Cuarta pieza

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Cuando su lengua dejó su boca, bajó a su cuello a delinear caminos de saliva con la punta. Posó ambos labios sobre la tierna piel y succionó con fuerza, queriendo dejar su marca en ella. Sakura entreabrió los labios para dejar que un suspiro escapara de su boca, y dio un brinco al sentir la fría mano del pelirojo colarse debajo de la tela de sus shorts. Excitada, se aferró a la tela de su camiseta cubriendo sus hombros y dejó que su tacto indagara en su feminidad.

Y justo cuando creyó que todo se pondría mejor, despertó.

Primero se sintió confundida. Nunca había tenido un sueño erotico en su vida, hasta ahora. ¿y lo más sorprendente? El protagonista no fue su novio Deidara, sino su mejor amigo, Sasori.

Su mente se asemejaba a una tormenta de emociones al mar abierto, y ella se encontraba en medio de las feroces olas intentando mantenerse a flote en una pequeña balsa salvavidas. Intentando sacudir las imágenes en su cabeza, se sienta sobre el sillón y acomoda su cabello, peinandolo con sus dedos. Sus labios dejan salir un pesado suspiro y sin dilaciones se levanta a buscar una muda de ropa en su maleta dentro del armario. Escoge algo simple, unos shorts mezclilla de tiro alto y una hombliguera blanca y negra a rayas. Para acompletar el look se decide por un cardigan estilo kimono de tela delgada color negro y sus converse. Toma toda la ropa y se adentra al baño a cambiarse. Es temprano y tiene tiempo, por lo que cuando termina de vestirse decide abrir el compartimento detrás del espejo y echar un vistazo. Una botella de cristal llama su atención, es la colonia de Sasori. La misma que tuvo la oportunidad de oler cuando él se acercó a ella de manera peligrosa la noche anterior. Debía admitirlo, el artista le ponía los vellos de punta y percibía cierta tensión que no lograba descifrar en su totalidad. También odia admitirlo pero... siente cierta atracción por él. Si, tiene novio. Pero también puede apreciar cuando un chico es lindo o no, y Sasori para su mala suerte era endemoniadamente guapo.

Toma la botellita y la destapa, llevandola a tan solo milímetros de su nariz. Si, huele a él. Entre sus notas puede notar que destacan la madera de guayacán, el musgo de roble y el ámbar gris. Una extraña combinación pero diablos que olía bastante bien. Al escuchar pasos afuera rápidamente deja las cosas como estaban y sale tan solo para encontrarse con su pesadilla rondando la cocina. Vestía unos tenis blancos con pantalones negros que dejaban ven sus tobillos, seguidos de una camiseta de manga larga de vestir color gris.

"Buenos días, Sakura." Saluda con voz grave, mirándola fijamente con sus ojos adormilados que lo caracterizan. Ella rápidamente sonríe de manera nerviosa y pasa un mechón de cabello por detrás de su oreja.

"Buenos días." Responde yendo al armario a guardar su ropa, el pelirojo prosigue a encender la cafetera para hacer su café mañanero.

"¿Gustas café? Tengo un termo extra."  La pelirosa no sabe que decir así que simplemente asiente con la cabeza manteniendo una nerviosa sonrisa.

"Suena maravilloso, gracias." Logra decir finalmente recobrando su compostura. Ella prosigue a guardar lo necesario para su día en su mochila bajo la atenta mirada del chico.

"¿Quieres que te lleve a la facultad? Me queda de camino." Invita recargandose de la barra de la cocina. Sakura rápidamente voltea a verlo con las mejillas rojas.

"Oh, no quiero ser molestia. Puedo tomar el autobús." Se excusa rápidamente negando con la cabeza.

"No eres molestia, Sakura. Además, no es nada, la facultad de medicina me queda de camino." Insiste haciéndolo lucir como si no fuera la gran cosa.

Sakura menea su cabeza de izquierda a derecha sin saber que decir, sintiendo que está haciendo algo... incorrecto.

"Vale, gracias." Sasori asiente con una sonrisa y prosigue a seguir trabajando en la cocina mientras Sakura se sienta en silencio sin saber que hacer. Además, Sasori tan solo estaba siendo amable con ella. Probablemente tan solo estaba pensando de más, dándole rienda suelta a sus pensamientos ¿cierto? Necesita tranquilizarce, dejar aquel sueño a un lado que tan solo la estaba poniendo paranoica  sin razón aparente.

"Lo hice justo como el mio, espero te guste."— Anuncia entregándole un termo color negro, Sakura lo toma y por accidente sus dedos chocan. Una corriente electrica la recorre desde la columna a la punta de los dedos de los pies, aun así decide fingir que todo está bien y agradece con un débil gracias, junto con las mejillas sonrrojadas.—"No es problema, nos vamos en cuanto esté listo. No tardo." Y dicho eso se adentró al baño.

Sakura observó la puerta cerrada para después mirar el termo entre sus manos, deslizó la tapa y  acercó el contenedor a sus labios.

"Fuerte, pero aún así dulce."— Susurra dando otro sorbo al café que Sasori preparó para ella. Sonríe débilmente y golpea sus mejillas suavemente sin creer lo rápido que la late su corazón. —"Controlate, Sakura..."

Arte de a Tres ♡SasoSakuDei♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora