25 (Lizkook Historia corta)

Epílogo

Me he quedado con el alma rota. Un soplo eterno estremece mi corazón cada que este late.

¿Dónde estarás, ser de ese universo?

¿Es que lo he soñado solamente?

¿Es producto de mi desesperación?

Ni siquiera puedo asegurar que Hwasa existe porque nunca la volví a ver después de regresar. He regresado y mi familia me ha dicho que sólo he estado dormida.

Nuestro encuentro parece haber sido del tercer tipo. Parece que he visto a Jungkook en ese plano que va más allá de mi conocimiento. Quizás en mi imaginación, en mi inconsciente. Y, sin embargo, me pregunto cómo puedo echar de menos a alguien que no existe con tanta intensidad.

El viento huracanado de octubre hurga en mis cabellos como si necesitara encontrar signos de cordura en mi cabeza. Quiero descubrir el sitio donde este se origina, pero es imposible. No sé de dónde nace el viento, sólo sé que me envuelve toda y que entonces se marcha. Casi puedo extrañar las horas que estuve en el pasado, extraño la tormenta de calor y la lluvia enfurecida. Extraño la persona que fui, nació y murió allí.

Me siento fragmentada a cada momento. Un trozo pesado y de consideración he abandonado mientras estaba en 1954. No veo nada igual. Este nuevo principio me hiere por completo. ¿Existirá esa posibilidad que busco? Y si encuentro a Jungkook, ¿será como la primera vez?

Durante el día digo su nombre tantas veces que mis labios se han acostumbrado a musitarlo sin tener intención. A veces creo verlo en otros y hasta siento su presencia, pero nunca aparece. A pesar de que crea que no es tarde para volver a vernos no hay tiempo ni lugar para nosotros. Hemos sido condenados al suplicio de perdernos. Incluso si el cielo nos regala una segunda oportunidad, tarde o temprano nos habremos de perder otra vez.

En algún momento ocurre.

Y no estoy segura de cómo ni cuándo.

Pero pasa así, como la primera vez, sin haberlo esperado ni pedido.

Viajo a otro plano, pero ahora no al pasado ni al futuro, sino al presente mismo, pero de otro universo, a una línea paralela a la mía. Allí existe una versión de mí misma. Soy yo, aunque no una réplica exacta.

Esta Lisa es pelirroja, lleva gafas, tiene poquitos quilos de más, es tímida y además torpe, lo noto por la manera en que corta las verduras que selecciona de la encimera de una bella casa, muy de acuerdo a lo que esperaría de un hogar en mi presente. La miro a través de la ventana abierta de la cocina, pero ella no me ve. Y yo no sé qué siento, sin embargo, sé que no se trata de miedo. Es ternura, es empatía. Nunca me hubiera imaginado ver esta versión tan distinta de mí.

Me preguntó qué propósito tengo al estar en este sitio. Y es así hasta que esa Lisa se corta un dedo y grita.

—¡Joder, que me he cortado!

Hace algo que es impensable para mí: chuparse la sangre que le sale de la herida.

Entonces la verdad se me aclara. Desde varios metros de distancia observo que unas manos blancas y nudosas cogen las de Lisa para auxiliarle. Sufro un vuelco en el corazón cuando un joven más alto que ella se aproxima rápidamente.

—Amor, te dije que me dejases hacerlo a mí —toma una toallita y le limpia la sangre ante su gesto avergonzado—. Luego te haces daño. ¿Te duele mucho?

Cuando se aparta la melena negra del rostro, el centro de mi corazón figura vibrar. Alguna unión de energías se centrifuga y me hace querer acercarme para tocarlo.

Lo he encontrado. Es él..., Jungkook, o al menos una versión nueva de este.

Este Jungkook no parece un soldado, sino un joven emprendedor que no es duro ni receloso, sino gentil, amable y delicado. Es él, pero al mismo tiempo no.

Siento cómo mi corazón se rompe al reconocer la verdad. Ninguna de estas personas comparte nada conmigo. Esa Lisa no soy yo. Ese Jungkook no es el que conocí antes. Él no es un ángel caído. Él es humano.

Al final nos vemos, pero no como ocurrió en la primera vez. En este plano sólo existe una Lisa diferente y un Jungkook diferente que sí pueden estar juntos. Ellos se aman, lo compruebo al verlos abrazarse y besarse. ¿Se supone que debería usar esto como consuelo para mi desgracia? Pero no sirve. En mi mundo, mi plano, el amor de mi vida ha nacido para estar sin mí. En mi mundo, yo sigo sin poder estar con Jungkook. ¿Algún día lo veré de nuevo?

Mientras lo descubro, seguiré buscando. Puede que los demás lo vean incluso si no me creen. Pueden pasar muchas cosas, en realidad. Tal vez algún día acepte por fin que nada de lo que he visto ha sido real. Tal vez algún día deje de buscar a Jungkook para siempre.

❥❥❥perdonadme, he visto muchas historias de ciencia ficción jsjsjsja :(( gracias por darle una oportunidad a esta historia tan extraña y depresiva. nos leemos en algún otro punto!❥❥❥