El diario de Marina

EL DIARIO DE MARINA PARTE 4 "EL COLGANTE DE FUEGO"

CAPÍTULO 4:

Lunes-10/4/2020-Hola querido diario, hoy es lunes y hemos decidido ir a por el colgante de fuego. Esta mañana lo hemos pensado y nos ha parecido buena idea, porque la pierna la tengo bastante bien, y ya estamos con suficientes fuerzas para ir a por el segundo colgante. La primera vez nos pillaron incidentes por sorpresa, pero esta vez no ocurrirá, porque vamos bien preparados, Hugo conocía una tienda antigua de cosas de supervivencia y para allí nos fuimos, pillamos lo que creíamos más necesario, sobre todo cogimos comida ya echa y ropa, porque la que llevábamos ya no era muy agradable de oler, esa tienda parecía echa para nosotros. Llegamos a casa y como no, Hugo hizo la comida, como era de esperar estaba buenísima, más tarde, cogí el libro de "Las leyendas más antiguas de La Torre" y me puse a investigar sobre algo sagrado más importante de lo normal, y no sabes lo que me costó encontrarlo, ¡ese libro es enorme!, pero cuando digo enorme es enorme no exagero, se lo enseñe a Hugo y ponía que por una horrible maldición, un monje tubo que enterrar los tres elementos más sagrados, porque si no lo hacía, el infierno se desataría y la única manera de pararlo era esa. Abajo de la escritura había una imagen de un mapa muy extraño, no era uno corriente, pero lo dejamos estar. Como era evidente no escribieron nada sobre los objetos que fueron enterrados, pero menos mal que tenemos a mi abuelo y se lo podemos preguntar. Como la tele de mi casa ya no funcionaba, fuimos a comprar una de la época, para no aburrirnos, la montamos, la encendimos y gualá, nuestro aburrimiento se acabó. Mientras cenábamos vimos una programa muy entretenido, ha Hugo no le gustó pero muy divertido. Buenas noches.

Martes-11/4/2020-Bueno diario hoy hemos tenido un día movidito, me explico. Ayer mirando el libro de "Las leyendas más antiguas de La Torre" encontramos como conseguir el colgante de fuego y al final del texto había un mapa que no conseguíamos entender y nos pareció buena idea ir a preguntárselo a mi abuelo, suponíamos que el sabría leer el mapa. Fuimos a su casa y ahí estaba, mirando la tele, sacamos el libro, pusimos la página y se lo enseñamos, leer mapas no es su punto fuerte, pero nos consiguió algo de información. Nos dijo que el tampoco sabía cuáles eran los tres objetos, pero si nos dijo dónde estaban enterrados, están en tres puntos diferentes y forma un triángulo, el primer objeto se encuentra en la iglesia del centro del pueblo, y los demás, el las capillas de las afueras del pueblo y para crear el colgante de fuego tendríamos que hacer un ritual, que se basa en poner sal donde encontremos el objeto sagrado, ir al centro del triángulo, y ya sabríamos que hacer con todos los objetos. Nos fuimos para casa y nos pusimos a pensar cuales podrían ser los objetos enterrados y tan misteriosos. Comimos y nos fuimos en busca del primer objeto enterrado, mi abuelo nos dio un mapa más nuevo para ubicarnos mejor y nos señaló las dos capillas, porque la iglesia ya sabíamos dónde estaba. Nos llevamos el mapa, una linterna y agua. Al llegar a la iglesia tuvimos tan mala suerte que estaban haciendo misa y nos tuvimos que esperar a que acabara, ¡ madre mía! duró una hora, entramos y le preguntamos al padre del pueblo cual era el objeto más sagrado que hay, ¡nos miró con una cara! y para disimular le dijimos que era para una tarea de clase, y nos dijo que habían varios objetos, pero los más sagrado es la cruz y el cáliz, le dimos las gracias y nos escondimos en el baño hasta que se fue, nos aburrimos un montón, pero no tardó mucho en cerrar la iglesia, salimos y nos pusimos a pensar donde podrían haber enterado el objeto, y recordando lo que dijo padre lo más sagrado es la cruz y el cáliz, pero la cruz estaba a la vista, entonces lo único que podía ser era el cáliz y estuvimos buscando por todos sitios, miramos si había algún baldosín suelto debajo de los bancos, por las habitaciones etc... Como no lo encontrábamos por ningún sitio, me pare y me puse a pensar donde están los cálices normalmente, y ¡cómo no se me ocurrió antes!, ¡están en el altar! mire debajo y estaba muy oscuro cogí la linterna y bingo, llame a Hugo y vino corriendo, quito la baldosa y entre mucho polvo lo vimos, ahí estaba el cáliz, lo cogimos, pusimos sal, nos fuimos a cenar a un bar y nos marchamos a casa.