Capítulo 23: Somos un equipo

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En el capítulo anterior...

–¿Lo de hacerse el herido?

–Sí... Pero lo que me ha sorprendido es que cuando llegaba hasta ellos lo primero que pensaba era en si era actuado o real, algunos actuaban realmente bien, y otros se notaba que era falso. Siempre lo hago porque cuando era pequeño mi maestro me enseñó a no confiar en el rival desde el primer momento. Pero hoy... Cuando fingiste caerte y hacerte daño, no sé por qué, pero... Ni siquiera me paré a pensar si podía ser una trampa o no, me produjo tanto miedo el hecho de pensar que te habías hecho una herida grave que sólo atiné a salir corriendo en busca del botiquín.

Minho miraba al suelo con una mueca que mostraba lo avergonzado que se sentía admitiendo eso. Sus palabras aceleraron los latidos de mi corazón, no esperaba que me contase sus sentimientos.

–En fin, sólo era eso... Buenas noches, Taemin. – Se despidió con la mano y se fue, dejándome casi sin aliento en mitad del pasillo.

–Buenas noches, Minho... – Susurré, aunque muy seguramente Minho no alcanzaría a oírlo pues estaba llegando a las escaleras.

***

(POV MINHO)

"Vale Minho, tú puedes hacerlo. Puedes conseguir pasar desapercibido, sólo no hagas el menor ruido. Mete la llave despacio, más despacio... Bien, muy bien, ahora gírala hacia la izquierda poco a poco, sin hacer ruido... Perfecto. Ahora abre muuuy lentamente la puerta, despacio... Bien, parece que las luces están apagadas, eso es buena señal. Sigue abriéndola, sé sigiloso... ¡Ya queda poco! Vamos, un poco más y..."

En cuestión de milisegundos, la puerta se terminó de abrir de golpe sin yo haber ejercido la más mínima fuerza. Elevé la mirada desde el pomo hasta el responsable de abrir la puerta con esa rapidez. La silueta de la persona en mitad de la oscuridad estiró el brazo para darle al interruptor y encender la luz.

–Choi Minho, ¿de verdad crees que moviéndote a 1 cm por minuto no me voy a dar cuenta?

"Mierda."

–Ehh... Pues... ¿Sí?

–Aish, entra, que no muerdo. – Xiu me cogió de la mano y me arrastró hasta la cama. Mientras él iba a cerrar la puerta me planteaba las escasas posibilidades que tenía de escapar o de librarme de alguna forma de lo que sabía que vendría a continuación. – Sé que estás buscando la manera de librarte de nuestra conversación pendiente, pero te advierto que no la puedes evitar. – Dijo aún de espaldas mientras cerraba la puerta.

–¿S-sabes, Xiu? Creo que mejor me voy a dormir, es tarde y... – Me senté lentamente sobre mi cama, tratando de sonar lo más cansado posible.

–Eso mismo te quería decir, es tarde, bastante tarde, siempre llegas más temprano, está claro que han pasado cosas. – Volvió y se sentó a mi lado, cruzando ambas piernas una sobre la otra y poniéndose cómodo. – Venga, cuenta, ¿qué ha pasado entre Taemin y tú?

–Xiu, no te hagas ideas erróneas.

–Aquí el único que se las hace eres tú, señorito. Vengaaa cuentaaaa. – Se quejaba de manera infantil mientras me golpeaba flojamente con la almohada.

–¡Vale, vale, pero estate quieto! – Reí mientras esquivaba la almohada. – Pero prométeme una cosa.

–¿El qué?

–Que no le dirás nada de esto a nadie, ¿vale?

–Vaaaale.

Le conté todo a Xiumin, la misión a la que nos enfrentaríamos los cinco, la profecía, los entrenamientos con Taemin... Era de esperar que al principio no reaccionara del todo bien.

Downtown University [2MIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora