Ocean Eyes {Viktor Volkov}

3

{Capítulo 3: Lágrimas del ayer}

Víktor: ¿Por qué cojones me sigues todo el día? -miró molesto a su amiga.

Kath: Y-yo... yo solo quería acompañarte. -cerró sus ojos con fuerza.

Víktor: ¡Pues no necesito que una niña pequeña me acompañe! ¡Eres infantil y molesta, ojalá nunca te hubiera conocido! -le gritó molesto.

La pequeña chica sentía como su corazón se partía, su amor imposible le había gritado, todo por seguir los consejos del idiota de Alexander, corrió lejos de él con lágrimas en sus ojos, dejando a un pequeño Volkov sin palabras.

Alexander: ¿Qué ha pasado? Les dije que me esperaran. -llegó con un shawarma.

Víktor: Yo...

Alexander: Volkov, ¿dónde coño está Kath? -miró a su amigo.

Víktor: Se fue por allá. -señaló en dirección a donde se había ido.

Alexander: ¡¿La dejaste irse?! ¿Qué hiciste Volkov?

Víktor: L-la hice llorar... yo... yo la hice llorar. -miró a su amigo a los ojos.

Alexander: Eres un idiota, Víktor.

El de cabello negro salió corriendo en dirección a la casa de la chica, sabía que se iba a refugiar ahí, el de ojos azules siguió a su amigo, debía pedirle perdón de alguna manera a aquella chica.

Kath se encontraba abrazando una de sus almohadas, sus lágrimas mojaban a ésta, aquellos ojos azules la habían hecho derrumbarse otra vez, le habían recordado la primera vez que lloró por algo que él le hizo.

Kath: ¿Qué me pasa, Trajeado?... ¿qué me han hecho esos ojos azules? -miró a su gato.

Alva: ¡Hija, tienes visita! ¡Es Víktor!

Kath: Oh no, no, no -miró a Trajeado-, ¿ahora qué hago?

La chica se levantó de la cama, se miró en su tocador, se arregló, se limpió las lágrimas y escuchó los pasos de Volkov.

Volkov: ¿Se puede? -tocó la puerta.

Kath: Si, si, adelante. -sonrió y miró al ruso entrar.

Volkov: ¿Cómo estás? -le sonrió y se sentó en la cama.

Kath: Bien... ¿y tú?

Volkov: Bien, tu habitación es muy linda.

Kath: Gracias... Él es Trajeado, mi gato. -señaló a su gato y éste se subió al regazo del chico.

Volkov: Que mono es. -lo acarició.

Kath: Lo sé. -rió levemente.

Volkov: Y... venía para preguntarte si... quieres ver algún anime, es mi día libre.

Kath: Prende la televisión, otaku, ese anime no se escoge solo. -se tiró a la cama.

Volkov: Entonces yo le dije "Onii-chan, yamete kudasai" y se quedaron flipando. -rieron.

Kath: Vaya aventuras tienes con tus compañeros de trabajo.

Volkov: Deberías intentar las oposiciones. -tomó la mano de la chica y ella se sonrojó.

Kath: N-no, no soy buena para eso, y-yo nací para enseñar idiomas. -rió nerviosa.

Volkov: Al menos inténtalo, no pierdes nada. -la miró a los ojos.

Aquellos ojos azules la habían hecho caer una y otra y otra vez, y, ésta vez, no era la excepción, ya la había convencido.

Kath: Lo intentaré.

Volkov: Esa es mi amiga. -desvío su mirada hacia la televisión.

Kath: Si... tu amiga. -susurró.