Capítulo 1

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DANTE

Era un día de lo más normal, estaba sentado escuchando música y viendo una revista donde habían muchas mujeres, muy ardientes a decir verdad, era un pasatiempo nada más. De repente, Caridad el ama de llaves y nana también, toca mi puerta; me hice el sordo, me daba pereza abrir además estaba tan concentrado en una linda mujer con una vultuosa "personalidad". De tanta insistencia, Caridad entra y se sorprende por lo que veía.

- Dante ¡por Dios Santo! - exclama y me quita la revista -¿que significa esto?

- Cari - dije tranquilo - sólo es una revista, relájate - le guiñé el ojo.

- ¿Una revista de mujeres semi desnudas y con poses sexuales? - preguntó alterada - mi niño, estas son cosas del demonio ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?

La miré y no pude contener la risa.

- Cari, Cari, Cari - me paro y la abrazo - no son cosas del demonio, son sólo mujeres con cuerpos súper vultuosos - digo babeando mientras veía la portada - con grandes pechos y unos ricos traseros - reí.

- Dante - me miró molesta - ¡no seas un cerdo! - tomó la revista y la empezó a romper - estas castigado.

- ¿Sólo por ver una revista Cari? - dije agachando la cabeza - está bien. Pero luego no te quejes que me escapé de la casa, eh!

Me lanzó una mirada fulminante, la hice enojar al parecer.

- Bueno ya, está bien - dije rodeando mis ojos y sentándome en la cama - sólo estaba bromeando. Además sólo era una simple revista, no le vi nada de malo.

- D a n t e - dijo en tono  de llamado de atención.

- Ya me callo - lance un suspiro.

- Tienes 20 y ¡eres tremendo! - dijo mientras se acercaba a sentarme a mi lado, me puso su mano en mi mejilla - ¿te gusta verme enojar no?

- La verdad - dije pensativo - si - reí.

- Pues a mi me gusta verte sonreír mi niño - me miró con dulzura - tienes una hermosa sonrisa al igual que... - pensó y continuó dudosa - tu madre.

La sonrisa se me fue de la cara cuando dijo eso.

- Caridad no empieces - me frustré - ¿qué es lo que querías? - respondí con tono tenso.

- Lo siento mi niño - agacho la cabeza - no quise hacerte sentir incómodo - suspira - tus padres te están esperando abajo.

- ¿Ahora que quieren? - rodé los ojos.

- No lo sé - hizo silencio - pero hay visitas en el living.

- Esto me huele mal - dije cruzando los brazos - ahora ¿que estupidez querrán que haga? 

- Tienes que bajar, parece importante - sonrió.

Lance un largo suspiro de incomodidad

- ¡Que me queda! - exclame, la miré con ternura - deséame mucha pero mucha suerte Cari - lance una pequeña sonrisa.

- Mucha pero mucha buena suerte mi niño - me abrazó fuertemente por un minuto, sonrió y me dio un pequeño beso en mi mejilla.

- Adiós - me alejé de ella.

Mientras bajaba las escaleras, sentí una extraña sensación en mi cuerpo, el abrazo que Caridad me había dado lo sentí como si...la fuera a ver por última vez, algo muy raro.

Como se habrán dado cuenta, Cari es mas que una simple ama de llaves, era mi nana, la verdad era como una madre para mí, desde que tengo memoria, ella siempre me ha cuidado como a un hijo, ya que los ineptos de mis padres se la pasaban de viaje en viaje gracias a la empresa que la familia tiene desde años. Le agradezco por primera vez a la vida de que haya puesto a Cari en mi camino ya que sin ella estaría totalmente undido en el olvido.

Al llegar al living, encontré a tanta gente equis, me importaba muy poco su visita. Estaba bien vestida; si no me fallaba la vista, vi a una chica de cabello dorado, alta, blanca de buena delantera y trasera también pero con solo examinarla en one me di cuenta que era hueca, "Mucho relleno para tan vacío cerebro" - me dije, no eran de mi tipo solo eran para una noche y nada más. La experiencia, me acosté con tantas chicas que me hicieron experto en examinar a la gente con solo mirarla, increíble ¿no?

- Hijo - dijeron mis padres a la vez cuando me vieron.

- Hola - respondí seco - ¿Que quieren? 

Mi padre, Néstor, me lanzó una mirada fulminante. Me daba igual si me miraba mal.

- Respondan -  dije cruzando los brazos - ¿Que es lo que quieren?

Todos me miraron.

- Dante ¡mi vida! - mi madre Ana rompió el silencio - ven que te presento a los Barnes, la familia mas adinerada de todo Buenos Aires.

- Un gusto - sonreí falsamente, sin dar la mano, marqué mi distancia - Ana, ¿Que hacen ellos aquí?

- De eso queríamos hablar - dijo Ricardo Barnes - para eso estamos aquí reunidos - lanzo una sonrisa enorme.

- Pues - dije - que esperan, me aburren.

- ¡Dante es suficiente! - gritó Néstor - ¡compórtate maldita sea!

- ¡OBLIGAME NÉSTOR! - respondí exaltado.

Los Barnes parecían apreciar el show, sin decir nada. 

- ¡Se pueden comportar los dos! - exclamo Ana avergonzada - les recuerdo que hay visita y que tenemos que hablar del acuerdo.

- ¿De qué acuerdo estás hablando Ana? - pregunté confundido.

- De tu nueva vida dentro de una semana - dijo Néstor con una sonrisa malévola.

- Si se trata de que los Barnes me quieren adoptar como un hijo más - dije retándolo - por mí no hay problema, con tal de largarme de esta casa de MIEEER...!!!

- ¡DANTE! - gritó Cari - ¡Esas palabras mi niño!

Me calmé.

- Al parecer - dijo la señora Marlaine - esta de acuerdo de acuerdo en pertenecer a nuestra familia - sonrió.

- Lo de hace rato era joda señora - retrocedí. 

La verdad no entendía ni mierda, me están confundiendo.

- Dante - dijo Ricardo - ven, te presento a Lisa - se acercó a la rubia - ella es mi hija, ¿no es hermosa?

- He visto mejores - la examiné - igual es linda.

- Eh...¿gracias? - respondió la rubia.

 - No te ofendas, es la verdad - sonreí falsamente.

- Bueno, vamos al punto - dijo Néstor - Dante, nuestra empresa esta perdiendo millones por los ineptos inversionistas de dos países de afuera.

- ¿Y? - dije seco - ¿Qué tengo que ver yo aquí? De la empresa te encargas tú y mi madre, así que la culpa es de ustedes.

- Sin rodeos - dijo Néstor - te vas a casar con la señorita Lisa para nuestras empresas trabajen juntas y así poder recuperar todo el dinero perdido.

Pero ¿qué carajos?, no me pienso casar con una verdura, creí haber visto todo de lo que son capaz e hacer mis padres  pero esto es demasiado, me niego a casarme.

- ¡WOW TRANQUILO VIEJO! - fue lo primero que salió de mi boca - tú estás bien equivocado si piensas que me voy a casar con esto - la señalé.

- Me estás ofendiendo - dijo la rubia exaltada - ¡Papá!

- Prefiero casarme con un árbol que con alguien que acabo de conocer - crucé los brazos.

- Bueno - me miró Néstor - dile a ese árbol que tú no decides con quien debes estar o no, para eso estamos nosotros tus padres - lanzó una sonrisa victoriosa - además no te gastes dando explicaciones tontas, los papeles están firmados, tú y la señorita Lisa se casan dentro de una semana. Sólo te veníamos a comunicar la noticia.

Me quedé perplejo, sin poder decir nada. Esto había pasado los pocos límites que les tenía a los incompetentes de mis padres. Mientras me estaba ahogando en mis pensamientos, escuché que querían tomarse una foto; los miré con cara de desprecio y la primera reacción que tuve fue lanzar la cámara fotográfica al piso, quedó hecho trizas. 



My Angel Hero [Dally]•|Adaptación|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora