

–¿Cómo te diste cuenta?– me soltó.

Arrugué mis labios –cuando leí mi galleta de la suerte de hace 2 años, y me di cuenta que no era solo coincidencia–.