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La última noche de Sophie

Micht guardaba la guardia subido al muro, pensaba en sus cosas. Marlon decía que se encontraba demasiado mal como para salir al día siguiente. Iban a salir de la zona segura, Minnie y Sophie eran buenas supervivientes, estarían bien..

-¿Molesto si me quedo aquí?

Micht se giró y sonrió al ver de quién se trataba.

-Tú nunca molestas. ¿Vas a sentarte conmigo?

Sophie se sentó al lado del joven, apoyó la cabeza en su hombro y los dos se pusieron a vigilar.

-¿Minnie y Violet han vuelto de su paseo nocturno?-preguntó el chico.

-Están en la casita que hay junto al arroyo, tardarán en volver, ya sabes.

-Sin darse cuenta, son las que más sexo tienen en todo el colegio.

-Tú no puedes quejarte.-rió la pelirroja.

-¿Yo? Vamos, lo mío con Brody fue una vez, ni siquiera llegué a... Ya sabes. Ella sí, dos veces, por cierto, me debe un orgasmo.

Sophie estalló en carcajadas y él sonrió al haberla hecho sonreír. Solo la compañía de la pelirroja lo hacía feliz, se ponía contento al ver a alguien que aún conservaba la inocencia en aquellos tiempos.

-Yo nunca he tenido sexo. Y no pasa nada.

-¿No?-preguntó el joven alzando una ceja.

La chica negó con la cabeza y miró hacia el cielo divisando las estrellas, la contaminación lumínica había bajado desde el principio del apocalipsis, por lo que el cielo se había recuperado casi en su totalidad.

-Jamás pensé que existían tantas estrellas.-murmuró la joven.

Ese día en concreto, el cielo estaba precioso, las estrellas estaban repartidas en grupos, algunas más brillantes que otras, la luna estaba totalmente redonda y más grande de lo normal. Parecía un escenario de película. Pero por muy precioso que estaba el cielo, Micht no apartó los ojos de ella en ningún momento. No podía dejar de mirarla a ella.

Cuando sus miradas se cruzaron, el joven miró al suelo algo colorado por la vergüenza. Se rascó la nuca y el chico cruzó las piernas para quedarse en silencio justo después.

-¿Qué crees que hay después de los caminantes? Quiero decir... ¿Crees que queda algo de ellos dentro?

Micht pensó un momento, un caminante vagaba por delante de la escuela, le faltaba un ojo, la mitad de la boca y un brazo. El chico cogió aire, sabía que no tendría la misma visión que Sophie y aunque él no era de las personas que se pensaban las cosas antes de decirlas, pero en ese momento, pensó cuales podían ser las mejores palabras para no herir a la adolescente.

-No lo creo, Sophie. De verdad que no lo hago. Los miro y... No sé, no les veo rastro de humanidad.

La pelirroja asintió sabiendo que esa era su opinión y no podía cambiarla. El chico colocó la mano sobre su muslo como acto involuntario. 

-Pero... Realmente no podemos saberlo de ninguna manera.

-Creo que queda algo de ellos, algo muy dentro de lo que algún día fueron. Pero no me gustaría verme convertida en una... Si algún día me muerden... Quiero que me mates Micht.

El chico giró la cabeza totalmente para mirarla de frente, pero Sophie estaba de manera seria, se lo estaba pidiendo de la manera más sincera posible.

-No hables así, no van a morderte.-la voz y el tono de Micht fueron algo duros, tal y como él solía hablar normalmente.

La chica miró al suelo algo decepcionada, alejó su cuerpo arrastrándose levemente por la mampostería y miró de nuevo la luna.