Capítulo 2: Una historia que contar

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Narra Amber...

Apenas vengo llegando a este pueblito, y toda la gente de aquí es bastante buena, no había hecho ningún amigo por los momentos; pero finalmente llegó un nuevo amigo que me parece bien agradable, su nombre es Wirt, parece ser algo simpático y un buen chico, aunque me siento un poquito mal por el susto que le llevé con mi sable XD. Lo quisiera conocer un poco más... también le quiero contar sobre las cosas que podemos hacer los humanos con nuestros "poderes" aunque creo que... todavía no sabe que los tiene. Bueno, esperaremos a llegar a su casa, para contarle algo... Aunque me agrada mirar las hojas en el otoño, nunca había visto cosas tan bonitas desde que era pequeña... Ya por lo visto Wirt tiene la vista puesta en una casa, creo que es la suya, sencilla, pero se ve agradable para quedarse un tiempo, hasta que encuentre el modo de volver a casa, y cumplir la misión que prometí hacer...

Amber: *mirando la casa y señalando con su dedo* ¿esa es tu casa?

Wirt: si, esta es... vayamos pasando...

Amber: ok *se le forma una sonrisa*

Pasan para adentro de la casa, se ve muy bonita. Piensan ir a la parte de arriba, en donde está la habitación de Wirt, había otras 2 puertas, seguro eran las del cuarto de los padres de Wirt, y el de su hermano. Van caminando por el pasillo hasta que entran al cuarto...

Amber: bonita habitación...

Wirt: gracias. La tengo un poquito desordenada, pero... tranquila, yo la acomodo *empieza a recoger unas poquitas cosas que estaban tiradas en el suelo*

Amber: oh... yo te ayudo... *se pone a recoger*

Wirt: ah... que lindo de tu parte, ¿así estabas también en tu casa?

Amber: si *sonríe*, yo siempre daba una mano en mi casa, mis hermanos, aunque me cuidaban mucho, yo me preocupaba mucho por ellos. Siempre estábamos juntos, jugábamos mucho, me educaron, al igual que viejos amigos de ellos, y de mi mamá.

Wirt: Ah... que bueno *termina de recoger*. Si quieres puedes pasar la noche aquí, te presto uno de mis suéteres para que lo uses de piyama.

Amber: Gracias.

Wirt: ya lo busco *abre la puerta* si quieres toma una hoja *señala el escritorio*. Allí también tengo algunos lápices y plumones. Si quieres puedes dibujar...

Amber: claro... me suena bien, tómate tu tiempo...

Wirt: ok... *sale del cuarto y cierra la puerta*

El joven del pelo castaño baja las escaleras hasta el sótano, donde como ya saben algunos, suele ser el sitio en donde lavan la ropa. Revisa la cesta de la ropa, para ver que suéter encontraba. Después de tanto buscar, encontró uno color verde, pensó que le gustaría... ¿por qué razón? No se sabe aún, eso se verá muy pronto...

Ya sale de la habitación, y sube las escaleras, cuando escucha que la puerta está sonando. ¿quién podría ser a esta hora tan tarde fuera de casa? El muchacho decide bajar un momento de la escalera para abrir la puerta. Para su sorpresa cuando abrió la puerta, era su hermanito que regresaba de jugar, y tenía consigo a la rana, a la cual le había puesto de nombre: Jason Fonderberker...

Wirt: *con cara de un poco de preocupación* Greg... ¿Qué hacías a esta hora afuera? Te dije bien claro que regresaras temprano...

Greg: es que me perdí un poco, *alza a su rana* este pequeño travieso se me había escapado...

Wirt: *le dio algo de gracia* bueno, la próxima vez que salgas con él, tendrás que llevártelo con correa...

Greg: bueno, mejor así... *le mira el otro suéter que tiene en la mano* ¿y eso para qué es?, ¿vas a ir alguna parte?

La Leyenda de EtherwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora