My Angel Hero [Dally]•|Adaptación|•

Capítulo 7

KALLY

De alguna forma discutir por primera vez con Dante me afectó tanto, no entendía porque me pasaban estas cosas.

La escena retumbaba en mi mente, me daba repugnancia, solo a mi se me ocurre que estando durmiendo y al "despertar" después de tanto tiempo iba a cambiar - Tonta Kally - me dije.

- No te eches la culpa - dijo aquella voz - no sabe lo que dice y hace.

- Eso lo sé - suspiré - pero ¿por qué me afecta tanto?

- Porque tienes un enorme corazón y él, una persona muy especial.

- Nunca me había pasado por esto, es algo nuevo para mí.

- Sabrás manejarlo, confío en ti. 

- Eso espero - agache la cabeza - aún no entiendo porque hizo tremenda cosa con una persona que solo le interesa el estatus económico y no sus sentimientos.

- Porque nunca supo manejar su vida. Ambos sabemos por todo lo que está pasando y cuando se cumpla el tiempo, el cambiará para siempre. 

- Falta mucho trabajo, ¿verdad?

- Sí, como viste, ya tuvieron su primer tropiezo. Se vendrán muchos más, así como también grandes momentos que no olvidará.

- ¿Cómo descubrir sus talentos? - sonreí.

- ¡Muy buen ejemplo! 

- Y ahora ¿qué hago?

- Cumplir con tu palabra.

- ¿Qué? Pero le dije "hasta nunca" dando a entender que no lo quería volver a ver nunca más...

- No me refería a eso.

- Entonces ¿a qué se refiere exactamente?

 - A ser alguien en su vida.

Aquella persona me sonrió y desapareció de mi vista, haciendo que me ahogue entre mis propios pensamientos.

DANTE

Hoy me daban de alta, por fin salía de este manicomio, toda la semana fue de exámenes, medicamentos, inyecciones, comidas totalmente asquerosas, aburrimiento total, no lo soportaba más, quería mi vida de vuelta, sola pero manejada a mi antojo.

Kevin se encargó de recogerme y llevarme a casa. Era increíble que habiendo estado muerto en vida, los ineptos de mis padres se largaron de viaje dejándome aquí como cualquier cosa.
Para que me sorprendo, a ellos no les importo, lo que más me duele es que se hayan llevado a Caridad, ahora estaba sin poder comunicarme con ella. Estoy muy seguro de que si se enteraba que ya había despertado hubiera estado toda la semana dándome sus cuidados, quizá con algunos regaños, pero ella aquí a mi lado.

- Hemano - dijo Kev entrando a la habitación - ¿estás listo?

- Termino de ponerme camisa y nos vamos - grité desde el baño.

- Okay, apúrate entonces - replicó.

- Listo - dije al salir de aquel baño - larguémonos.  

- Oh, pero que guapo el señorito - respondió Kev en forma de broma.

- Kevin, a veces pienso que eres gay - lo mire serio. 

- ¡Hey! - exclamó - para tu información soy más macho alfa que vos.*

- Pero lo tienes pequeño - reí.

- No seas pelotudo Barkin - se rió también.

- Ya, ya, ya - dije dejando de reír - vámonos, o nos internan a los dos por pendejos.