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Capítulo 1

Un mes atrás. Toni había llegado hace muy poco a Los Angeles. Comenzaría su primer año de universidad, era algo nuevo para ella. Viernes por la tarde. Se encontraba de camino a la facultad.

-Hola, buenas tardes –Saludó educada-

-Buenas tardes, en que te puedo ayudar? –Habló una señorita-

-Me llamaron porque tenían algo que informarme

-Oh claro, deben estar esperándote

Toni caminó hasta la puerta que decía información.

-Tú debes ser Antionette –Habló con entusiasmo la encargada-

-La misma –Sonrió-

La pelirosa tomó asiento.

-Estas aquí porque tenemos un proyecto que puede interesarte a futuro

-En qué consiste?

-Terminar tu carrera en el extranjero, eso significa que debes irte cuando pases a tu tercer año

-Eso implicaría hacer la práctica y todo lo demás?

-Claro

-Vaya, suena muy bueno. Debo costear algo?

-No, el alojamiento que te darán es pagado, pero si deseas salir de vacaciones o algo parecido tú debes costearlo, digamos a esa altura ya deberías estar ganando buen dinero

-Comprendo

-Entonces que dices? Solo quedan pocos cupos disponibles

-Si claro, porque no

-Perfecto, necesito que firmes aquí y estaríamos listas

-Una pregunta, si a futuro no quisiera ir?

-Puedes dejarlo, pero debes avisar mínimo una semana antes, aunque si yo fuera tu no dudaría en irme

-Genial

Toni sin más firmó los papeles que debía. Y salió de la universidad.

La pelirosa apenas llegó a Los Angeles se consiguió un trabajo, así que debía trabajar casi toda la semana y cuando fuera requerida. En un lugar llamado Philz Coffe.

Llegaba a su turno de las seis de la tarde. Se lavaba las manos y se colocaba el delantal sobre su ropa.

Trabajó hasta las nueve de la noche, era una noche agradable, por lo que optó por volver caminando, de donde ella vivía no le quedaba tan lejos del trabajo.

Se encontraba caminando por las largas y anchas calles de la ciudad, iba todo bien hasta que unos buenos metros más allá, un auto impactó a un joven. Toni vio que nadie hacia nada y además el auto siguió su dirección, se puso a correr, al mismo tiempo llamó a emergencias lo más rápido que podía, para acercarse a donde estaba el joven sangrando.

Se arrodilló y sujetó entre sus manos la cabeza del joven que seguía sangrando.

-Hey, tranquilo, quédate conmigo, la ambulancia ya viene por ti –Le decía muy nerviosa-

El joven la miró directo a los ojos, no pudo más y cerró sus ojos.

-No! Aguanta amigo! –Presionaba la mano del joven- Ahí vienen!

Toni se hiso a un lado y dejó que los paramédicos hicieran lo suyo.

-Necesitamos que nos acompañes

-Si claro

En menos de quince minutos estaban bajando e ingresando al muchacho a emergencias.

-Señorita necesito que me diga que fue lo que sucedió –Le habló un enfermero-