Chapter 17

599 82 13
                                    

❝ Probar a la manzanita prohibida fue algo sublime y único. Por fuera es dulce, atrayente y colorido. Cuando lo pruebas a fondo te das cuenta que es ácido y tiene algo tóxico en su interior que nadie vió.❞

Veinticuatro horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Veinticuatro horas. Veinticuatro horas de tortura y frustración para ChanYeol habían pasado como hojas volando en el aire, no había señal de su SeHun ni por el bosque ni por la cuidad. Era como si la tierra se lo hubiese tragado, su estúpido hermanastro no había servido de nada. Ni siquiera él se sabía la ubicación de Kim Junmyeon o Kim Jongin, Kyungsoo había intentado usar sus conocimientos en la computación para hackear algún historial de los Kim pero nada estaba a la vista. El empresario y el dueño de una cadena de restaurantes no tenían nada sucio en su historial, nada que indicara que estuvieron recientemente activos o alguna dirección. Todo estaba absolutamente invisible para ellos o al menos eso dijo Kyungsoo con seguridad, había hackeado todo pero para su mala suerte no había nada.

—ChanYeol, han pasado veinticuatro horas y seguimos sin tener siquiera alguna pista de donde pueda estar. —Se quejó Kyungsoo con cansancio, las ojeras se podían notar perfectamente debajo de sus ojos. Por otra parte Eunwoo estaba disfrutando amargamente de una refrescante soda pues en la tienda se negaron a venderle una cerveza por el simple hecho de ser menor de edad. Malditas desventajas de mentir sobre la identidad y edad.

—Me vale mierda, vamos a encontrar al chiquillo al precio que sea.

ChanYeol siguió caminando por el tercer bosque que había en busan, era inteligente y sabía perfectamente lo que hacía. Su plan era vagar por partes alejadas de la cuidad y por los bosques o lugares vacíos, él sabía que los Kim no serían tan tontos como para esconderse a plena vista.

—Es estúpido. Me duele todo, quiero descansar. — Volvió a quejarse Kyungsoo mientras seguía al mercenario, Eunwoo iba detrás del chico alerta de cualquier cosa.

—¿Quieres descansar?

El joven  miró confundido a Yeol sin saber que decir exactamente, asintió efusivamente indicando que ese era su deseo.

—Está bien, ahora te mando al infierno para que ahí descanses todo lo que quieras. — Le dijo tranquilamente mientras sacaba nuevamente su navaja que estaba totalmente manchada de sangre. Obviamente la sangre de su hermano que no se molestó en limpiar.

Su hermano. Ni siquiera sabía si ahora estaba muerto o no, le valió una hectárea de verga que estuviera perdiendo sangre a montones. No sintió ni siquiera un átomo de culpa y lo abandonó a su suerte en esa casa que se caía a pedazos, probablemente ahora debe de ser carne para gusanos pero eso no le interesa en lo más mínimo. Jongdae fue una parte vital de lo que es ahora y siempre lo odiaría por eso pero tampoco puede negar que no se siente agradecido de que gracias a él es el jodido rey de la red oscura, el maldito temor de todos los mercenarios, depravados, enfermos mentales y asesinos de la deep web.

Deep Web - ChanHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora