Capitulo 1: Nuevos Entornos

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La mudanza apenas iba llegando a la que sería mi nueva casa, al igual que nosotros.
La casa era grande, más que mi antigua casa, tenía un portón blanco en la entrada y un muro igualmente blanco.

Mis padres salieron del auto y se acercaron al camión de mudanza mientras yo seguía escuchando música en el auto.

Luego de que los trabajadores de la mudanza bajaran todo, mis padres me hicieron bajar del coche. Justo detrás de ellos entré a la casa, no era nada fea pero aún así no la prefería antes que a la casa en la que había crecido. Mi madre es mexicana y mi padre estadounidense, por lo que nos mudamos a México, cerca de la frontera, cuando yo tenía unos 9 meses, supuestamente para estar más cerca de la familia por lo que en mi casa siempre hablábamos inglés y español. Sin embargo yo estaba tan acostumbrado a México, que el mudarme no era precisamente mi plan.

—¿Qué te parece la casa?— Me preguntó mi padre mientras me daba una palmada en la espalda.

—No está mal— Le dije de manera seca.

Mi mamá tomó una maleta y la llevo a la que sería su habitación y la de mi padre. Así que naturalmente tome mi maleta y mi padre me llevo a mi nueva habitación.

La cama estaba al lado de una ventana gigante y los armarios estaban del otro lado, era de color verde seco y parecía muy espaciosa.
Aún así, en ese momento no tenía otro deseo más que salir de ahí corriendo y regresar al lugar donde ya tenía hecha una vida. Supongo que mis padres lo notaron y por eso me sugirieron salir un rato a conocer el vecindario.

—Mañana vamos a ir a la escuela para ver si aún puedes ingresar, las clases ya comenzaron— Me dijo mi mamá mientras yo salía de la casa sin responderle.

Parecía una gran ciudad, aún que sinceramente no lo era para mi. Quiero decir, si estaba emocionado por viajar, pero no de esta forma.
Había chicos de mi edad en el vecindario que siendo sincero no me mostraban atención, el ambiente era algo tranquilo, el aire era suave y podía escuchar música a lo lejos. Era o parecía un vecindario tranquilo, así que después de un par de minutos volví a "casa".

Al otro día, mi madre y yo fuimos a la escuela para inscribirme tal como ella había dicho.
Era muy grande, aún que no había visto toda la escuela, sino nada más las oficinas de administración.

—Buenas tardes, soy Martha Carpenter, tengo una cita para inscribir a mi hijo— Mi mamá entró a la oficina dejándome afuera, y como un recurso ya muy usado lo único que pude hacer es ir a dar una vuelta.
Caminé un rato por el mismo largo pasillo en el que las oficinas se encontraban, no había nada realmente interesante, hasta que algo llamó mi atención... algo detrás de las oficinas.

Detrás de unos arbustos bien cortados, podía verse un camino que parecía ser muy antiguo, ya que a diferencia de todo, este no estaba limpio ni parecía en uso, así que, qué mejor que explorarlo igualmente.
Parecía venir del otro extremo y me interesaba ver a donde llegaba.

No quería mancharme los jeans así que, con cuidado pasé por los arbustos, caminé por el lugar y encontré un salón o algo así.
Parecía muy viejo y la puerta estaba entre abierta así que entrar no fue difícil.

La curiosidad de saber qué había detrás me invadía poco a poco, y al entrar, se trataba de una habitación muy grande, lucía muy gastada pero al parecer solo era la primera de varias, era como un complejo abandonado, imaginaba que estaba en remodelación o quizás era obsoleto.

Había muebles viejos con cajones, y aún que no sabía si estaba bien o mal revisarlos, lo hice de igual manera.

En algunos solo había hojas, libros, cosas que parecían venir de un bar y en otros cajones nada, sin embargo, abriendo y viendo cajones, en uno encontré una carpeta gastada que parecía tener algo adentro.
Siempre me ha gustado mucho todo lo que tiene que ver con cosas antiguas, así que fue tentador.

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