「✿ T̷o̷d̷o̷ ̷p̷o̷r̷ ̷é̷l̷ ̷✿」

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Yashiro Nene una chica de veinte años que actualmente trabaja en una de las mejores empresas de Japón. Le encanta su trabajo, le alegra también tener unos buenos compañeros, entre ellos resalta su amiga Aoi, quien siempre la apoya en las buenas tanto como en las malas.

— ¡Buenos días! —

La de cabellos plata siempre decía eso al llegar, varios le conocían, otros ignoraban su existencia, mientras algunos murmuraban acerca de sus tobillos anchos.

Claramente ella sabía sobre sus apodos.

Entre ellos resaltaba uno en particular...

“D̶a̶i̶k̶o̶n̶”

Aquel apodo tan molesto, aunque sabía quien era el causante del mismo, le restaba importancia. Aunque hace tiempo le había reclamado, pero por más extraño que sonase, al tiempo se volvieron amigos, aunque claro, le sigue llamando algunas veces con el apodo. Le reclamaba diciéndole que sus piernas no eran eso, al fin y al cabo nunca lograba nada, tan solo aveces reían ante sus actitudes infantiles, ella tenía veinte años y el otro tan solo dieciocho.

— Buenos días, oh, Yashiro —

Sus ojos rubíes se posaron en el menor, quien sólo sonreía.

— Él niño y yo hemos pensado en que tal vez deberíamos ir a comer, si quieres puedes traer a Aoi, pero no pienso soportar a Akane — comento cruzándose de brazos — ¿Y bien? —

— Bueno... No es tan mala idea, además creo que debo decirles algo... —

— Hum... Tan solo espero y no te hayas enamorado otra vez — remarcó sus últimas palabras y suspiro — Bien, entonces hablaré con el niño y- —

— ¡Buenos días Senpai! —

— Ya no importa — dijo molesto el de ojos ámbar — Niño, deja de gritar, recuerda que una vez te quedaste afónico por un día por estar gritando — menciono viendo al otro —

— Tú cállate, Amane idiota —

— ¿¡Eh~!?, el único idiota que veo aquí eres tu —

La de cabellos largos terminó por suspirar, sus amigos llegaban a ser demasiado infantiles.

— Amane-kun, Kou-kun, será mejor que vayan a sus respectivos puestos, no queremos que el presidente Minamoto nos mande a llamar, no queremos que nos despidan — comento viendo a ambos chicos —

— Ugh... Es verdad... Tsukasa fue despedido por el escándalo que hizo con Natsuhiko — suspiro y desvío la mirada — Pero no creo que importe, somos amigos de él niño, el es un Minamoto, así que no hay problema, ¿verdad? —

— No digas tonterías, aun siguen supervisando que sea digno de estar en la gerencia, así que por ahora, ¡trataré de dar mi mayor esfuerzo para ser igual que Teru-nii! —

Nene vio como ambos terminaron por despedirse de ella para después retirarse, suspiro aliviada y camino hasta su escritorio, prendiendo la computadora.

En realidad ella era la secretaria de él presidente del lugar, así que debía encargarse de sus horarios y visitas.

— Buenos días Yashiro-San —

— ¿Eh? —

Elevo la mirada encontrándose con la de su superior, quien le sonreía amablemente, provocando que sus mejillas se sonrojaran levemente.

— B-buenos días Minamoto-senpai... —

Sonrió de igual manera, en verdad su mente estaba perdida cada vez que veía el rostro de Teru. Sentía sus mejillas arder, su corazón later con rapidez... Hasta sentía las “mariposas” ocasionado los repentinos cosquilleos en su estómago.

En pocas palabras...

Estaba enamorada de su jefe.

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