La novia de Deidara por cuestiones desafortunadas termina tomando asilo en el apartamento de Akasuna No Sasori, mejor amigo del rubio y compañero de clases en la facultad de artes. ¿Sasori será capaz de resistir la tentación o se unirá a la diversió...
Sasori caminó con Sakura en el recorrido de vuelta al apartamento con sus manos entrelazadas, ofreciéndole un poco de seguridad y comfort con su tacto. Sakura no protestó, agradeció el gesto y se dejó guiar todo el camino hasta que llegaron a su destino, incluso se aferró a él con más fuerza queriendo salir de su trance, queriendo olvidar lo que acababa de pasar.
Al entrar al edificio entran al elevador pero sus manos no se sueltan hasta que es momento de abrir la puerta. El pelirojo ni se molestó en echar llave cuando salió ya que en cuanto Sakura no llegó en el tiempo estimado que él calculó, salió en su búsqueda con un malestar en la boca del estómago, como si supiera que algo andaba mal. Sasori la deja pasar y nota que va cojeando al sofá pir lo que rápidamente camina hasta ella y se sienta sobre la mesita, haciendo a un lado la caja de pizza de anoche y se acerca a ella, la cual se mantiene callada y con la mirada gacha, intentando asimilar lo que había pasado.
"¿Estás bien?" Pregunta acomodándose en la mesita de centro justo frente al sofá.
"Si, me pegué en la rodilla cuando... caí." Explica con la voz ahogada, Sasori baja la mirada a sus piernas suponiendo que allí es donde esta el problema, y está en lo correcto. En su rodilla derecha hay un raspón comenzando a ser rodeado por un moretón. El pelirojo chasquea su lengua y extiende sus manos.
"¿Puedo?" Cuestiona mirándola de reojo, con cierta chispa en sus ojos. Los labios carnosos de la chica se separan sutilmente, incapaz de proferir palabra por lo que asiente débilmente claramente apenada y su rostro caliente. Sasori posa sus yemas sobre la piel de la chica justo a los lados de su rodilla y acerca la pierna de la chica entre las suyas para echarle un vistazo. La pelirosa viste una falda de mezclilla, haciendo lucir sus muslos apetitosos. El raspón no se mira tan mal, sanaría pronto. A pesar de que ya había llegado a una conclusión su mano necesita más tacto. Su derecha sube lentamente acariciándo la suave piel del interior de su muslo, escucha a Sakura jadear de la sorpresa y su labio inferior titubea.
"¿Qué haces?" Pregunta ella débilmente a lo que Sasori rápidamente retrocede, con su pulgar finje limpiar su piel y aparta sus manos con su corazón ahogándose en la rapidez de sus latidos.
"Tenias una mancha. Probablemente tierra cuando te caíste." — El pelirojo se aclara la garganta y sakura sube la mirada para verlo a los ojos.—"parece ser un simple raspón, no te esfuerces mucho de todos modos."
La chica asiente débilmente intentando controlar su respiración mientras juega con sus dedos de manera un poco nerviosa. Su tacto, le había gustado y de alguna manera, quería más. Ella se dedica a observarlo con cuidado y nota la comisura de sus labios rota con sangre ya seca. Inmediatamente se siente mal, culpable. Él no merecía aquel golpe, no por ella pero no parecía molestarle en lo absoluto.
"Lo siento, te han golpeado por mi culpa." Susurra alzando su mano para acariciar la herida con la yema de sus dedos. Sasori alza su mano y atrapa la de la chica contra su rostro.
"No fue tu culpa, Sakura. Tu no hiciste nada malo." Le recuerda mirándola con intensidad, necesita asegurarse de que ella sabe que es una víctima, no la causante del problema.
"¿Duele?"— Sasori niega con la cabeza y su mano libre acaricia su pómulo donde un moretón comienza a formarse, rápidamente su sangre hierve nuevamente y ella lo nota, el fuego en sus ojos.—"yo estoy bien, gracias por venir por mi."
"Lo haría las veces necesarias." Y no Miente, lo haría sin importar la situación y las circunstancias, quiere estar allí cada vez que lo necesite.
"...¿por qué? " Cuestiona ella arrugando el ceño, preguntándose por qué alguien como Sasori esta dispuesto a rescatarla y estar allí cuando necesite ser salvada.
"Creo... que me gustas."— Revela haciendo que los orbes esmeralda de la chica se abran en sorpresa, estos rápidamente se vuelven cristalinos y la presión de su mano sobre la mejilla del Akasuna se debilita. Su mano cae pero logra aferrarse de la sudadera del pelirrojo y no lo deja ir.—"Si tanto te disgusta olvida lo que dije, no tienes que cargar con el peso de mis sentimientos."—Sakura niega con la cabeza moviendola de derecha a izquierda con un nudo en la garganta, su frente choca con su firme pecho y se aferra a él con más fuerza. Sasori no sabe que hacer, pero no se ha alejado o dicho que se aparte, por lo que con ambos brazos la rodea con cuidado dándole el abrazo más delicado que puede ofrecer. Sakura en cambio comienza a llorar sintiéndose culpable, le gusta Sasori, demasiado. Pero tiene a Deidara y no quiere engañarlo. Quiere corresponder sus sentimientos, la atracción entre ellos es palpable, sin embargo se siente incapaz de hacerle algo así a su novio. Sasori tan solo es alguien que puede observar y amar en silencio, pero ahora que sabe como se siente... ¿le sería fácil seguir en silencio o su corazón comenzaría a gritar?
"No quiero olvidarlo."
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"Escuché que pasó la noche en la cárcel. Incluso hay un video en la página del café, eres famoso." Se burla el rubio manteniendo la curva en sus labios
"Debí haberlo matado." Espeta el Akasuna en un susurro apenas audible haciendo que la sonrisa del rubio crezca.
"Te debo una, Sasori."— sin embargo el pelirojo no contesta, mantiene su mirada fija en algún punto de la habitación cosa que le molesta al escultor. —"¿Qué tanto miras?" Pregunta Deidara alzando la mirada de su teléfono para ver el rostro distraído de su amigo que apenas y había hablado en toda la tarde.
"Nada."
"Pareces aburrido." Comenta con una sonrisa ladina, siendo golpeado por una maravillosa idea. Bloquea su teléfono presionando la tecla en el lado derecho del aparato y lo deja a un lado en la silla mientras se endereza en su lugar. Sasori voltea a verlo con una ceja erguida preguntándose que idea acaba de tener el rubio pero se sorprende cuando lo mira levantarse y caminar hasta quedar justo frente a él.
"¿Deidara?"—Pregunta con voz seria intentando mantenerse serio pero no puede evitar abrir sus ojos con sorpresa cuando la mano derecha del ojiazul se posa sobre su hombro y lo obliga a recargarse del respaldo de del sillón. Deidara prosigue a sentarse sobre su regazo, asegurándose de que su trasero roze con la entrepierna del artista.—"¿Qué estás haciendo?"
"Shhh solo disfruta." Susurra acercándose a su rostro, con su aliento chocando contra sus labios. Sin pensarlo mucho pasa la punta de su lengua por los labios del chico y el pelirojo sin poder contenerse los entreabre dándole la entrada que necesita. Deidara sonríe e introduce su lengua en la boca de su amigo y continúa a apoderarse de sus labios de manera abrumadora, queriendo tomar el control de la situación. Sasori al notarlo enrolla el pelo rubio su coleta alta en su mano y tira de él en un brusco jalón para apartarlo.
"¿Por que tan desesperado?" La mano libre del pelirrojo atrapa su cuello y hace presión, la suficiente para sacarle una sonrisa al rubio, el cual comienza a mover su cadera en círculos sabiendo que le resultaría imposible a su amigo negarse. Sasori lo suelta del cabello pero la mano en el cuello del chico lo acerca a él dejando sus narices rozandose. —"Apuesto a que tu boca tiene mejores usos."
