2. Dolor

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+18 Contenido sensible.

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Observaba a su esposo comer en silencio, al parecer la comida estaba bien así que no tenía nada por qué preocuparse. Estaba tranquilo, demasiado tranquilo, normalmente el temperamento de Shane era agresivo, cualquier pretexto era bueno para pelear, pero esa ocasión estaba disfrutando la comida en completo silencio.

-J-Joe... -Finalmente se animo a hablar para romper el abrumador silencio, y aunque su voz sonaba tímida y se moría de miedo decidió continuar. –Dijo que la patrulla estaba lista y que podías pasar por ella cuando quisieras.

-De acuerdo, pasare mañana y le pediré que la traiga para que la recibas.

-Ok. –Hanna se levanto rápidamente para lavar el plato sucio que Shane había utilizado y mientras ella le daba la espalda él la observaba de arriba abajo, Hanna era preciosa y aunque sus curvas no eran pronunciadas tenía un bonito cuerpo, sin duda Shane era un hombre verdaderamente a afortunado y la mayoría de los hombres del pueblo lo envidiaban.

Su cuerpo se sobresalto cuando sintió las manos del hombre rodear su cintura, su nariz se hundió en su cuello aspirando su aroma y su cuerpo se pego al delgado cuerpo de ella, sus manos intentaron entrar en su falda y se tenso.

-¿Qué pasa? –Pregunto el hombre, jadeante. -¿No quieres? –Quería resistirse y decir que no pero sabía que le iría peor.

-¿No estás cansado? –Sintió en su garganta como se formaba un enorme nudo sabiendo lo que iba a pasar.

-Para ti jamás nena. –"Nena", ese mismo apodo utilizaba Daryl con ella sin embargo escucharlo de los labios de Shane la hacía sentir incomoda. De forma brusca la giro hacia él y la beso salvajemente, Hanna no quería pero aun así le correspondió sintiendo sus manos apretar su trasero.

-Hay un favor que quiero pedirte. –Interrumpió sus besos intentado calmar su agitada respiración. –Quiero ir al hospital a ver a mi mamá.

-De acuerdo. –Respondió y volvió a besarla. –Te llevare mañana.

-Tengo que terminar los trastes sucios. –Dijo ella jadeando.

-Hazlo rápido... Te espero en la habitación. –Le dio un azote y se fue dejándola sola, Hanna intento tranquilizarse, cerró los ojos y respiro profundamente para después seguir a su esposo.

Lo escuchaba gruñir en su oído, Shane tenía su rostro enterrado en su cuello, Hanna evitaba que viera las muecas de dolor en su rostro, Shane era así, llegaba directamente a la penetración sin juegos previos y era demasiado rudo. Shane gimió fuerte y se derrumbo sobre ella, Hanna cerró los ojos y suspiro aliviada pues esa tortura por ese día había acabado.

...

Shane estaciono la patrulla que Rick le había prestado frente al hospital y se giro hacia Hanna ganándose una pequeña sonrisa de parte de la chica.

-Gracias por traerme. –Shane se limito a sonreír y le planto un beso salvaje robándole el aliento. –Papá me llevara a casa así que no te preocupes. –Continúo ella después de besarlo.

-De acuerdo. –Hanna salió de patrulla y se despidió de él con la mano.

...

-¿Y cómo te sientes? –Pregunto a su madre.

-Mejor cariño, no tienes por qué preocuparte. –Lucille le sonrió a su hija notando su semblante más decaído de lo normal.

-El médico nos dijo que probablemente si sigues mejorando te deje salir por tu cumpleaños. –Hanna se escuchaba entusiasmada –Podríamos ir a algún lugar a comer.

-Claro que si cariño. –La sonrisa de su madre se borro cuando noto una pequeña marca en la clavícula de la chica. -¿Y esto? –Pregunto acercando suavemente su mano.

-No es nada. –Respondió Hanna alejándose, había olvidado por completo cubrir esa parte. –Shane y yo... tuvimos una noche un poco... loca. –Dijo riendo intentando verse coqueta para hacerle creer a su madre que lo que había pasado no era más que una noche normal de intimidad en pareja. Lucille fingió una sonrisa sabiendo perfectamente lo que posiblemente había pasado y no dijo nada más.

-Tu padre no tardara en llegar y casi es mi hora de la comida. –Ambas se sonrieron y pasaron el resto del día juntas sin mencionar absolutamente nada.

...

Aproximadamente a las 8 de la noche Negan estaciono el auto frente a la casa de su hija, Shane los esperaba en la entrada con los brazos dentro de las bolsas del pantalón fumando un cigarrillo, Hanna conocía perfectamente ese semblante, había hecho algo mal, ¿pero qué?

Negan bajo del auto y abrió la puerta del copiloto para que Hanna bajara, le agradeció a su padre y él la abrazo, cuando se separaron Shane se coloco detrás de la chica rodeándole la cintura con un brazo.

-Shane.

-Negan. –Se saludaron de manera seca. –Buenas noches cariño. –Le sonrió a su hija y ella le devolvió la sonrisa al mismo tiempo que se despedía de él con la mano y lo veía subir a su auto para irse.

Sintió un nudo formándose en su garganta en cuanto su padre se fue y el miedo la invadió, no quería entrar a su casa y aun así lo hizo, sintiendo la mirada de Shane que le seguía los pasos. Se dirigió a la mesa de la cocina para dejar su bolso pero no alcanzo a llegar porque sintió un tirón en el cabello que le provoco gritar.

-¡¿Dónde carajos estabas?!

-¡Estaba cenando con papá! ¡Lo siento! No quería llegar tarde pero el tiempo paso muy rápido. –Comenzó a sollozar y las lagrimas bajaron por sus mejillas. –Perdón.

Shane respiraba agitado y apretaba cada vez más el agarre en el cabello de ella, lastimándola. La soltó bruscamente haciendo que se tambaleara.

-Me largo al bar. –Sin decir nada más salió de la casa dando un portazo, dejando a su esposa en un mar de lagrimas y temblando.

Se fue a la cama y en ella se desahogo hasta quedarse dormida, su sueño era tranquilo a pesar de todo, sin embargo fue interrumpido por suaves caricias en sus piernas, Hanna despertó y lo vio a los pies de la cama.

-Shane... -El no la escucho y tiro de sus tobillos acercándola para después subirse sobre ella y comenzar a besarla. –No... espera... estas borracho. –Sintió sus manos adentrarse en su camisón de manera salvaje. – ¡Shane! ¡No! –Grito he intento forcejear pero lo único que logro fue recibir una bofetada. -¡Así no! –El hombre sujeto sus manos y volvió a golpearla una y otra vez hasta que su labio sangro y Hanna casi pierde la conciencia.

-Date la maldita vuelta. –La giro bruscamente y le arranco la ropa interior. Entro en ella de forma salvaje y la chica grito mientras las lágrimas bañaban su rostro una vez más y sentía el sabor de la sangre.

-¡Me duele! –Para callarla Shane coloco su mano sobre su cabeza aplastándola contra el colchón, y así la dejo durante un rato que pareció una eternidad, hasta que termino exhausto y cayó rendido a su lado. Una vez se quedo dormido Hanna se levanto lentamente y como pudo llego al baño, se encerró y viéndose al espejo lloro por tercera vez esa noche.

Illicit Affairs (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora