ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs

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El viernes llegó con demasiada rapidez para SeungHyun. Mirando fijamente su reflejo en el espejo, se veía más viejo de los treinta y dos años que tenía. Su pelo negro como el carbón, cortesía de su herencia griega, comenzaba a estar salteado con mechas plateadas. Las manchas oscuras bajo sus ojos atestiguaban su incapacidad de dormir. Su tono muscular era todavía bueno. El ejercicio lo ayudaba a mantener sus demonios a raya. Había perdido peso. A veces comer era demasiado esfuerzo. Además, la cocina había sido el dominio de Jin Woo. SeungHyun se sentía como si estuviera violando su espacio, cuando entraba a cocinar algo para comer.

Los ojos oscuros que reflejaba el espejo se veían atormentados y perdidos. ¿Los demás también lo notaban, cuándo lo miraban?

Su trabajo como abogado ya no le despertaba ningún interés verdadero. Como uno de los socios mayoritarios en uno de los despachos de abogados más grandes en Seúl, podría permitirse delegar la mayor parte de sus casos a otros. Jubilarse temprano había cruzado por su mente, cada vez más a menudo, estos últimos días. El dinero no era un problema. Sus ahorros e inversiones lo mantendrían cómodamente, durante años. Pero, ¿qué haría? Enroscarse en la oscuridad y morir, muy probablemente. El trabajo era la única cosa que lo anclaba a esta vida.

El triste y oscuro hombre del espejo sacudió la cabeza y abandonó el cuarto de baño.

[...]

SeungHyun aparcó en la estrecha calle, cerca de la casa urbanizada de YoungBae. Sentando en el coche, observó a varias personas subir la escalera hacia la puerta. Esperaba que no hubiera muchas personas esta noche. Su mano se movió para volver a poner la llave en el contacto, entonces vaciló. Control, tenía que recuperar el control de su vida. Ir a trabajar cada día y regresar a casa, para afligirse por la pérdida de Jin Woo, no era vida.

Resuelto a aprovechar al máximo esta noche, SeungHyun salió del coche y subió los escalones, de dos en dos. Esto era un play party (1), se recordó. Tal vez, solamente tal vez, podría encontrar a alguien que le interesara, aunque sólo fuera por una noche.

YoungBae miraba como Hyo Rin echaba una ojeada, a través de las persianas. Su trabajo, como esclava del anfitrión, era saludar a los invitados y hacerlos sentir cómodos. Aunque la casa podía acomodar a más personas, él había planeado una pequeña reunión, menos de diez personas. YoungBae no quería abrumar a SeungHyun. Su mirada vagó por el salón, hasta que cayó sobre el objeto de su búsqueda.

[...]

G-Dragón había encontrado una esquina y se había hecho casi invisible. El delgado pelirrojo, vestido con unos vaqueros descoloridos y una camisa con cuello de botones abierta, parecía fuera de lugar, aferrado al último pedazo de su antigua vida. A no ser que un Amo se lo ofreciera, llevar el ancho collar de cuero no estaba permitido. Sin embargo, G-Dragón no lo dejaría en su cuarto. Se había convertido en su manto de seguridad.

YoungBae sacudió la cabeza. ¿Cómo se las había arreglado para recoger un alma tan herida?

Volvió la vista hacia la puerta, mientras Hyo Rin la abría para SeungHyun.

Su hermosa esclava saludó al invitado, con la diferencia debida al ser amigo de su Amo. A veces YoungBae se preguntaba quién era realmente el esclavo en esta relación. Él podía tener el control de su cuerpo, pero ella poseía su corazón. Ella quería ayudar al desamparado joven pelirrojo, que se veía perdido, sentado en una esquina de la sala de estar de YoungBae.

Ahora tenía que conseguir que SeungHyun se fijara en él.

[...]

『 복종 』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora