Me dispongo a suponer.

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Capítulo dos: Cazando dos problemas







Entre los confines del crepúsculo nebuloso, Jiang Cheng estaba sentado de una forma recta sin ningún indicio de querer parecer vivo. Su respectiva demostración de desobediencia le había calumniado hasta parecer intensamente molesto e insoportable.

- ¿Quién era esa joven? - Habló Jiang Fenmian después de una larga pausa en la que se dispuso a beber el té de la merienda. Jiang Cheng con la cabeza gacha afino sus cuerdas vocales en silencio y sin atreverse a mirar a su padre contestó

- Una doncella que conocí hace un día, padre. - Jiang Fengmian pareció comprender por un momento, después de asentir satisfecho y de media vara de incienso en la espera de otra palabra de su hijo sin resultado. Dejó moderadamente el raku de cerámica de detalles sublimes y refinados sobre la tupida mesa. Luego se volvió hacia el hombre que se encontraba en posición de loto en la mitad del pabellón y le dirigió una mano sobre la cabeza, amasando un poco los cabellos negros de su hijo sujetos con mucha delicadeza en su peinado.

- ¿Esto es obra de Wei Ying? - Habló aun cuando denotaba que ya sabía la respuesta.

-...-

- ¿Crees que tu silencio justifica tus acciones?, tengo entendido que cada quien tiene libre albedrío de actuar por su propia cuenta, Jiang Cheng. - El tono era directo en su estado de ánimo, Jiang Fenmian tenía la obligación de educar a sus hijos, por su parte todo esto estaba claro.

Pero justo antes de darle la vuelta a la hoja y pasar de página en perseguir su propia idea de que algo de toda esta problemática, era usual a esa edad. Madam Yu lo entretuvo un rato en reproches. Con esa finalizada discusión tuvo que castigar a su heredero en el pabellón ancestral.

- No padre, tienes razón. Soy irresponsable y merezco pasar la noche meditando sobre mi conducta. - Y esa fue la respuesta que necesitó escuchar Jiang Fenmian para terminar con esta actuación absurda. Con su parte ya hecha se despidió de su hijo reconfortándolo con sus feromonas paternales de alfa y con una sonrisa pacífica salió del pabellón.

Jiang Cheng con la mirada perdida en un punto especifico, maldecía en su cabeza a Wei Wuxian; al recordar que después de haberse ido de la inconmensurable molestia que le pareció más intensa que otros días por parte de su mayor.

Se dirigió a la entrada del embarcadero, al momento de llegar la joven estaba ahí con su elegante vestido de seda, sonriendo de oreja a oreja exaltando por el aire ese aroma a jabón gustoso. Al tener la fortuna de visitar a un prospecto de alta cuna la joven en su afán trajo un presente consigo.

Al dar sus respectivos saludos fue asaltada por varios discípulos que manifestaban con suma alegría su reciente satisfacción de ser distinguidos como renombrados alfas al ser parte de la famosa secta Yunmeng Jiang.

Jiang Cheng entonces comprendió que hoy en día tendría la fortuna de tener el conocimiento de saber a qué segundo género pertenecía. Automáticamente y sin prestar atención a los entusiastas jóvenes y a la mujer, se dirigió a su habitación donde cada predilecto sobre se les haría llegar en cuanto los doctores obtuvieran los resultados.

Al llegar por consecuencia ahí estaba el sobre, al lado de su cama justo encima de su mesa de noche. Tanto fastidio podía acabar con saber la conclusión de una vez por todas y darse el placer de tenderle una emboscada a Wei Wuxian. Con esa idea atestando su mente, se dio prisa por saber el resultado.

Al leer todo el instructivo con atención, sonrió con malicia al llegar por fin a lo que verdaderamente le importaba sin perder más tiempo en comprender la lectura, se fijó con mucho detenimiento en esa línea de letras.







Un Alfa InsostenibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora