Capítulo 2- ¿Dónde estoy?

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Perdón por el retraso en publicar nuevo capítulo, me había ido de vacaciones y estaba de relax en la playa jaja. Espero que la espera haya merecido la pena y que disfrutéis leyendo este nuevo capitulo :))

Desperté días después atada a lo que parecía una camilla de hospital, pero claramente no me encontraba en uno. La pintura de las paredes estaba vieja y en muy mal estado. El ambiente se encontraba inundado por una humedad que te calaba hasta los huesos; las ventanas estaban destrozadas, dejando pasar los rayos de sol por el día y los de luna cuando anochecía; y además había boquetes por diversas zonas del suelo. Solo pude distinguir esos pocos rasgos de la habitación en la que me encontraba, ya que unos segundos después de haber abierto los ojos el cansancio y el dolor de cabeza me hicieron caer inconsciente otra vez.

Cuando ya fui capaz de incorporarme lo suficiente, pude distinguir la figura de aquel chico que no me inspiraba más que desconfianza. Después de todo, me había golpeado y me había secuestrado. Esperé a que se fuera de lo que parecía una guardia para vigilarme e intenté deshacer aquellas ataduras que me inmovilizaban sin éxito alguno. Tras malgastar las pocas energías que había recuperado luego de dormir lo que yo había calculado que eran dos días, me volví a quedar dormida. 

Desperté de nuevo tiempo después, pero esta vez aquella pequeña habitación se encontraba llena por un grupo mayor de personas. Al percatarme de mi situación, conseguí volver a cerrar los ojos al mismo tiempo que dos de ellos se volvían para comprobar si seguía dormida. Gracias a ello pude captar la mayoría de su conversación.

-"¿Creéis que de verdad es quien Jacob y los demás del Hoyo dicen que es?"- preguntó un chico alto con rizos rubios.

-"No creo que J mienta, y mucho menos sobre un tema tan importante como es el de la Rebelión. Él es al que más le importa todo esto, ya sabéis, por lo de su hermana". - contestó otro casi susurrando la última parte. De esto deduje que Jacob, o como lo llamaban, J, era alguien de gran importancia en "el Hoyo", y que algo horrible le había sucedido a su hermana. Sin embargo, la conversación no continuó por mucho más tiempo ya que alguien más entró por la puerta.

- "Como podéis ser tan inútiles."- dijo el recién llegado con un tono que no supe descifrar. -"La chica lleva despierta un buen rato. Ha escuchado toda vuestra conversación."- tras decir esas palabras, los demás allí presentes le miraron como cachorros cuando son castigados; incluso parecían tener el rabo entre las piernas.

Yo me encontraba perpleja todavía por sus últimas palabras. Pero no perdí ni un segundo, aproveché el alboroto, y logré por fin desatar las bridas que me ataban a la camilla. De un salto me incorporé. Rápidamente me preparé para volver a defenderme, pero no fue necesario porque el chico que acababa de entrar hizo un conocido gesto con la mano y todo se paró en ese momento. Todo, menos él y yo.

Ahí me percaté de que él tenía las mismas habilidades que yo, pero por una razón las suyas me transmitían una sensación diferente. Las mías siempre me habían transmitido control y seguridad, pero las suyas descargaban una tensión en el ambiente que me puso los pelos como escarpias. De repente, distinguí algo familiar en su mirada, y pude escuchar claramente los llantos de un niño que gritaba desconsoladamente que le devolvieran a su hermana. Tras esta especie de trance volví a la realidad, mas él no pareció percatarse de lo que había pasado dentro de mi cabeza. De pronto, de sus labios salieron las palabras que menos me esperaba escuchar:

-"Hola, soy Jacob, pero todos me llaman J aquí"- me dijo tendiéndome la mano y con una sonrisa de oreja a oreja- "Lo lamento"- añadió rápidamente- "Me disculpo por Jack porque sé que él no lo hará, pero él era el único miembro disponible para llevar a cabo la misión de traerte aquí. Me disculpo de nuevo por las formas, como ya sabrás por experiencia propia, Jack puede llegar a ser bastante rudo"- le miré con una mezcla de indignación y entendimiento; y a la vez afirmé con la cabeza ante la aclaración que hizo sobre ese tal Jack. En ese tiempo, le intenté interrumpir con miles de preguntas que me rondaban la cabeza, pero él prosiguió sin dejarme responder ninguna de ellas.

-"Llevamos observándote bastante tiempo Katherine. Y tras mucha deliberación, hemos decidido traerte al el Hoyo, nuestra base, porque queremos que seas una de nosotros, que formes parte de esto."- aclaró con la expresión más seria y serena que había visto en mi vida.

-"¿Parte de qué exactamente? "- pregunté todavía con recelo ante la poca confianza que me inspiraba, parecía buen chico, pero solo le conocía desde hacía unos instantes. -"No habría sido más fácil preguntarme sin tener que secuestrarme."- Ahí fue cuando me percaté, de que al igual que no conocía a nadie allí, no tenía ni idea de donde estaba, por esa misma razón no tenía más remedio que escuchar lo que tenía que decir. 

-"Ahora lo entenderás todo, se paciente. Sólo sígueme"- y tras eso, desapareció por la puerta, donde me esperó; para luego llevarme a una gran sala que deduje que era lo que antiguamente se usaba como cafetería. Estaba repleta de sillas sin ningún orden establecido, mesas de hierro claramente oxidadas por el paso del tiempo y hasta varias neveras que sí parecían encontrarse en funcionamiento. Además también me di cuenta una multitud de jóvenes que mi miraban con ojos curiosos e incluso me señalaban, chicos y chicas que deduje que eran como J y como yo. Eran mutantes.

Mañana mismo colgaré el nuevo capítulo para compensar por todo el tiempo perdido. No puedo esperar a que veáis como evolucionan los personajes y sus relaciones según se desarrolla la historia!!

Sin Tiempo Que PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora