Capítulo 10

580 32 0
                                    

La fiesta es aburrida y además mis mejillas me duelen de tanto fingir sonrisas. Solo me quiero ir a casa. Salgo al gran jardín, aunque es de noche se puede apreciar que está muy bien cuidado. Paseo unos minutos por él y me detengo cuando escucho a alguien venir. Me pongo recta enseguida. Veo a una mujer acercarse a mí. Es muy guapa. Es alta y su vestido resalta sus ojos, extrañamente son del mismo color que los míos, su cabello es rubio, y no puedo distinguir si es natural o su estilista es muy bueno.

–Hola –Saluda– Soy, umm… una conocida de tu padre

–Hola, un gusto mi nombre es ___–Digo, espero y que esté haciendo esto bien. No quiero “avergonzar” a papá

–Si, lo sé –Dice. Frunzo el ceño ¿Papá le hablo de mí?

–Y ¿Cuál es su nombre? –Pregunto. Digo, por lo menos debo de saber cómo se llama. Ella sonríe y acaricia mi mejilla. Evito alejarme, ella absolutamente me está asustando.

–Estas mucho más bonita… y has crecido tanto –Dice

– ¿Disculpe? ¿Me conocía de pequeña?

–Claro que sí. –Sus ojos retienen lágrimas y yo cada vez estoy más confundida.

– ¿Cómo? –Ella sonríe y me da un abrazo. Tal vez ella…

– ¿Usted conoció a mi madre? –Pregunto

–Se puede decir que fue mi otra yo. –Noto tristeza en sus palabras.

– ¿Sabe… sabe en dónde está? –Mi corazón late desenfrenadamente.

–___, cariño. Tal vez esto sea muy duro pero… esa mujer, que amo con locura a tu padre y que hizo todo para mantener su matrimonio… Ya no existe.

“Ya no existe”

¿Mamá está muerta?

La mujer- sin- nombre me da un abrazo y me susurra que se tiene que ir.

¿Por qué? Tal vez no en esta edad, pero estaba muy segura que cuando estuviera más grande iría y buscaría a mamá. Le quería preguntar tantas cosas… como que ¿por qué me abandono?, ¿por qué no me llevo con ella? Pero nunca podre saberlo… porque mi madre está muerta.

Respiro hondo para evitar las lágrimas que se aproximan y camino de vuelta al salón de baile. Escucho que alguien grita mi nombre, levanto la mirada hacia un balcón que está cerca, es Dennis.

– ¡Es hora de la ducha! –Grita

– ¿Que… – No puedo seguir preguntándole de que habla, porque una lluvia artificial me responde, Dennis ha activado las regaderas con las que riegan el pasto. Rápidamente me encuentro empapada de pies a cabeza, huyo del agua pero es demasiado tarde. Dennis ríe muy fuerte y desaparece del balcón.

Como puedo, entro al salón. Mala idea. Todas las personas presentes en el baile, se voltean y me ven con repulsión. Papa llega rápidamente y toma mi brazo jalándome a una habitación privada.

– ¡Eres la peor cosa que me pudo ocurrir! –Dice enfadado – ¡No sé por qué no le permití a tu madre que te llevara con ella! ¡Solo me estorbas! –No lo veo venir. Su mano impacta con mi mejilla haciéndome caer al piso. Me golpeo en el codo. Lloro desconsoladamente, no puedo parar. No soporto el dolor que ciento en este mismo instante. Me toma del brazo bruscamente provocando que duela más mi codo y suelte un grito, es como en mi sueño. Solo que mucho peor. Me toma de los hombros y me estruja. Después de unos segundos deja de hacerlo y me alejo desesperadamente de él. No quiero que me toque, no quiero tenerlo cerca. Se acerca, a mí, puedo ver que está arrepentido, pero eso no calma lo que siento, huyo al rincón de la habitación.

–Yo no… –Comienza a decir. Niego y me abrazo a mí misma, mi codo duele pero no me importa.

Alguien toca la puerta y segundos después entra la misma mujer que encontré en el jardín. Papá palidece y yo aprovecho para salir corriendo de la habitación. No me importa que las personas me vean, quiero escapar… quiero estar con mamá.

Papá me alcanza pero lo ignoro.

–Lo siento ___, yo… –Lo interrumpo

–No lo sientas papá. Yo también sé que estorbo. No te preocupes más por mí, ¡puedes vivir en paz el resto de tu vida! – ¿De dónde tengo tantas lagrimas? ¿Por qué el dolor no se acaba? Detengo un taxi y subo rápidamente, pongo el seguro a la puerta y le pido al taxi que se dé prisa para que papá no pueda abrir la otra puerta del auto. El señor, me pregunta a donde quiero ir, y sin pensarlo digo que al aeropuerto. Yo sola puedo pagar mi boleto de avión. Tengo una tarjeta cargada de dinero. Dinero con el cual papá pensó que iba a cubrir el amor que necesitaba.

“La chica limpia sus lágrimas, pero es inútil, porque salen más de sus ojos. Su codo duele pero no más que el dolor que siente en su corazón. Esta tan hundida en ese hoyo que ha olvidado a la persona que más la ama. Brandon.”

A Little Love ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora