La Pureza de mis Sentimientos

Capítulo 4: Tarde de Chicas

¡Mañana será el día! No lo puedo creer. No sé si se habrán alineado los planetas, pero nunca he sentido tanta felicidad en mi vida. ¡¡Taichi-san y yo tendremos una cita!! Aunque solo sea una cita de estudio, mi fangirl interior no para de gritar como loca. Me levanté muy emocionada, ignorando a la dormilona de Palmon y me puse a hacer mis actividades rutinarias, aunque siempre revisando el reloj para cerciorarme de cada segundo que pasaba antes del gran día.

Luego de estar, literalmente, una media hora frente al reloj, decidí que ya era momento de hacer algo por la vida. Como mis padres salieron de viaje ayer, me tocaría a mí realizar los quehaceres del hogar, así que me puse en marcha, y como toda una princesa Disney, me puse a cantar para que los animalitos del bosque vinieran a socorrerme en mi labor; los malditos nunca aparecieron. Si ellos no me ayudarían, lo haría la perezosa de Palmon, aunque prácticamente tuve que mover cielo, mar y tierra para poder despertarla.

Después de haber limpiado todo el lugar, nos dispusimos a almorzar con Palmon, dando por finalizada una mañana bastante agotadora. Aunque después de lavar los trastes, me di cuenta que ya no tenía nada más que hacer y que la ansiedad por la cita (de estudio) volvía a aparecer, Palmon no estaba muy agradable para comenzar una conversación (Aunque era la entendía luego de despertarla y obligarla a limpiar), así que solamente me eche en el sillón de la sala, a soñar despierta sobre mi vida a futuro, con mi gran esposo y los hijos que tendríamos, ¿Cómo debería ponerle a mi primer hijo?, Taiki, Daichi, ¡¡Daiki!! suena perfecto. Un mensaje en mi celular interrumpió mis pensamientos, al ver el remitente me alegre mucho, Sora me había escrito:

"Hola Mimi, ¿cómo estás?, te escribo para saber si tienes algo que hacer ahora en la tarde, estoy aburrida y pensé que podríamos hacer algo, aunque entenderé si estas ocupada"

Mi gran y mejor amiga Sora, la conozco tanto que solo al leer su mensaje, sé que está teniendo problemas amorosos, y que mejor que la gran consejera del amor Tachikawa Mimi para poder solucionar sus problemas. Le respondí rápidamente que tenía la tarde libre y que nos juntáramos en un popular café del centro de Odaiba, me vestí rápidamente con un outfit casual y me dispuse a salir del hogar, dejando a Palmon tomando su siesta, no sé si pasará por un periodo de hibernación, pero últimamente está durmiendo mucho.

Mientras me dirigía al sitio de reunión, iba pensando en mis sentimientos por Taichi y si existiera la pequeña posibilidad de que él también sintiera lo mismo por mí. Siempre lo había admirado y observado en silencio cuando éramos pequeños, era como una especie de caballero que siempre protegía a la gente que lo rodeaba, pero aquel caballero en ese entonces solo tenía ojos para una princesa y no era precisamente yo. En sus ojos siempre veía el profundo cariño que le tenía a Sora, la trataba diferente que a todos los demás, no había que ser muy inteligente para ver como su sonrisa se agrandaba más de lo habitual cuando ella estaba al lado de él. Cuando me entere de la mismísima Sora que se le había declarado a Yamato en la navidad del 2002, trate de comunicarme con Taichi a través de cartas para consolarlo, pero nunca me respondió, en ese entonces maldecía por vivir a kilómetros de mi amor platónico. Para el día de San Valentín, del año siguiente, con mucho esfuerzo y dedicación, convencí a mis padres de visitar Japón, y lo primero que note es que su sonrisa ya no irradiaba como antes, así que me propuse hacerle chocolates caseros, para expresarle mi apoyo y de decirle, de manera indirecta, que estaba interesada en él; pero él solo me dio un gracias y una leve sonrisa, ahí supe que tendría que esforzarme al doble para ganar su corazón

Estaba a punto de llegar a la cafetería cuando una idea loca se me vino a la cabeza, ¿qué pasaría si Sora estuviera enamorada de Taichi?, ¿acaso me habría invitado para decirme que termino con Yamato y que ahora solo tenía ojos para su mejor amigo de la infancia?, ¿Qué tendría que hacer en ese caso? ¿apoyarla o volverme su rival para conquistar al hombre de mis sueños?, la vi por la ventana de la tienda y la vi algo abrumada, entonces al ver sus ojos supe que nunca la traicionaría y menos por un hombre, sea como sea, siempre estaré ahí para ella como su mejor amiga. Armando de todo el valor que tenía entre a la tienda y la salude con la mejor sonrisa que tenía