-recuerden, cumplan sus objetivos, o los mataré- shigaraki dio la orden y todos se adentraron en el bosque para realizar sus misiones ya encargadas.
Era la noche, los estudiantes realizaban una actividad y era mejor para los villanos aprovechar este momento.
Toga, por su parte, debía recolectar sangre de los estudiantes para utilizar su quirk.
Con velocidad, se movió por los bosques en busca de sus objetivos.
Las semana pasaron volando, al igual que su tiempo con izuku.
Era divertido, demasiado, a veces le gustaba molestarlo y ver sus tiernas reacciones.
Se jodia mentalmente por encariñarse aún más con él, al punto de abrazarlo cuando llega.
3 semanas, donde su relación y afecto con el peliverde fue creciendo poco a poco.
Sonrió debajo de su máscara y en eso, escuchó un tremendo impulso de aire de la montaña.
Ese era el quirk de izuku, el que vio en el festival y también en la batalla de hosu.
Fue demasiado, incluso más del que puede soportar.
Quizás, el enemigo al que se enfrentó era muy fuerte y eso lo acorraló a usar toda su fuerza.
Solo sabía que había uno de los integrantes que pueden emparejar a izuku en fuerza.
Muscular.
Y ese estallido era de el más fuerte como un golpe de all might.
Izuku lo derrotó, está segura.
Debía moverse, ese chico era muy insistente y sabía exactamente qué se dirigiría a ayudar a los demas.
-ochako-chan, debemos irnos- toga escuchó una conversación en su movida y se detuvo al ver dos chicas.
Una peliverde y una castaña.
Sonrío.
-es un buen plan, asui-San- respondió ochako mientras que se disponía a correr de regreso a donde sus compañeros estaban.
Pero se detuvo y movió a la derecha evitando que 3 cuchillos se le encajaran en la espalda.
-¡asuí, abajo!- gritó ochako.
Asui se agachó evitando una patada y retrocedió para alejarse de su enemigo.
-¿ne? Son chicas muy hermosas, díganme, ¿quieren ser mis amugas?- preguntón la rubia con un sonrojo fuerte en su rostro.
Ochako tragó, esta chica liberaba fuertes intensiones asesinas que la hacian temblar.
Pero debía ser fuerte.
Apretando los puños, la chica se puso en guardia.
Toga, en un impulso, sujetó su cuchillo y se lanzó a ochako para que esta desviara su mano con un golpe en la muñeca y conectara un rodillazo en su estomago.
Pero toga era flexible, dio una voltereta hacia adelante para conectar uno de sus talones con el hombro de uraraka y hacerla perder el equilibrio.
-¡ochako!- asui, con su lengua, atrapó a toga para que no tocara a su amiga.
Pero vio que las manos de toga estaban vacias.
-(¡¿donde esta el cuchillo!?)- pensó aterrada y cuando la mascara de toga bajó, esta lo tenía entre sus dientes con una sonrisa.
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Un simple movimiento de boca, acomodo el cuchillo y lo enterró en la lengua de asui provocando que la soltara.
Pero antes de que apuñalara nuevamente a la peliverde, uraraka apareció detras de toga y la acorraló en el suelo con una llave de sumisión.
-no te muevas- le dijo- asui, ¿te encuentras bien?-
-si...solo un pequeño rasguño- dijo volviendo a colocar su lengua dentro de su boca, aunque aun le duele.
-jeje, veo que me confie con ustedes, pero me gusta eso...igual tu...uraraka ochako...sabes, me gusta un chico, y se cuando una chica le gusta un chico y tu mirada se ve que alguien te gusta-
Ochako frunció el ceño por la sonrisa de toga.
-¿que sanitarias si ese chico le gusta alguien mas y se va con ella por causa de tu lentitud y miedo?Respondeme...ochako-
Un punzante dolor en la pierna de ochako fue suficiente para sacarla de sus pensamientos y mirar que la atacaba.
Una jeringa que absorbia su sangre por un tubo.
Toga la había atrapado, desde un principio, y si la soltaba puede que sea peor.
Pero unos paso alertaron a toga y se alejo de la castaña.
-me temo que no podremos jugar mas...espero que nos veamos/
Las chicas vieron como un rayo verde se lanzaba hacia la rubia y la embestia para alejarse de ellas.
-¡izuku!-
Rodó, rodó, y rodó.
Para que toga terminará debajo de él.
Miedo, confusión, tristeza, decepción.
Era lo único que ella podía ver en la mirada del peliverde.
-¿por que...toga?-
...
Despues de comer, la joven tomó el otro plato y lo dejo cuabierto con plastico.
Miró el relog. 9:30 am
-debo apresurarme-
Vistiendose, la joven se puso algo para pasar desapercibida y salió de la casa luego de despedirse.
Fue a una tienda a hacer los deberes para luego pagar y marcharse.
-espera...- ella volteó y vio a un hombre algo viejo.
