🗣cinco🗣

206 35 143
                                    

Young Jo no había dejado de trabajar desde la mañana y ahora que su descanso por fin llegó, suspiró con tranquilidad al mismo tiempo que acostaba en una de las bancas que se encontraba en los vestidores de empleados.

No mentiría al decir que estaba cansado, después de todo, ese día le habían tocado tres clientes algo... complicados.

Primero, atendió a una estudiante. La chica le pidió un café americano y una rebanada de pastel de chocolate. Lo recordaba y su libreta de ordenes tampoco mentía, porque eso fue lo que anotó en ella. Sin embargo; tan pronto dejó el pedido en la mesa de la estudiante, la chica le dijo que el pastel lo había pedido de fresa y no de chocolate. Young Jo, amablemente, trató de recordarle que ella; en efecto, había pedido el pastel de chocolate. Sin embargo, al ver que la chica seguía firme con su idea de querer su pastel de fresa, tuvo que ir a cambiarlo. Porque tampoco quería tener problemas en su primera semana en aquella cafetería.

También le había tocado atender a una pareja con, a su parecer, ciertos problemas de comunicación. Porque tan pronto dejó el jugo de arándano y un té helado; pedido que el chico ordenó por ambos, la chica se molestó. Aún podía recordar la discusión de la pareja:

-¿Acaso quieres matarme? ¡Soy alérgica al arándano!

-¿Cómo lo iba a saber?

-¡Lo sabes! ¡Te lo he repetido muchas veces! -Y con eso, la pareja se fue del lugar sin siquiera pagar por las bebidas que ya les había servido.

Pero ahora despejaría mente. O, al menos, eso quería hacer hasta que escuchó como alguien decía su nombre escandalosamente.

-¡Young Jo! -Kim apretó los ojos e hizo una mueca al reconocer a Tae Sik-. Eres un buen compañero nuevo, ¿sabías? -El chico se acercó hasta donde Young Jo se encontraba y, al percatarse de esto, Kim se sentó para ver al otro con los ojos entrecerrados. Aunque no llevaba muchos días ahí, podía notar que Tae Sik quería algo.

-¿Qué quieres exactamente?

-Oh, vamos, ¿de verdad crees que soy ese tipo de persona? -Interrogó Tae Sik, fingiendo indignación. Young Jo rodó los ojos y el chico entendió que debía ir al grano-. Hay un chico en la mesa diez y no se ha ido desde hace mucho rato. ¿Puedes preguntarle si va a ordenar algo más? Ya me he acercado muchas veces a preguntarle eso y en todas me ha dicho que no. Así que pensaba, ya sabes...

-No -Young Jo rio al escuchar a Tae Sik quejarse y, sabiendo que no podría disfrutar de su descanso con aquel chico ahí, decidió salir de los vestidores. Una vez fuera, Kim miró en dirección a la mesa de la que su compañero le habló y se llevó una ligera sorpresa al ver que Hwan Woong se encontraba ahí. Concentrado y anotando algo en su tablet, además de tener una taza de café en la mesa.

-Bien, lo intenté. Tendré que ir ahí otra vez y...

-Yo lo haré -Young Jo interrumpió a Tae Sik y, sin dejar que su compañero dijera algo, Kim tomó una de las cafeteras que tenía cerca. Para comenzar a acercarse, lentamente, hasta donde el castaño se encontraba sentado. Una vez llegó, aclaró su garganta y dijo-: ¿Quieres que te sirva otro poco? -Señaló la taza.

Al instante, el castaño apartó la mirada de su aparato y la puso sobre el mayor. Quien, evidentemente, se sentía nervioso por lo primero que Hwan Woong fuera a decirle.

-Ah... Sí -eso fue lo único que dijo y, suspirando para tratar de tranquilizarse, Young Jo sirvió un poco de café en la taza. Mientras lo hacía, Hwan Woong miraba de reojo al mayor con una mueca en el rostro. Por lo que, luego de ver a Young Jo terminar de servir la bebida, preguntó-: ¿Trabajas aquí o estás siguiéndome? Porque empieza a ser extraño que, últimamente, estés en los mismos lugares que yo.

Decisión [RavnWoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora