Rosas para ti [✔]

"Una carta"

Siempre pensé que eso de las notitas de amor, o el amor en sí, era algo abstracto, de lo que todo el mundo habla, pero nunca llegas a vivir en carne propia.

Aspiraba algún día hallar el amor, y vivirlo como se supone que debe ser de acuerdo a lo que nos muestran las taquilleras películas de Disney.

Al parecer alguien se había dedicado a hacer mis sueños realidad, y por muy romántico o cursi que suene, no me daba la menor gracia, era algo que me tenía inquieto, y tanta inquietud era provocada por el desconocimiento de la persona que estaba detrás de esto.

Al abrir mi casillero como cada mañana, se desprendió un pequeño papelito doblado a la mitad de color rojo. Al principio pensé que era alguna broma cruel y esas cosas típicas del bullying, que acepto nunca me ha tocado vivir, quizás soy invisible hasta para los abusadores, ¡menuda suerte la mía chavales!

Una pequeña nota aparecía impresa:

"Alex: ¿no te gustó la rosa que te regalé?"

Una simple pregunta, pero sin margen de equivocación, era seguro que la nota iba dirigida a mí. Dentro del papel doblado había un pétalo de rosa roja como firma. No había remitente.

Agarré las cosas que necesitaría para la clase de Matemática, como cada lunes y me encaminé al salón. Dejé los libros sobre el pupitre y me dirigí hacia donde estaba Paula, acompañada casualmente de Gael.

Recordé que aquella vez Beltrán había curioseado acerca de la rosa, así que con esperanzas de que resolviera mis dudas le hablé.

—Hola Paula. ¿Qué tal Gael? —saludé a ambos chicos.

—Hola Alex —dijeron al mismo tiempo haciendo que los tres soltáramos una pequeña carcajada.

—Paula, si no te molesta me gustaría hacerte una pregunta —dije un tanto nervioso.

Ella y Gael compartieron una mirada cómplice, luego asintió.

—¿Sabes quién me regaló la rosa el lunes pasado? —solté sin más.

—¿Qué te hace pensar que tengo la respuesta a tu interrogante?

—Pues, que fuiste la única en preguntarme sobre ella.

—Soy muy curiosa Alex, y no me pasó por alto la presencia en tu pupitre antes de que llegaras —dijo resuelta.

—Ya somos dos. Hoy por la mañana me he encontrado esta nota en mi casillero.

Le tendí el pequeño papelito. Gael que hasta ahora se había mantenido al margen de la conversación opinó.

—¿No tienes ni idea de quién pueda ser?

—No, hasta hace una semana era invisible.

—Alex, he llegado a la conclusión de que tienes un admirador secreto —afirmó Paula.

—Paulita, ¿estás segura de eso? —le preguntó Gael riendo con sorna . Ella lo fulminó con la mirada. —No hay que ser un genio para llegar a esa conclusión.

—Quizás se trata de una broma —agregué muy seguro.

¿A quién le iba a gustar yo, Alex Gutiérrez? A nadie.

—No debe de ser una broma —apuntó Gael.

—Concuerdo contigo —le apoyó Paula.

—¿Me ayudarán a averiguar quién es?

—Cuenta con nosotros.

A la hora del almuerzo, compartimos mesa y nos dedicamos a sacar teorías sin fundamento acerca de quién podría ser mi "admirador".