The Bird of Good and Evil

Capítulo Único

Prólogo.

Un recuerdo me vino en un instante; Recuerdo que una vez el dios me preguntó algo así.

"Si te diera la oportunidad de convertirte en humano, ¿te gustaría?"

En ese entonces, simplemente sonreí y dije: "No quiero convertirme en humano. Quiero seguir siendo un pájaro, volando libremente en los cielos. Eso es perfecto para mí."

A medida que las cosas cambiaron con el paso del tiempo, de repente, realmente quería convertirme en humano solo una vez. Por lo tanto, le pregunté al dios: "¿Puedo tener otra oportunidad de convertirme en humano?"

Sin embargo, el dios negó con la cabeza, "Ya perdiste tu oportunidad. Además, incluso si te diera una oportunidad ahora, no vivirías más allá de un solo día."

"Está bien, incluso medio día está bien. Solo quiero ser humano por una vez ". Con ojos brillantes, supliqué con seriedad.

El dios suspiró, "Entonces te daré un solo día. ¿Que vas a hacer con eso?"

Sonreí, pero me quedé en silencio.

Un día fue suficiente.

Parte 1.

Yo era un pajarito que fue criado por un dios.

Nací con las bendiciones divinas del dios.

Mis plumas son de un hermoso azul cielo, con rastros de blanco como la nieve.

Por eso, desde que nací, la mayoría de los de mi especie me envidian.

Porque pude elegir mi propio destino, como esa oportunidad que me dio el dios.

"Si te diera la oportunidad de convertirte en humano, ¿te gustaría?"

Recuerdo que respondí a su pregunta con una propia.

"¿Hay alguna diferencia entre los humanos y los pájaros?"

Él sonrió, "Por supuesto que la hay. Los humanos tienen una gran inteligencia y una gran capacidad. Por eso todos los animales les tienen miedo."

Me quedé mirando con asombro por un momento, antes de preguntar: "Entonces, ¿qué pasa con los pájaros?"

La sonrisa del dios permaneció inmutable cuando dijo: "Los pájaros son simples, pero son gratis".

"Entonces no quiero esa oportunidad, solo quiero seguir siendo un pájaro libre".

En ese entonces, tenía una naturaleza pura. Solo pensé que si me volvía inteligente, seguramente perdería mis alas.

Entonces, ¿por qué no ser un pajarito despreocupado?

Vi al dios asentir, aparentemente sumido en una profunda reflexión.

Y desde ese momento, realmente me convertí en un pajarito feliz.

Parte 2.

Yo era un pajarito que acababa de aprender a volar.

Desde el lado de un dios muy amable, volé hacia el bosque por primera vez.

Dijo que yo pertenecía a la naturaleza.

Por lo tanto, se fue.

Cuando vi el cielo por primera vez, era azul y muy, muy grande.

Simplemente quería volar aún más alto y más lejos, y así terminé volando muy, muy lejos.

Copié las acciones de mis compañeros pájaros y aterricé en el balcón de un humano.

Robaban y comían los granos de arroz puestos a secar al sol. También me escondí en un rincón y me comí los granos a escondidas, bocado a bocado, sintiendo alegría al comer hasta saciarme.