𝐔𝐍 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑 𑑌 𝗈𝖻𝗂𝗄𝖺𝗄𝖺

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El escuadrón de Kakashi venía de regreso de una misión, con dirección hacia Konohagakure. Ya el sol se había ocultado y solo las estrellas brillaban en el cielo nocturno.

La noche permanecía tranquila al igual que los demás integrantes asignados en el escuadrón. Sin embargo, eso no era muy común en cierto Uchiha temperamental que él conocía.

Así es, Obito también era parte de su equipo en esa misión. Pero se le hacía extraño que no haya intentado fastidiarlo en todo el camino. Aún después de lo sucedido hace dos días atrás, en los baños del cuartel de Anbu.

Su silencio lo tenía preocupado, pero también el hecho de seguir siendo un cazador de Anbu. Después de lo que el Uchiha había visto esa noche; aquello pesaba aún más en sus pensamientos paranoicos.

Miró hacia atrás intentando descifrar el rostro del azabache, sin embargo, éste evitó su mirada con un gesto poco disimulado de indiferencia.

No sabía que le pasaba o porque había adoptado esa actitud. ¿o si lo sabía?

Flashback de Kakashi:

—Kakashi senpai, le prometo que nadie se va a enterar y que será la última vez que se lo pida. —decía Yamato mientras lo miraba con súplica en su rostro.

—¡Que no Yamato! ya deja de insistir, no estamos ni en el momento, ni el lugar adecuado —le reprochó con el seño fruncido.

Pues era cierto, ya que se encontraban en el cuartel de las fuerzas especiales Anbu, y aún estaban en horario de trabajo. Definitivamente no era el lugar ni el momento adecuado.

Además, lo que le estaba pidiendo el castaño, salía de toda su moral como shinobi.

En ese momento, Yamato muy directamente se le había acercado para pedirle un rápido favor.
Lo que nunca se imaginó, fue lo que conllevaba aquella insistente petición.

Mientras se encontraba a centímetros de él, su compañero se había empezado a tocar obscenamente todo su cuerpo y con un tono más grave de lo usual, le había dicho aquellas palabras muy cerca de su oído.

"Tengo una erección muy húmeda aquí abajo... por favor... ayúdeme senpai."

Kakashi abrió sus ojos con sorpresa, su ritmo respiratorio se aceleró más de lo normal, y sus mejillas ardieron intensamente bajo su máscara. Agradeció siempre llevar oculta aquella parte de su rostro, y miró con timidez los ojos del contrario.

¿Qué le pasaba?, Jamás pensó en Yamato como algo más que un compañero de misiones; pero ahora, él también se encontraba un tanto excitado, y quería de manera instintiva, corresponder a aquella indecorosa petición.

—Pero senpai... estoy seguro de que solo quedamos unos pocos en el cuartel... además, deben cumplir con sus turnos... no creo que alguien se acerque en estos momentos. —decía el insistente castaño.

El peliplata no sabía que responder, su cuerpo aún no parecía responderle del todo, así que solo se limitó a cerrar los ojos y suspirar con resignación.

El castaño tomó aquel gesto como una respuesta afirmativa y le sonrió de forma maliciosa.
Se dirigió hacia la puerta, para dar un vistazo rápido hacia el pasillo, y al ver que ninguna presencia rondaba el lugar, la cerró y le puso el seguro.

Apoyó su espalda un momento en la puerta, para luego dirigir su mirada hacia el peliplata, con una expresión deseosa.
Este hizo un chasquido bajo su máscara, y luego miró hacia el lado contrario. Aún estaba cohibido por la situación.