Día IV: Lencería

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...

—¿Quieren que me ponga eso? —Todoroki señaló lo que parecían ser medías de mallas negras y ropa de encaje negro.

—¡Por favor! —exclamaron Mina y Toru al mismo tiempo.

...

Shōto se encontraba en una extraña situación, siendo fin de semana decidió quedarse en su habitación, pero fuertes golpes en su puerta se lo impidieron, no quería levantarse, estaba tan cómodo, que pena que siguieron insistiendo para que saliera.

—¿Necesitan algo? —preguntó a las chicas frente a él, estas se miraron, sonrieron y lo tomaron de las manos sacándolo de su habitación.

—¡Ya verás! —Mina le sonrió, mientras seguían halándolo hacia otra habitación.

Por el color del lugar, supo que era de la pelirosa, al instante lo hicieron sentarse en la cama frente a ambas chicas.

—¿Nos harías un favor? —comenzó Toru, la cual se oía emocionada.

—Depende, ¿Qué es tan importante como para que me saquen de esa forma? —las miró a ambas esperando una explicación, más sólo recibió sonrisas por parte de ellas.

—Esto —dijo Mina a la vez que le daba unas medias de mallas y ropa de encaje negro.

—¿Ropa provocativa? —ahora si que no entendía a que se referían ambas. —¿Te las vas a probar o algo por el estilo?.

—Yo no, tú si —aclaró emocionada, dejó las cosas en la cama y espero.

—¿Quieren que me ponga eso?.

—¡Por favor!.

—¿Qué ganó yo? —se cruzó de brazos, parecía no estar de acuerdo.

—Estas saliendo con Bakugō, ¿No es así? —mencionó Toru. —Les servirá a los dos.

El bicolor lo pensó un momento, dejo de lado el preguntarles cómo sabía de su relación con el cenizo, pero no sabía si aceptar, aunque...

—Esta bien, lo haré —aceptó con pesadez, no pensaba mostrarse usando tal cosa, sólo se lo pondría y al llegar a su habitación se desharía de el.

—¡Genial, te dejamos solo! —ambas chicas salieron de la habitación dejando al medio albino solo.

Todoroki lo pensó de nuevo ¿Realmente usaría eso? No es que le diese asco, sólo que lo veía como algo extraño ¿Las mujeres usan eso?.

Se desvistió por completo y se colocó cada cosa teniendo cuidado de no romper las medias de mallas, no quería saber qué harían sus amigas si eso llegase a pasar.

Escucho como tocaban la puerta, mucha insistencia, concluyó que eran las chicas.

—¡Todoroki, ¿Estas listo?! —se escuchó desde afuera, si, se trataba de las chicas.

El bicolor se acercó a la puerta y abrió, al principio, vió las sonrisas de las chicas y luego, sonrojos, bocas abiertas y algunos hilos de baba en sus caras.

—¿¡Por qué no puedo tener un novio como tú!? —se lamento Mina, por su reacción, Shōto supo que ¿Se veía bien?.

—Creo que intentaré esto con Ojiro... —susurró Hagakure, a la vez que cerraba con fuerza sus guantes haciendo ¿Puños?.

—¿Ya puedo irme? —preguntó con ilusión en sus ojos.

—Si, pero no te lo quites —Mina sonrió de una forma extraña, el medio pelirrojo podría decir que hasta sintió miedo.

—Te ves súper bien —afirmó Toru mostrando un pulgar arriba de su guante.

Todoroki sólo sonrió y se fue. Por la hora sus compañeros no estarían en sus habitaciones, la mayoría pedía permiso para salir y hoy no era la excepción, sólo que... No todos se habían ido.

Justo cuando estaba a punto de entrar a su habitación, escucho el ruido de una puerta cerrándose, por lo que se quedó petrificado, no escucho ruido alguno, pero sabía que había alguien viéndole, giro lentamente la cabeza y se encontró con quien menos quería.

Bakugō estaba ahí viéndolo, sus ojos estaban abiertos en sus puntos máximos y su boca estaba entreabierta, por un momento a Todoroki se le hizo tierno, pues parecía un gatito, hasta que recordó su situación.

—Oh, bastardo... No sabía que te gustaban esas cosas —lo que antes a Shōto le parecía un gatito, ahora era un león hambriento casando su cena.

—Y-Yo... No es lo que parece —¿Tartamudeo? No lo podía creer, estaba nervioso y comenzaba a temblar, quizás era producto de la forma en la que Katsuki le veía.

—Si que te queda bien —comentó con una sonrisa que sólo puso más nervioso al bicolor.

En segundos, si, en sólo unos cuantos segundos, el rubio haló al medio albino y abriendo la puerta de su habitación, se encerró con él adentro.

—Kat-Katsuki... Yo... —estaba temblando notoriamente, nunca en sus siete meses de relación habían llegado a tal extremo.

—No digas nada... —el cenizo lo empujo a la cama y se subió sobre él.

—Es-Espera, Bakugō... No debe-... —lo que más odiaba Todoroki era que lo callaran con un beso, pero se encontraba tan avergonzado que no sabía cómo reaccionar.

—Debiste pensarlo dos veces bastardo, caminar tan tranquilamente vestido de esa forma... —en los ojos escarlata de Katsuki se notaba algo de ira, el medio pelirrojo sabía a qué se debía, pero prefirió callar.

Lentamente fue despojado de su ropa, tenia miedo, pero a la vez no, se trataba de Bakugō y si era él, no tenía nada de que quejarse.

—¿No dirás nada, eh? —susurró cerca del oído de Todoroki a lo que este se estremeció.

—Ba-Bakugō... —jadeó al sentir la mano del rubio adentrarse en su parte baja.

—Llámame por mi nombre, Shōto —ese fue el detonante, el bicolor siempre quiso que su novio lo llamara por su nombre y al fin lo había hecho.

—Si..., Katsuki —dijo con una sonrisa acompañada de sus mejillas sonrojadas.

—Hoy mi nombre quedará grabado en ti —mientras masturbaba al medio pelirrojo, mordió el lóbulo de su oreja.

¡Mgh... Ah..., Ngh!

Fin

Trincheras golpeándome en tres... dos... un-...

Perdonadme par favar :'c

Les dejo el correspondiente del día 27 después subo el otro, bye bye

Mina

Todobaku-Bakutodo WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora