01. Taehyung

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"¿Donde estoy?" Pensé al despertarme en un lugar desconocido, habían muchos árboles, con hojas de un color naranjo, unas en las ramas de los árboles y otras en el pasto.

Me puse de pié y camine lento, sentí el viento en mi cuerpo, era muy frío y se me puso la piel de gallina, vi abajo, y me di cuenta que solo tenía una remera blanca que me llegaba un poco más abajo de mis muslos, era de manga larga, pero no tenía nada puesto abaja, ni siquiera calcetines. Camine rápido por un camino que había por, al parecer,  el "bosque", pero unas voces me detuvieron, una se me hacía conocida y otra no.

—¡Ya te dije que tienes que recibirlo! —Grito una voz ronca, luego escuche a alguien toser, supuse que era la misma persona que hablo— Yo estoy resfriado y no quiero que el nuevo demonio se resfrié recién llegando al mundo, tendrás que ir tú, Yoongi.

¡¿Yoongi!? ¡,Yo reconozco ese nombre!

—El puede venir solo, además, siempre eres tú el que recibe a los nuevos, no yo. Ve tú, yo iré a ver las flores, ¡Adiós!

—No, no, no, ¡Ven a– —Escuche como otra vez tosió— Lo recibirás y punto. Ve.

—¡Como fastidias, aún siendo mi familia, me dan ganas de golpearte, Geum-Jae!

Próximamente, escuché unos fuertes pasos venir, me escondi detrás de un árbol cerca mío e intenté ver de detrás del árbol a ese tal "Yoongi" que se me hacía conocido.

—¡Nuevoooooooooooo! —¡Pero qué desafinado por Dios! Hasta yo tengo mejor voz— ¡Sabemos que estás ahí, todos los demonios te esperan, no tengas vergüenzaaaaaa!

Bueno... No sería mala idea ver a ese Yoongi, quería dejar la duda de si conocía o no a ese chico.
Salí de mi "escondite" y pude ver un chico de espaldas, estaba con un pijama negro con decoraciones de Kumamon, con unas pantuflas con la cara de Kumamon también.
Su cabello desordenado y de un color azul tirando para negro.

—Eh... ¿Yoonji? —Dije tímido, el chico se dio la vuelta y abrió los ojos como platos— ¡Dios, no hagas esa cara, siento que piensas que soy feo!

—¡Eres tuuuuu! —Dijo gritando con el ceño fruncido.

—¡Soy yooo– Espera, ¿Quién era yo? —Me pregunté a mi mismo—
¿Como era que me llamaba?
TaeHyun... ¡TaeKun! No, no, no...

—¡Taehyung! —Grito el chico— ¡Eres ese niño malcriado!

—Emm... ¿TaeShun? No, tampoco, no puede ser ese nombre... ¡Ya lo tengo, es Taehyung!

—¿Eres idiota o que? ¡Yo te dije tu propio nombre, malcriado!
—Me miró enojado, pero después cambio su cara a una cara, impresionada por haci decirlo—
Ti– ¡Tienes alas de ángel!

—¡¿Tengo alas de ángel!?

—¡Tienes alas de ángel!

—¡¿Tengo alas!?

—¡Tienes alas!

Tomamos un fuerte respiro por gritar, mire a mi costado, y si, tenía alas, muy blancas, "¡Que lindas!" Dije en mis pensamientos, ignorando como el otro chico pateaba el pasto.

—¡¿Que hace un ángel aquí!?
—Dijo enojado, miraba todo mi cuerpo impresionado y enojado, pero se quedó viendo mis piernas— ¿Tienes frío o que?

—Eh, yo... ¿Nosé? —Mire mis piernas— Yo, creo que sí, ¿Me puedes llevar a otra parte que no sea aquí? Hace mucho frío en esta parte del...

—Bosque. —Dijo y asentí— Ahora ven, tengo que llevarte donde JungWoo, rápido, ven.

—Eh, ¡Si! —Camine detrás de el— ¿Yoongi?

—Mas respeto, niño, dime Hyung.

—¡Lo siento! —Dije rápido en forma de disculpa— ¿Yoongi Hyung?

—¿Aja?

—¿Quién es JungWoo? —Me dio una mirada rápida— ¿Es su familiar o algo así, Hyung?

—Es un amigo mío y de mi primo, Geum-Jae, es el chico que cuida mi hogar mientras no estoy en casa, su hogar está cerca de el castillo de Jungkook.

—¿J-Jungkook? —Dije tímido, yo reconocía ese nombre también—
¡Oh, Hyung! ¿Usted me conocía de antes?

—Pues, si... Te conocí cuando eras joven, tenías dieciséis años. Yo te conocí... En tu forma "Humana"
—Dijo con una sonrisa.

—¿Ya no soy un humano? ¡¿Soy una monstruo o algo así!?

—¡No, no quise decir eso! Pero, Taehyung. Tú ahora eres un ángel, ¿Me entiendes?
—Dijo poniendo sus manos en mis hombros— Eres un ángel, que está en el mundo de los demonios.

—¿S-Soy un ángel? Eso significa... ¡¿Que puedo volar!?

—Si, puedes volar... ¿Tae? Te puedo decir así, ¿Verdad?

—¡Si Hyung!
—Dije mirando mis alas.

—Pues si, Tae. Puedes volar, pero tienes que aprender a volar primero, no puedes arriesgarte.
—Dijo volviendo a caminar—
Tae... Tú, ¿Recuerdas a Jungkook, Jeon Jungkook?

—Siento que lo conozco, pero nosé si es así realmente, ¿Usted lo conoce, Hyung?
—Me puse a caminar a su lado.

—Oh... ¿No lo recuerdas? Bueno, pues... Yo tampoco lo conozco.
—Se quedó en silencio unos segundos— Tae, aferrate a mi espalda.

—¿Eh? Oh, okey, ¿Para que exactamente? —Dije haciendo lo que me dijo.

—Para esto —Lo siguiente que hizo fue agarrar mis muslos fuertemente pero sin lastimarme, luego empezó a mover sus alas.

Yo tenia mi cabeza en su hombro, pero la levanté de inmediato cuando me susurró un "Saca tu cabeza de ahí, necesito volar bien para hacer esto".
Empezó a despegar sus pies de el suelo y luego empezó a volar.

—¡No tengas miedo, Tae, te tengo bien afirmado!
—Dijo notando como me tambaleaba.

—Eh... ¡Esto es asombroso, Hyung! —Dije riendo.

—No te muevas o nos caeremos, Taehyung.

Minutos después de unos cuantos gritos, risas y casi dos chicos cayendo desde lo alto, llegamos a un castillo.
Gigante, a mi parecer.

—Esta bien, llegamos a mi morada. Ahora, ¿Te puedes bajar de mi espalda? Siento que me caeré en cualquier momento.

—Oh, si, lo siento. —Mire las puertas del castillo, eras grandes y de un café oscuro, pude ver a un chico viendo las flores en la entrada de la "Mansión".

—Ese es JungWoo, el chico que te hable, el además de cuidar mi hogar, es un buen médico, a pesar de que no es uno, aprendió de su Madre.

—¿En donde esta su madre, Hyung? —Dije viendo a el chico de pijama.

—Ella... Esta siendo cuidada en la casa de un primo de JungWoo, está muy enferma. Pero es mejor entrar antes de que la cena se enfríe, Geum-Jae debe de estar ya aquí.

—¡Si, ya quiero ver su hogar por dentro, Hyung!

—Okey, pues ven. Sígueme, Taehyung. —Dijo mientras se arreglaba el cabello— Ya tengo hambre.

Subimos unas escaleras antes de entrar por las grandes puertas.

—¡JungWoo! —Grito el dueño de el hogar, llamando la atención del nombrado— ¡Ven, acompáñanos a comer!

—¡Al fin llegas, hombre!
—Dijo sin importarle que el dueño del hogar se enoje, y pateo las puertas adentrándose al hogar.

Sonreí un poco por como reaccionó el chico y seguí caminando, ya adentrandome en el hogar, vi como luces iluminaban todo el lugar.

Oh por dios... ¡Que hermoso!










Memoriesyy

Una Flor Para Un Demonio 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora