Las escaleras de emergencia se encontraban por fuera de la construcción y se había convertido en el lugar donde pasar los recreos. Salía por la puerta del tercer piso donde se encontraba su salón y bajaba hasta el descanso. Allí sacaba su móvil –que escondía porque de otro modo se lo confiscaría– y se dedicaba a buscar nuevas recetas para proponer en el taller de cocina.
Ese día la acompañaba Sasha Blouse, con quien se había encontrado al salir del salón, estando Sasha en el curso cuya sala quedaba justo frente a la de Mikasa. Ambas estaban sentadas en la escalera y charlaban animadamente.
–Con que aquí es donde pasas el tiempo –comentó Sasha asomándose por el pequeño balcón del descanso de la escalera –Yo también lo haría si tuviera compañeros como los tuyos. Al menos los míos no se meten con nadie –hizo una pausa mirando como Mikasa estaba con la vista perdida en su móvil –¿Por qué te molestan? A mí me pareces simpática –le sonrió amigable.
Mikasa se alegró y le respondió con una amplia sonrisa.
–Tú también eres simpática –dijo la chica. Sasha se volvió a sentar a su lado –No sé por qué se meten conmigo –soltó un suspiro –Supongo que es porque tengo buenas notas y porque mi mamá es japonesa.
–Sí –Sasha miró hacia arriba como recordando algo –A ti era a la que le decían "china cochina" entonces.
–¿No habías asumido que era yo?
Sasha se alzó de hombros dando a entender que aquello la tenía sin cuidado. Claro, ella era de esas personas que se la pasaba vagando en su mente, se reía mucho en clases y siempre pensaba en su colación de media mañana. No por nada sus notas eran bastante malas. Pero, claramente, eso a Sasha no le importaba.
–Pues yo creo que eres bonita –le dijo con una gran sonrisa –¿Sabes qué creo? Que son todos unos idiotas. En serio, me caían mal y ahora me caen peor. Tus compañeros hombres no son tan malos, se la pasan jugando a la pelota. Es que los hombres son así, futbol, futbol y más futbol. Excepto por los nerds que se la pasan en la biblioteca. ¿Sabías que juegan rol en la mesa del fondo? –Mikasa negó –Pues yo lo sé –se dio aires de grandeza –No son mala onda, pero son raros –se alzó de hombros –Pero tus compañeras –soltó un bufido –Un asco. Sarah, Becca e Historia –hizo un gesto de vomitar –Se creen las reinas del colegio. En serio, no sé de qué se creen.
Mikasa se alzó de hombros. Sasha se asomó para ver qué estaba viendo Mikasa en su móvil. Notó que estaba revisando su instagram en la publicación de sus pastelitos de fez. Vio los comentarios.
–Tienes muchos comentarios –exclamó con entusiasmo.
–Son de mi familia y mis amigos –comentó Mikasa –No tengo mi instagram abierto –la miró con un gesto triste –Mi mamá me dijo que era mejor, así no me llegaban comentarios feos.
Sasha asintió dándole la razón.
–¿Eres amiga del hijo del rabino? –le preguntó mirando a la pantalla, le arrebató el móvil e ingresó al perfil del muchacho –Esto te puede traer beneficios, chica –siguió bajando por las fotos del perfil –Toda la escuela conoce su fama. No creo que quieran meterse contigo si saben que eres su amiga. Deberías decirle que te venga a buscar un día a la escuela y asegurarte que todos lo vean. Así también dejarán de decir que no eres judía.
Mikasa la miró con sorpresa.
–¿Qué dicen qué? –exclamó como si le hubiesen dicho que el mundo se acabaría dentro de una hora.
–Eso –respondió Sasha –¿No lo sabías? Las viejas habladoras dicen que una judía solo lo es cuando nace de una madre judía. Tonterías de las viejas. Ninguna de ellas aprueba las conversiones.
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Kosher
FanfictionUniverso alterno. Cuando ingresó a la secundaria, el mundo de Mikasa cambió rotundamente. Sus compañeros de clase le hacen la vida de cuadritos, Eren se cambió de escuela y se encuentra realmente sola. Las cosas comienzan a cambiar cuando el hijo de...