Episodio 9

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Yoongi

-Shh, haz silencio- pedí. Jimin se movió un poco y se subió sobre mi espalda.

-Callate tú, eres quien está hablando-

Me removí debajo de su peso y lo miré mal. Él me mostró una risa socarrona y yo volví a ver al frente.

ChuEun estaba de visita en casa. Hacía dos semanas que había sido su cumpleaños número seis, y puesto que Jihoon había pasado la noche con él ese día, ChuEun quería dormir en nuestra casa hoy día.

Eran cerca de las diez de la noche, y después de haber jugado con la pelota, con sus autos de juguete y haber corrido por todo el patio de la casa, tanto Jihoon como ChuEun habían caído rendidos en el suelo de la sala. Tuvimos que bañarlos mientras dormían, y después de haberles preparado la cama y haberles puesto sus pijamas, los metimos en ella.

Ahora ambos dormían. Pero Jihoon acostumbraba abrazar peluches o almohadas durante su sueño, por lo que termino por abrazar a ChuEun, y este, supongo yo que alguna extraña razón tiene que haber, le devolvía el abrazo. Era una escena bastante bonita. Por la cual, ahora, Jimin y yo peleábamos para poder fotografiarla y mostrársela a Taehyung y Hoseok cuando vinieran a recoger al niño al día siguiente.

Terminamos con nuestra labor como fotógrafos y bajamos, después de haber examinado la foto, Jimin subió a nuestra habitación a preparar la cama para dormir. Yo me quedé un poco más admirando la bella foto. Era de veras una imagen bonita.

Pero había algo.

Se abrazaban de una manera tan... como explicarlo... bonita, para ponerlo en palabras que todos pudiéramos entender. Era como si su abrazo estuviera destinado al otro. Algo extraño. Como si estuvieran vinculados o algo así.

No se abrazaban como cualquier otro niño abraza a otro durante su sueño. Si les aumentáramos un poco de tamaño, y edad, juraría que son como una pareja de enamorados. ¿Me entienden?

¿No? Bueno, no tienen que entender mis extrañas lógicas si no quieren, después de todo creo que solo parezco un loco, shipeando a mi hijo con mi ahijado.

Sacudí mi cabeza después de pensar un poco. Guardé el teléfono y subí para darme una ducha. Cuando entré en la habitación, Jimin ya estaba acostado, cobijado hasta la mitad del pecho y con un brazo tirado sobre sus ojos. Pensé que estaba dormido, pero cuando estaba comenzando a desvestirme en el baño, sentí un par de manos frías en mi espalda. Me estremecí, pero igual cerré los ojos y disfruté del toque.

Sentí la respiración de mi pareja en el hueco de mi cuello y yo ladeé la cabeza para que tuviera más acceso.

-Hace mucho que no lo hacemos- ronroneó.

-¿Es enserio?- murmuré, extasiado con el toque- supongo que eso pasa cuando tienes hijos-

Jimin me dio la vuelta. Yo ataqué sus labios, hambriento, pero después me separe de su boca para bajar a su cuello, comencé a bajar de a poco, besando, lamiendo y chupando la piel a lo largo de su cuello y parte de su torso. Atendí uno de sus pezones, enredo una de sus manos en mi cabello y suspiro pesadamente.

-Oh Dios, sí- murmuró, besando mi cabeza y soplando sobre esta.

Succioné. El gimió. Sentí como hecho su cabeza hacia atrás y yo subí a su cuello, sin dejar de atender el pezón, solo que esta vez era atendido por mi mano. Con mi otra mano libre comencé a hacer círculos ligeros sobre su piel, provocando que la zona que tocara se erizara. Comencé a bajar, y cuando llegué a su vientre bajo, él ya respiraba con dificultad. Con la yema de los dedos, acaricie la punta palpitante y mojada del miembro encerrado en aquellos bóxers.

Jimin volvió a gemir, e hizo un movimiento de caderas cuando mis dedos comenzaron a hacer círculos en la punta. Desatendí el pezón, para comenzar a besar su pecho, bajando con lengüetazos, besos y mordidas por su estómago y su vientre bajo. Me arrodillé frente a la erección y lentamente la descubrí, bajando solo un poco la tela. Me relamí los labios.

Abrí mis labios y acerqué mi boca al miembro, engulléndolo completo hasta su base. Me acomodé mejor sobre mis talones, abriendo mis piernas y sacando mi miembro despierto de los pantalones. Jimin fue quien comenzó a follar mi boca, mientras con mis manos me tocaba, acariciaba mis testículos, movía lentamente la mano sobre mi longitud y hacía círculos en la punta.

Después de un rato, en el que Jimin se aprovechó de mi boca, se vino dentro, provocándome algunas arcadas. Sacó su miembro y yo dejé de mover mis manos, aunque por más que quisiera no deseaba hacerlo.

Esta vez fue mi turno, me sentó sobre el retrete, abriendo mis piernas, y admiro mi erección. Años atrás, que él viera mi miembro de aquella manera me hubiera dado tanta vergüenza. Pero ahora, solo deseaba que me engullera completamente, que lamiera, chupara y succionara todo de mí. Y al parecer me leyó la mente, pues metió todo mi miembro en su boca y comenzó a chupar y succionar, movía su cabeza de arriba hacia abajo y todo lo que yo pude hacer fue echar mi cabeza hacía atrás y meter mis dedos en los cabellos de Jimin.

Mi cuerpo comenzó a sentir la llegada del orgasmo, mis extremidades se encogieron, mi piel se erizo, comencé a sentir aquellas típicas cosquillas en el vientre bajo y mis caderas por si solas pronto se encontraron embistiendo la boca de mi pareja. Me vine dentro de su boca en un gemido ronco.

Sin esperar a que me repusiera, me tomo de las caderas. Me inclinó en el lavabo y se metió de una en mi trasero. Gemí por el leve dolor que sentí, y al mismo tiempo por lo excitante que había sido eso.

Comenzó con los movimientos, rápidos y fuertes. Traté de no ser tan ruidoso, después de todo, los niños dormían bajo el mismo techo. Jimin mordió ligeramente la parte de atrás de mi cuello, y agache la cabeza para que tuviera más acceso a la zona. El orgasmo de nuevo comenzó a acumularse en mi vientre bajo, y Jimin tuvo la grandiosa idea de detenerse cada vez que ambos estábamos por llegar al límite.

-¡Por Dios Park solo sigue y no te detengas!- le grité, estaba sudando de pies a cabeza, y puesto que la mayoría de nuestras prendas aún estaban en su lugar, estaban mojadas y se pegaban incómodamente a nuestros cuerpos.

Jimin se rió, y después de eso comenzó a golpear con más fuerza y rapidez. Cerré los ojos y por más que me contuve, solté un sonoro gemido y me sostuve de los bordes del lavabo. Comencé a cooperar en la faena, moviendo mis caderas al ritmo que Jimin había impuesto. Pronto ambos estábamos alcanzando el orgasmo, Jimin ocultó su gemido mordiendo mi cuello, mientras yo me mordía la lengua.

Después de recuperar el aire, giré mi cabeza solo para que Jimin estampara su boca en la mía en un beso húmedo. Nos separamos y sonreímos, después volvimos a besarnos cortamente.

-Espero un hermanito para Jihoon, ¿De acuerdo?-

-Claro, como el niño no lo llevas tú- me quejé.

Nos duchamos juntos, con agua fría, porque después de aquel acto tan caliente, no creía soportar el agua caliente sobre mi cuerpo, no señor, además de que necesitaba enfriarme un poco. Jugamos con el agua, como si fuéramos niños pequeños, nos hicimos peinados raros con el champú en nuestros cabellos, y tallamos y enjuagamos el cuerpo del otro.

Nos vestimos y nos acostamos en nuestra cama, platicamos un momento y después nos quedamos dormidos, uno frente al otro, con nuestras manos entrelazadas.

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AgustD_681

Casado con un idiota | II | HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora