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Cuando era pequeña, mi padre me contaba siempre un cuento, era la historia de la ave Fénix. Por eso mi nombre significa Fuerza de la Tierra y Paz Eterna. El ave Fénix es el rey de todas las aves en lo alto del monte. Es un...
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ADVERTENCIA
CONTENIDO +18🌶🌶🌶 No apto para menores de edad o gente sensible.
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Al amanecer, nos reunimos en la plazoleta principal del cuartel general y poco antes de mediodía damos inicio con la expedición. Atravesamos las murallas bajo el cielo abrasador. Cabalgamos a toda velocidad por la planicie, sin obstáculos y con muy pocos peligros, siguiendo la ruta trazada previamente por el Comandante Smith.
Finalmente, llegamos a la base improvisada. Bajamos de los caballos y nos estiramos, algunos beben agua, otros buscan dónde orinar y yo voy directo a levantar mi carpa. El mundo puede estar cayendo a pedazos, pero la sola idea de dormir en mi propia tienda y envuelta en una colcha caliente me reconforta.
—Elhora, nos mandaron a recoger leña ¿Nos ayudas?— pregunta Erd. Asiento y lo sigo junto a Petra y Mariam. Auro y Gunther se unen al grupo de Nifa y Clarke para recoger agua.
Caminamos varios metros fuera de la zona resguardada, recogemos ramas, troncos y cualquier cosa que sea de utilidad para encender la fogata. Una vez llenamos la carreta, regresamos a la base con el resto del equipo.
—Afortunadamente, no hay ventisca— añade Petra colocando rama por rama sobre el fuego.
—Se avecina una tormenta, de hecho— interviene Erd señalando los nubarrones eléctricos.
—Maldición, olvidé montar mi carpa. ¿Alguien quiere ayudarme?— reniega Auro poniéndose en medio para captar nuestra atención. Lo ignoramos drásticamente —. Claro, si fuera una mujer con buen cuerpo estarían haciendo fila.
Soltamos una carcajada cuando Auro se marcha indignado y tomamos asiento frente a la fogata. Petra se sienta a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro, en cambio, Erd se sienta de frente.
