Lawrence frunció el ceño al ver el jardín.
Era mucho más hermoso que el de sus recuerdos.
Sacudiendo la cabeza, caminó hacia el jardín.
"¿Tu madre todavía está enferma?"
preguntó Ailea, vertiendo agua en la jarra del niño.
"Sí ... ¡todavía tiene dolor, pero ha mejorado mucho desde que bebió el agua termal aquí!"
"¡Me alegro!"
Ailea sonrió.
"Asegúrate de venir aquí todos los días".
Ailea sacó una barra de chocolate del bolsillo del delantal y la colocó en la mano del niño.
El delantal, era un uniforme de sirvienta.
Parecía una sirvienta.
"Ahora ... esto es un regalo para tu madre".
"¡W-wow! ¡Gracias, hermana mayor! "
"Vuelve a salvo. Adiós"
dijo ella, sonriendo.
El niño trotó de regreso a casa con un balde de agua.
Ailea volvió la cabeza al sonido de los cascos de los caballos desde atrás.
"Ailea".
Cuando Lawrence la llamó por su nombre, Ailea se quedó quieta, los ojos aburridos con una mirada de triste sorpresa.
No fue la reacción que esperaba Lawrence.
Pensó que cuando ella lo viera lloraría amargamente y se aferraría hasta el punto de no soltarlo.
Pero ahora ella lo estaba evitando.
Ella no estaba llorando. ¿Por qué no iba hacia a él? Lawrence entrecerró las cejas formando un pliegue en el medio y se bajó del caballo.
El árbol del jardín crecía hacia adentro, los pájaros volaban.
Los ojos de Lawrence se entrecerraron.
Cuando Ailea estaba en la Ciudad Imperial, él también vio pasar varios tipos de pájaros.
Pensó que era un símbolo de buen augurio porque después de que Ailea se fue, no estaban por ningún lado.
Fue extraño. Todos los pájaros de aquí volaban muy libremente.
La enredadera de rosas silvestres, que crecía en cualquier lugar que quisiera, era de un marrón marchito que decía que se acercaba el invierno y rodeaba el castillo.
Era incandescentemente hermoso.
"El clima se está volviendo más frío. El día se hace más corto ", dijo Ailea con frialdad.
"¿Y?"
"Gracias por venir hasta aquí, alteza. ¿Por qué no regresa a la Ciudad Imperial antes del atardecer?"
Esta vez, ella lo estaba alejando. Lawrence estaba exasperado.
Por supuesto, era cierto que él no la había cuidado adecuadamente estos últimos años, pero él era el hombre con el que estaba comprometida.
Fue algo grosero echarlo sin importarle servirle una taza de té.
Y también, ¿por qué estaba vestida con uniforme de sirvienta?
Lawrence, por su vida, no podía entender por qué estaba vestida con esos andrajos.
Agarró la muñeca de Ailea y la arrastró al interior del castillo.
"Law... ¡Su Alteza!"
Las cosas se estaban moviendo hacia una dirección que Ailea no quería.
Lawrence arrastró a Ailea a la cama y la aplastó con rudeza.
"Te ves feliz. Pareces encajar felizmente en el Palacio Exterior, ¿verdad?" preguntó, sarcásticamente.
Ailea negó con la cabeza.
Su esbelto cuerpo reaccionando y estremeciéndose ante él no estaba mal.
Pensó que tal vez podría abrazarla así y... quería ver su rostro con abismal desesperación.
Lawrence frunció el ceño mientras le bajaba la ropa de su hombro, que estaba suelta en comparación con la otra área de su cuerpo.
Su esbelta y curvilínea línea de hombros hasta sus montículos era asombrosamente hermosa, pero estaba manchada con marcas negras.
Lawrence, que estaba a punto de tocar y devorar su cuerpo, finalmente se rindió y se asustó nervioso.
"Es aún más repugnante verte así desnuda. No puedo abrazarte ".
"... .."
"Un lado es negro, el otro blanco".
Golpeó su mano erráticamente como si hubiera tocado algo sucio y recogió el uniforme que cayó al suelo.
Ailea envolvió sus brazos alrededor de sus alegres montículos y tembló.
Un momento después, Ailea escuchó el sonido de los cascos de los caballos haciendo clic y chasqueando.
Lawrence se iba.
Dos veces ... esta era la segunda vez que había pasado por esta experiencia inolvidable, una en el pasado y otra ahora en el presente.
Le dolía el corazón, pero se sintió aliviada.
Ya se terminó.
No volverá a suceder nunca más.
Porque esta sería la última vez ...
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NOTA: horror con este príncipe!!
Lo odio lo odio lo odio!!!
