Un pelotón de paracaidistas alemánes desciende sobre una base enemiga, tras entablar el combate con los enemigos y ganar, revisan el lugar...para darse cuenta de que no solo los soldados son sus únicos enemigos.
Una leve alarma empezó a sonar, luces rojas parpadeaban en todas las salas, parecía ser la alerta de combate. Los marineros se movilizaban a sus puestos de combate, corrían a la sala de torpedos que anteriormente había sido limpiada por personal del submarino. Otros marineros se posicionaban en la sala de motores, sala de observación y sala de máquinas.
Sala de mando y control:
Capitán: Convoy avistado, 1,200 metros, aumenten la velocidad.
En la sala de máquinas se recibió la orden de aumentar la velocidad, así se hizo por parte de los maquinistas.
Capitán: Convoy a 1,000 metros, carguen torpedos 1,2,3 y 4.
En la sala de torpedos se cargó completamente la bahía de de carga de los torpedos.
Capitán: disparen torpedos 1 y 2 al buque mercante que lidera la formación
Se dispararon los 2 torpedos, estos iban en camino a su primer objetivo. Luego de unos 40 segundos de espera, impactaron los torpedos en el buque que lideraba la formación, este empezó a incendiarse.
Capitán: Primer buque mercante destruido, disparen torpedos 3 y 4.
Los torpedos se dispararon al siguiente buque de carga. Impactaron en un costado del buque mercante británico, esteprocedió a hundirse lentamente.
Capitán: Recarguen los torpedos, fijen el tercer buque de la formación, ese destructor ligero británico y disparen los 2 primeros torpedos.
Se recargaron los torpedos, los 4 ya estaban listos, se prosiguió a disparar los 2 primeros torpedos. Se confirma el impacto desde el periscopio de la sala de mando.
Capitán: Excelente trabajo, es hora de irnos de este lugar, nos quedaremos sin munición pronto y debemos guardar algo en la reserva por si nos volvemos a encontrar buques enemigos. Sala de máquinas, desciendan a 70 metros, tenemos que mantenernos a una profundidad media y esperar a no ser vistos por algún avión de reconocimiento británico.
El submarino empezó a descender, se llegó a la profundidad deseada por el capitán.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la sala donde estábamos durmiendo el resto de combatientes y los capturados:
-Hanz-: ¡Regresen a dormir! Solo fue un poco de ruido, no se alteren.