Alexitimia [Regulus Black]

02

Regulus Arcturus Black siempre fue una persona solitaria.

Su única aspiración era convertirse en un mortifago y ser el orgullo de su familia al seguir en el camino de la magia oscura, habiendo cumplido el primer propósito se vio en la espera de terminar la escuela y servir al Señor Tenebroso como única aspiración. Jamás tuvo la intención de caer enamorado de alguien, pero sucedió sin que el pudiera evitarlo.

Todo empezó un día camino a la biblioteca, donde en uno de los pasillos pudo ver a Stevan Pitts, un alumno Slytherin de buena casa declararse a Izaro Edevane, otra serpiente sangre pura, normalmente le hubiera dado igual esa escena, de no ser que al ver a la chica no detecto emoción alguna al que se le propusieran, y su sorpresa fue más cuando repitió las exactas palabras de  una de sus amigas cuando rechazaba a alguien.

- Lo siento pero no estoy interesada - y sin importarle un poco alejarse del lugar como si no hubiera pasado nada.

Regulus había sentido un poco de respeto hacia la chica.

Izaro Edevane era alguien muy conocida para el Slytherin.

Ella siempre estaba en la biblioteca o en los jardines leyendo algún libro, de todos los temas y títulos que se pudieran encontrar, totalmente absorta en la lectura, callada y renuente.

Regulus sentía empatía por Izaro.

Hubo ocaciones donde la biblioteca se encontraba demasiado llena que habían llegado a compartir mesa con otros alumnos de su casa, y cuando todos cuchicheaban, Izaro solo leía, sin tener interes alguno en las platicas de sus compañeros.

Regulus sentía un repentino interes por la joven Edevane.

Ellos dos compartían asiento en pociones, siendo ambos dotados de grandes talentos para la materia, siendo siempre felicitados por el profesor, y mientras Regulus sonreia altanero, Izaro tenía la misma cara sin expresión de siempre.

Regulus aveces se frustraba de su caracter.

Cuando vio por segunda vez como alguien se le declaraba a Izaro, se sorprendió mucho cuando ella acepto, y más aún cuando era tan melosa con su pareja.

Cada vez que los veía Regulus sentía una amarga sensación en la boca.

El creía que ella era alguien fria y resultó ser lo contrario, se sentia como si hubiese sido engañado.

Cuando se enteró de que el chico había engañado a Izaro y ellos habían terminado corrió a la sala común a preguntarle si se encontraba bien, no sin antes haberse encargado del chico secretamente.

- Quiero que me preste su bufanda, tengo frío - Regulus se había quedado sorprendido ante su respuesta, sin dolor o alguna otra emoción, asi que pregunto de nuevo si se encontraba bien - ¿Mm? Oh si claro, supongo, ¿ Debería sentirme mal?

Regulus empezó a sentir fascinación por Izaro.

Y juntando todas las emociones que tenía por la joven Edevane se dio cuenta de algo, el gustaba de esa rara serpiente.

Río sin más y se quitó la bufanda, para pasarla por el cuello de la chica, cubriendola del frío invernal de Escocia.

Izaro le dio un asentimiento de cabeza y se fue.

Regulus empezó a sentir rosa chicle.