Memorias de la noche

Vida

¿En dónde estoy? ¿Qué es este lugar? tan desolado, tan oscuro, tan vacío y frío, donde no se siente vida alguna. ¿Cómo llegué aquí? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? no hay nadie más al parecer.

¿ Será acaso este el destino de mi eterna soledad? no, no creo que sea así, estoy muy confundido, no puedo ver nada, no puedo ver mis manos, no puedo sentir mi cuerpo, ¿qué es esto?

Una voz lúgubre se acerca hacia Elliot y muy cerca de su oído, se presenta:

-Hijo mío, veo que estás perdido pero permíteme presentarme yo soy la muerte y has llegado hasta mí no por motivos naturales como debió haber sido, tu cuerpo ha sido entregado a las sombras, te has vuelto un ser de oscuridad. Así que esta es tu casa ahora.-

-¡Esto no puede ser posible, hace unos momentos estaba vivo! ¡Estaba completo! No tiene sentido alguno... ¿¡Que significa que haya sido entregado a las sombras!? ¿Hijo? No puedo ser tu hijo, la muerte no da vida la quita.-

-Todos los seres vivos son mis hijos, ustedes fueron encarnados para llegar a mí, yo los recibo como una ofrenda por haber vivido todo el tiempo que les permití y con respecto a lo que te está pasando las cosas serán más claras cuando despiertes. Aunque ya no serás el mismo te seguiré esperando.--

-¿¡Qué me estás diciendo!? ¡Si estoy muerto no hay forma en la que pueda despertar!. Así que, llévame contigo de todas formas ya no tengo un cuerpo ya no tengo razones para seguir vivo...

-Tendrás infinitas razones, infinitos días, infinitas noches; descubrirás que el tiempo no importa, también que la vida humana no conoce la misericordia y sobre todo encontrarás a quién te lo quitó todo...

En el mundo terrenal Sir. Daniel de Lyon aprecia la gran catástrofe que el cadáver de Elliot está provocando y comienza a hablar hacia este:

Había olvidado lo nefasto que es este procedimiento: tu sangre derramándose por tu nariz,
está pestilente putrefacción que estás emitiendo, tu piel cada vez más y más sin vida, tu color tan gris, tus uñas están amarillas, tus ojos, tu boca y tus oídos acaban de manchar tu bello rostro de rojo, ese color que los vampiros tanto deseamos; hasta aquí se escucha como tus órganos se detienen, mientras por dentro, se retuercen, se deterioran y se mueren junto contigo.

No cabe duda que en la vida humana nuestro corazón y mente mueren muchas veces, ni siquiera estamos seguros de querer mantenernos vivos en algunas ocasiones. Y tú, tú decidiste morir para dejar de sufrir y este dolor a diferencia de lo que el corazón puede sentir; únicamente se vive una vez, no tendrás que pasar por esto de nuevo.

Pero tú decidirás cuántas veces morirás por la memoria de alguien, por esos recuerdos, por esa vida que nunca tendrás, porque ahora querido compañero eres uno de nosotros y tu castigo será perder a todas las personas que hayas amado, porque a diferencia de ti, ellas morirán en tus brazos y no habrá forma de recuperarlas.

!Bebe¡ !Bebe mi sangre y renace! Cumple tu objetivo más profundo, tus sueños más oscuros, véngate y recupera lo que te quitaron, vive, aliméntate de mil y un vidas. Y juntos obtendremos poder ¡seremos invencibles!

Volvemos al presente, donde nuestro vampiro aún tiene sed de sangre, ya que el viaje será turbulento y cualquier cosa podría pasar.

Aún tengo hambre, y no encuentro a esa víctima que mi cuerpo pide, esos ojos brillantes de los que tengo tanto deseo de consumir, en fin, no hay de otra más que seguir buscando. Aún hay mucho tiempo antes de que despiertes. Para ese entonces ya debería tener mi energía completa; porque ahora que me estás acompañando debo protegerte también. Ya que has sido lo suficientemente valiente como para ser parte de esta locura, de esta desquiciada aventura, de la que estoy seguro nunca te hubieras atrevido a vivir y al parecer estabas tan cansado como yo, de la monotonía de tu vida, que decidiste experimentar algo nuevo... y ahora que te encuentras acostado en la única cama que tengo, pensando en porque te involucraste en esto y sé que no encontrarás respuesta alguna. Así que descansa y prepárate para lo que viene porque no te va a gustar, vas a conocer tantas cosas que pensabas irreales, pero creeme que no hay nada más real que lo desconocido.