capítulo once

1K 90 104
                                    

Daniel y Valentín estaban preparándose para una cita doble

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Daniel y Valentín estaban preparándose para una cita doble. Manuel les insistió más que nunca y todo para cumplirle el capricho a su nene.

-No tengo ganas de ir, amor -se quejó Valentín-.

-Yo tampoco pero es un ratito y volvemos. Además, son los chicos -trató de animarlo-.

-¿Y si nos quedamos? -preguntó jugando con las manos de su novio-.

-Que mal amigo, Valentín. Muy mal -lo molestó Daniel-. Dale amor, duchate.

-Encima me pedís que me bañe, no puedo así.

-Huele a otaku.

-Huele a enano hermoso, divino, potro, que amo -respondió Valen llenando de besos el cuello del más bajito-.

Daniel sintió todo su estómago revolverse y sus mejillas enrojecer.

-Dale tonto, anda -dijo con una sonrisa mientras empujaba levemente al ojiazul-.

-Lo que digas, amor.

Una hora después Valentín salió del baño tarareando una canción.

-Dale que es tarde -lo retó Dani mientras trataba de no sonreír-.

Digamos que ver a su novio solo en bóxer y con el pelo mojado no ayudaba.

-¿Todavía querés ir?

-Y sí, ya le dijimos a Manu.

Valentín agarró su celular y entró a WhatsApp.

-Hola Manu, ¿Todo bien? Bueno no vamos a poder ir. Dani está descompuesto y no puede ni levantarse de la cama. Perdón -dijo terminando de grabar el audio-.

-¡Valentín! -le reprochó el más bajo-. Sos un mentiroso.

-Perdón pero es que en dos días te vas y no quiero perder tiempo con vos -dijo haciendo un puchero mientras estiraba sus brazos, indicándole a Daniel que lo abrace-.

-No lo hagas más -respondió abrazándolo-.

-Bueno, no lo hago más -dijo el ojiazul llenando la mejilla de Dani de besos-.

-¿Podés comerme la boca de una vez?

Valentín sonrió y acunó la cara de su novio entre sus manos, se inclinó hacia delante y juntó sus labios con los del contrario que no tardaron en responder.

Una hora después ambos se encontraban acostados, Daniel tenía su cabeza apoyada en el pecho de Valen mientras este le hacía mimos.

-¿En qué pensas? -preguntó Valen-.

-En nosotros, en esto -contó Daniel-. Es todo muy loco, saber que éramos amigos y decíamos no tocarnos ni con un palo.

Y eso era cierto, Daniel y Valentín siempre se encargaban de dejar en claro que no se gustaban ni lo más mínimo aunque siempre se demostraban afecto en público tanto como en privado. Por eso, sus amigos no los entendían y temían que esa "joda" termine con uno de ellos lastimado.

-La vida y sus vueltas -citó Valentín una frase de una gran filósofa, Vicku-.

Daniel rió y se sintió tan feliz, sentía que había encontrado al amor de su vida.

Pero no era así.

Valentín era más que eso, era todo lo que Daniel pudiese pedir. Valentín era Valentín y por eso era perfecto.

Y no hablaba solamente de sus característicos ojos azules o del piercing de la ceja, hablaba de lo que él era como persona.

Durante muchos años ambos llevaban la relación de mejores amigos y Valentín nunca se separó de Daniel. Siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, ya sea para algo importante como para una boludez. Y Daniel eso lo agradeció siempre, tenía muchos amigos de mierda que no se preocupaban por él, pero cuando llegó Valentín se sintió querido, se sintió amado y no podía sentirse más feliz.

Luego de unos años, la confusión y los sentimientos amorosos se entrometieron en su relación amistosa. Tuvieron peleas, bastantes, pero aún así Valen le mandaba cada noche el mismo mensaje.

"Descansa bien, no te duermas muy tarde. Buenas noches, te amo"

Daniel no encontraba palabras para describir lo bueno y atento que siempre fue Oliva con él, estaba tan feliz de tenerlo en su vida.

Y claro que Daniel no se quedaba atrás, siempre fue muy cariñoso, atento y amable con Valentín. Ambos tenían una hermosa relación amistosa, y ahora amorosa.

Cualquier persona que los vea podría sentir el amor, el amor que ellos dan y el que se tienen.

Valen y Dani siempre fueron buenas personas, una de las razones por las que todos los aman.

-¿Hola? -atendió Valen el teléfono y puso en altavoz-.

-Muy mal que pongan excusa para no venir, Mateo se puso triste -les reprochó Manu-.

-¿Siguen ahí?

-No, cancelé y nos quedamos en casa.

-Ahora vamos, perdón -se disculparon una vez más y colgó-. ¿Todo bien, chiqui? Estás muy callado.

-No sabes cuanto te amo -soltó Daniel con lágrimas en los ojos-.

Se fundieron en un hermoso abrazo mientras soltaban unos "Te amo" acompañados de besos.

Luego de su momento amoroso decidieron ir a la casa de sus amigos, no daba cancelarles de nuevo.

Cuando llegaron Mateo estaba encerrado en la pieza enojado.

-Dale Teo, abrí -insistieron del otro lado de la puerta-.

-Váyanse.

No estaba enojado realmente, solo era una joda en la que estaba complotado con Manuel.

-No pensé que te ibas a poner así, perdón -habló Valen-.

Y por el tono de voz era fácil darse cuenta que estaba arrepentido y angustiado.

-No quiero verlos -habló Mateo con la voz entrecortada-.

O así lo escuchaban Valentín y Daniel, porque Mateo estaba tratando de no soltar una carcajada.

Valentín suspiró y se sentó en el piso frustrado, ahora él quería llorar. Sabía que Mateo anhelaba esa cita doble con su vida y cuando aceptaron se emocionó tanto que podía imaginar su enojo y angustia.

-Amor -lo llamó Dani sentándose a su lado-. Ya se le va a pasar -trató de animarlo-.

Valentín asintió sin dejar de sentirse mal.

Pero algo confundió a Daniel y a Valentín. Sus amigos soltaron una carcajada.

-¿Eh? -dijeron Valen y Dani al mismo tiempo-.

-Era una joda chicos -respondió Mateo saliendo del cuarto-. Ay cosita -dijo al ver a Valentín-.

Hicieron todos un abrazo grupal haciendo que Valen se sienta mejor. Estaba sensible ya que en tan solo dos días su novio se iba a ir por unas semanas, dejándolo completamente solo.

Después de unas horas se encontraban los cuatro acostados en la cama riendo. Todos se sentían felices, estaban con las personas que más amaban. No podían pedir más.

MEJORES AMIGOS (wosani) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora