Cap 3

30 3 0
                                    


NO LO PUEDO CREER, NO LO PUEDO CREER, NO LO PUEDO CREER... se repite eso una y otra vez en mi cabeza, no sé lo que estoy haciendo arriba de un coche con Daniel. Daniel al salir le pidió su coche a Toño que no tuvo el mayor problema en dárselo ya que es normal en Daniel salir con mujeres antes de tiempo de los antros. PERO ESTA VEZ SOY YO!... espero que nadie se percatara...bueno a quien quiero engañar todo mundo sabrá, todos nos conocemos en este maldito antro. ¿Que estoy malditamente haciendo?

-Todo bien Ale?- Me pregunta Daniel con la vista al volante. No tengo idea de qué decirle... "Este sii Daniel todo bien porque muero por ser tocada por ti, pero todo mal por mis nervios de ser tan inexperta, por mis nervios de que todo el mundo sepa, por mis nervios de que eres tú, por mis.... bueno ya entendimos"

-Si todo bien- le respondo aparentando seguridad mucho mejor fingido de lo que me imagine. Una nueva incógnita ronda por mi cabeza, lógicamente le invente a mi madre que me quedaba a dormir con Diana pero y ahora dónde dormiré?... supongo que si le marco a mi amiga en unas horas se apiadaría de mí y podría abrirme no?

"¡DIOS! ¿ DONDE VOY A DORMIR?"

-Tranquila puedes dormir también en mi casa no es como que te voy a echar.- Lo volteo a ver con cara de horror, esta última parte la dije en voz alta. Me pica la cabeza con ganas de golpearmela contra la ventana por estúpida.

-Esteeee no es necesario, en verdad, puedo decirle a Diana y llegar a su ...

-Ale no tengo ningún problema en que te quedes a dormir- me interrumpe Daniel viéndome con una sonrisa sincera. Y yo respiro más calmada al verla.

El camino después de eso trate de acallar mis pensamientos con la música que sonaba en el coche.

Al llegar todo fue un poco más incómodo pues yo no sabia que hacer me encontraba casi casi escondida en el baño de su cuarto... es hora de salir va ha pensar que estas cagando estupida!... tomo un poco de pasta dental de su lavabo y me enjuago un poco. Respira y toma fuerza. Salgo del cuarto de baño y él ya puso un poco de música.

Daniel se acerca a mi y al estar a tan solo centímetros de mi boca, mientras yo espero el beso él dice- Ale si sabes que esto no significa nada cierto? Que esto es solo como de una vez y nada más.

Ouch Idiota, ese fue un pinchazo a mi corazon, no a mi corazon no, a mi orgullo. Es lo mismo que yo quería de él, pero definitivamente no era lo mismo escucharlo. Decidí armarme de valor. Si un hombre puede disfrutar de su sexualidad abiertamente sin compromisos porque una mujer no? Al diablo todo.

-¿Quién dijo lo contrario Daniel?- Y con estas 5 simples palabras logré ver un fuego que se encendía en su mirada. Me tomó del pelo para eliminar el espacio restante entre los dos y comenzó a besarme lentamente.

Sentí como mi cuerpo comenzaba a arder. Yo necesito más y más rápido. Acelere y embruteci un poco el beso, pero yo quería algo más. El pareció notarlo y me recosto en la cama boca arriba sin dejar de besarme. Tomo mi vestido y me lo quito por la cabeza. En ese momento agradecí la oscuridad que inundaba el cuarto porque no me sentía nada cómoda con mi cuerpo. Comenzó a besarme en el cuello, sentir su lengua por mi cuerpo provoco palpitaciones en mi parte intima. Mi desesperación por sentirlo estaba al límite, tome su camisa y comencé torpemente a desabrocharle.

Daniel con una risa ronca comenta- ¿Qué quieres Ale?

Suspiró fuertemente mientras él reparte besos por mi abdomen, logró articular entre pequeños gemidos-Ropa fuera.

-Ordenes son ordenes- Daniel se quita la camisa fácilmente mientras sigue con su juego de besos por mi cuerpo, lleva una mano a mi área femenina y se me sale un pequeño gemido por la necesidad que siento de que me toque. Comienza a acariciarme suavemente y yo ya me siento más que lista para recibirlo. Frotó contra sus pantalones y siento lo que tanto anhelo, y me encanta saber que está duro y que yo fui la que lo puse así.

Aquello me da fuerzas y digo-Pantalon fuera

-Que mandoncita- dice con una sonrisa contra mi abdomen. Para durante unos segundos su camino de besos y se quita el pantalón que tanto me estorbaba. Se vuelve a acercar para seguir con su juego anterior pero intenta llegar más abajo con los besos. Lo tomó de los brazos y lo vuelvo a subir.

-Te quiero ya dentro- le pido en una súplica, y en parte era cierto, pero por otro lado nadie había bajado a probarme y por alguna razón eso lo sentía demasiado íntimo.

-Desesperada- me dice Daniel con una sonrisa apenas visible entre la oscuridad. Alarga el brazo a uno de los burós de la cama y saca de un cajón lo que se que es el preservativo. Y me doy una cachetada mental, tú ni habías pensado en cuidarte ALEJANDRA. Este chico me vuelve estúpida.

Daniel toma mi pequeño cachetero y comienza a bajarlo, así comienza a desaparecer mi brasier y su boxer. En el momento en el que estamos completamente desnudos comienza a entrar dentro de mí. Dios hace tantoooo no tenía esta sensación, sentir como mis paredes se van abriendo para ser llenada por el se siente completamente exquisito y mi piel comienza a arder mucho más. Comienzo a mover las cadera pidiendo más. El entiende y golpea fuertemente dentro de mí. Acelera el ritmo mientras me da pequeños mordiscos en el cuello ahogando sus gruñidos. Pero yo no puedo contenerme y dejo salir mis gemidos al aire. Mi cuerpo pide más y más y que esto no termine nunca. Comienza a prestarle atención a mis senos y los mordisquea provocando un nudo en mi estomago. Sale de mi y con agilidad me voltea rápidamente, me pone en cuatro y vuelve a comenzar el bombeo. Toma una de sus manos y mientras bombea rápidamente me acaricia en mi parte en pequeños círculos cada vez más apresurados llevándome casi a un límite inigualable. Me da pequeños jalones de mi pelo enmarañado, bombea y bombea por lo que yo siento que es una eternidad y al mismo tiempo necesitando más. Cuando termina me siento satisfecha como nunca antes. Se tumba al lado mio y yo me dejo caer boca abajo en la cama para recuperar la respiración.

Al recuperar mi aliento me doy cuenta que estoy desnuda y lo primero que hago al recuperar mi respiración es taparme con lo primero que encuentro que es la sabana de la cama. Daniel se para sin percatarse y se acerca a uno de sus cajones.

-¿Quieres que te preste algo para dormir?

-Estee mmm si claro gracias.

Saca de su cajón una camiseta larga y me la tira. Tomó la camiseta rápidamente y me la pongo para cubrir mi cuerpo desnudo. Busco mi ropa interior con las manos por donde creo que cayó yyyy EUREKA. Me la pongo rápidamente. Me siento al borde de la cama sin saber qué hacer. No se si me va a mandar a dormir a otro cuarto o que sigue después de que casi me hace ver las estrellas.

Daniel abre las cobijas de su cama- Acuestate vamos a dormir estoy muerto.- Miro con curiosidad a la cama.- Ale ni que te fuera a violar mientras duermes.-sonríe-Al menos no sin que me lo pidas.

Callate ya se que no.- tomo las sabanas de mi lado y me acuesto dándole la espalda. Decido no pensar en lo incómodo de la situación y mejor solo pensar en lo rico que me hizo sentir. Buscando el sueño me quedo con pensamientos de lo increíble que es tener relaciones con este ser humano. Al final no todo el sexo estaba sobrevalorado.

Entre sabanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora