❝𝐒𝐓𝐑𝐀𝐖𝐁𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐌𝐎𝐊𝐄❞ ─ seulrene [FINALIZADA]

𝖗𝖆𝖈𝖎𝖓𝖌 𝖙𝖔 𝖘𝖎𝖝𝖙𝖞

¿Cuántos días han pasado? Seulgi ni puede decir con claridad en que día está, solo sabe que se ha sentido como una eternidad desde la última vez en que Joohyun la vio a los ojos.

La pelinegra ha evitado a su mayor a toda costa, tomando un camino diferente al instituto y otro al regresar a casa, Sooyoung a su lado asegurándose que una cabellera castaña y chaqueta de cuero no se atraviese por "casualidad".

A la menor le gustaría decir que ha podido cargar con el dolor sin problema alguno, pero en las noches todo se nubla a su alrededor por las lágrimas que empañan sus ojos, quiere volver a sentirse segura entre los brazos de Seulgi. Aunque lo único que la mayor le ha hecho sentir es dolor los últimos días.

Le gustaría regresar con Seulgi y al mismo tiempo quiere olvidarla, no soporta la idea de que ya no esté en su vida pero tampoco quiere que lo esté luego de sus palabras. Está confundida porque ama a Seulgi y se odia por hacerlo, su inocente corazón está empeñado en ver el lado bueno de la mayor aunque le duela y sepa que está mal. Sin embargo, una herida que constantemente sangra el recuerdo de las palabras de Seulgi me recuerdan que aunque la ame, nada será igual.

Así se debe sentir amar a la persona equivocada, ¿No?, cómo un jodido infierno.

La situación para Seulgi no es muy distinta. Es una misma clase de dolor aunque la causa sea ligeramente distinta.

Se equivocó, de eso no tiene duda. Se hirió a sí misma tratando de herir a Joohyun, lastimo a lo único bueno que había en su vida, pero no sabía qué más hacer. Pensó que ignorarla solo por unas horas sería suficiente y después la volvería a llamar, pero cuando sintió a la pelinegra sobre ella, el pánico y el medio fueron los primeros en atacar.

Seulgi ahora llora por los gritos de su padre y por la ausencia de Joohyun a su lado.

ㅡ¿La has visto? ㅡes lo primero que pregunta Seulgi al Wendy sentarse a su lado.

La rubia se ha convertido en sus ojos sobre Joohyun desde que le explicó todo lo que sucedía entre ellas y sobre el padre de Seulgi.

ㅡSeul... ㅡWendy se rasca nerviosa la nuca, imagina su reacción y no es una imagen muy bonita. ㅡJoohyun está en las mesas de atrás, pero no hagas un escándalo por lo que vayas a ver, por favor.

Voltea confundida a donde apunta Wendy y la mano que se guardaba en el bolsillo de su chaqueta se aprieta en un puño con tanta fuerza hasta el punto de quebrar los caramelos de fresa que guarda allí para su pequeña amante cómo desde su primer intercambio.

Celos, enojo, pero más que todo es tristeza. Seulgi era la única que tenía permitido besar a Joohyun, ahora esa chica le robaba el privilegio.

ㅡ¡Seulgi, no! ㅡla rubia intenta detenerla, pero ya es muy tarde.

Sus pasos son agigantados hasta llegar a esa mesa donde todos la ven con un poco de terror, menos las dos pelinegras que están en el centro, una la mira con desprecio y la otra con expectativa.

De la mente de Seulgi se borra las pocas palabras que tenía pensadas decirle a Joohyun, no puede digerir que alguien más la haya besado y mucho menos que ahora están tomadas de manos.

¿Pudo conseguir a alguien más? ¿Tan pronto?

ㅡ¿Qué quieres, Kang? ㅡSooyoung no escatima en ser la primera en atacar.

ㅡJoohyun, ¿Podemos hablar?

La forma tan suave que Seulgi la nombra deja a los demás algo fuera de lugar, están acostumbrados a que la mayor hable con una voz fuerte pero con Joohyun es distinta.

Es algo que nadie más había notado, pero bastante obvio. Además de Wendy, Joohyun era la única que podía tocarla, la única que podía hablarle dulcemente, la única a la cual le permitía acercarse más allá de la distancia de su brazo y no amenazarla de golpearla en el proceso.