No toda la vida de casados es como la pintan

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La vida de casados para algunos es convivir con la persona que más amas en tu vida, otros dicen que es como viviré el mismo infierno,  pero para esta peculiar pareja era algo diferente.
El esposo no solía despertarla con el desayuno en la cama o despertarla con un  beso, ya que para el era una sentencia de muerte, despertar a su esposa al menos que quisiera una muerte dolorosa.
Tampoco había un desayuno espléndido de la esposa, no habían el exquisito platillo que solían degustar un marido cada mañana o tampoco la frase de 'ay te haces de comer yo ire a desayunar con mis amigas', la esposa cocinaba su especialidad de huevo con arroz,  cuando su marido llegaba tarde o estaba de mal humor,  y cuando estaba de buenas se dignaba a hacerle cup cakes o su comida favorita, pero eran muy escasas.
En  cuanto a las labores del hogar en cada matrimonio se encargaba la esposa o contrataban a alguien,  pero ellos se debatian esas actividades con un 'piedra, papel o tijera' y el "afortunado" realizaba todo.
Para ellos la vida marital era como una especie de parodia, ya que siempre les sucedía algo tan cliché. Lo único que tenian en común con las parejas normales era su intensas sesiones en la cama.
Las citas, algunas parejas ya no tenían ese tipo de actividades,  otras cada semana solían ir de compras,  ir al cine o ir a un parque de atracciones. Ellos sus citas eran pelear y ir a molestar al vicecomandante del Shinsengumi.
El esposo odiaba ir a casa de sus suegros o aveces les agradaba convir con sus suegro mientras  conversaban,  pero a el sus dos suegros era algo parecido a una comedia,  y que con su suegro o el ex shiroyasha era mas común convir con el,  no le agradaba demasiado pero ambos lucharon en varias batallas junto a sus demás conocidos, y por el otro lado, su suegro abandona hogares, siempre discutían o peleaban.  
Los cuñados, alguno eran amigos de ellos, otros solo se ignoraban pero ellos era como una tormenta, siempre que se reunían siempre terminaban por masacrar  el lugar que se encontraban. En cuanto a ella, no tuvo la fortuna de conocerlarla pero  le hubiera encantado escuchar anécdotas de su amado para después burlarse de el.
La ropa, cuando la esposa usaba algo nuevo o era cuestión de compras, siempre solían preguntar '¿Cómo me veo?' y par que algunos esposos respondieran 'te ves hermosa, pero te sugiero este' o'¡ajá!, lo que tu digas' pero ella no solía ir de compras a menudo y el pues solo respondía 'aunque la  mona se vista de seda mina se queda' cuando en realidad en su mente pensaba 'se ve jodidamente hermosa', cualquier mujer que le digieran eso se molestaba o se sentía mal, pero ella solo golpeaba a su esposo en la cara y gritaba 'idiota, yo se que me veo genial'.
Los aniversarios,  eran un caos algunos esmeraban por darles el mejor regalo a su esposa, otros ni se acordaban, pero en su caso era
—oye perro chihuahua , creo que cumplimos dos años de casado—mencionó la esposas mientras se hurgaba la nariz
—encerio ni me acordaba—respondía el esposo sin interés
—ni yo me acordaba—dijo la esposa
Ellos no se acordaban ni si quiera de aquel día especial,  y cuando lo recordaba iban a una cita exprés cuando en realidad era un pretexto para comer todo lo que quisieran.
En el matrimonio siempre debías ser educado, no hecharte  gases frente  tu esposa, no eructar o hurgarse la nariz y comer educadamente, otros consideraban que ya estaban casados ya tenían aquel privilegio,  en caso de los esposos. Pero esta adorable pareja eran unos salvajes, la "delicada" esposa se hurgaba la nariz, otras ocasiones ambos realizaban una competencia de eructos, gases o de comida, , según ellos era su actividad como pareja.
En fin Edo tenia distintas parejas algunas eran la pareja perfecta, pero resultaban un fiasgo, otros eran un  poco de ambos pero siempre peleaban, y luego estaban ellos que a su manera peculiar se mostraban su amor, pero cuando alguno de ellos estaba en peligro se protegían mutuamente, otras veces cuando estaban en sus momentos cursis que solo era una vez al año hacían todas las cosas cliché de una pareja de casados,  y en raras ocasiones se decían 'te amo', pero ellos estaban consientes que no nesecitaba para decirse cuanto se amaban o  cuanto se deseaban. Después de todo ellos eran Sougo y Kagura Sougo la pareja dispareja de Edo.
Y por último los celos,  pero esa es otra historia. 

OkiKagu week 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora