Me dirigía a casa de la "mejor amiga" de mi hija, dos horas atrás la habíamos encontrado echada en piso, desangrándose a través de varios cortes en su muñeca. Cuando me acerque a ella corriendo simplemente mi hija estaba muerta, mi bebé, mi niña, mi pequeña ángel ya no podría seguir viviendo su vida, nunca se casará, ni tendrá hijos, un trabajo, un hogar.
Seguí caminando con todas las cartas que encontré dentro de la gaveta del escritorio de mi hija, las leí cada una, si tan solo hubiera sabido que su amiga la estaba destrozando, si simplemente hubiera estado más atenta nada de esto hubiera pasado. Apenas termine de leerlas supe a quien entregárselas.
Estaba frente a la puerta de la casa de la "mejor amiga" de mi hija, esta como siempre tenía su cabello castaño rizado en un moño y sus ojos miel no tenían ningún tipo de preocupación, si tan solo supiera lo que en gran parte causo.
- Señora, ¿Qué hace aquí?
-Necesito hablar contigo -Le respondí intentando contener las lágrimas.
-Claro pase -dijo la chica sorprendida.
Pase y me instale en uno de los sillones mientras que ella se instalaba en el que estaba paralelo al mío.
-Creo que deberías tener esto, al parecer Emily las estuvo escribiendo todo este tiempo, y todas tratan sobre ti - Se las entregué lentamente con mi mano temblando a millón-. También supongo que sabes que ella se suicido el día de hoy.
Vi como el color de su cara desaparecía y la respiración se le agitara, una parte de mi quiso que Emily viera esto.
-¿Qu-qué el-ella se sui-suicido? -Dijo con una voz totalmente entrecortada.
-Solo lee las cartas que te di, y entenderás, y también veras las últimas palabras que escribió sobre ti, esta fue la carta mas larga de toda -dije y me fui, dejándola sola con todas las cartas, y una en especial sobre todas las demás que decía "La ultima carta". Seguí caminando por las calles, esperando a que esa chica se consuma en su propia culpa.
FIN
