CONEXIÓN DE AMOR

Capítulo Siete

Zoé
Llegué a la playa por tercera vez, me faltaba sólo un día para volver al trabajo.
Al llegar a playa se notaba vacía a diferencia del resto del tiempo, no me disgustaba que hubiesen pocos, lo contrario me ayuda a disfrutar mejor el ambiente calmó de la orilla y las olas mientras ambos se acarician al compás.
Quedé hipnotizada al ver el atardecer, tenía un bello color. Estaba concentrada viendo las gaviotas revoloteando a lo lejos, y de la nada la mirada de aquella encantadora chica robó toda mi atención, el sólo recordarla me hacía perderme dentro de ese dulce recuerdo. Recordé el día en que la conocí y entendí al instante que me pasaba desde entonces, tenía muchas ganas de verla una vez más, pensaba justo en esa probabilidad y veo contra el reflejo del sol la silueta de una chica que al principio sólo alumbró un deseo y de a poco se tornó en realidad al ver como mi fantasia se acercaba de a poco. El ladrido de un perrito ansioso se apoderaba de la escena tan calmada, esa ansiedad por tocar todo a su alrededor, no me dejaban dudas, era el mismo, al final de desearlo tanto sucedió, era Alice y su pequeño Max. Quería sin duda alguna correr tras ella, y estuve a punto de salir disparada a saludarle, pero mis piernas no respondieron, una absurda quietud colmó mi cuerpo, perdí las fuerzas por un segundo y al siguiente el valor para ir, ahí sentada bajo la sombra de una palmera frondosa, buscaba las formas de llamar su atención, quería que me notase, lo deseaba desde el fondo del corazón y si mi voz y piernas se negaban a responder encontraría la forma de lograrlo. No podría perdonarme perder está oportunidad quería saber de ella, lo necesitaba de verdad.
Ella de la nada camino hacia la orilla, se desabrochó las sandalias mientras el perro le arrastraba hacia las olas, pensé de inmediato que debía hacer lo mismo, con la vista fija al suelo yacía ella frente a mi, me acerqué de a poco con sigilo, justo al ver mis pies ella levanta la mirada y justo queda frente a mi, retrocede sorprendida y un pequeño tronco desprendido de algún árbol cercano se interpone en su camino, no puede evitar caer de espaldas y por instinto se aferró a mi brazo, sin poder soportar el peso de la caída ambas fuimos directo al agua fría de una playa donde el sol daba ya su último aliento.

Mis amores los Quiero mucho 😍