One-Shots ~Pokespe

Together till the end

Tipo: Drabble

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Palabras: 488

Canción recomendada para la lectura: A elección

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Después de que Rayquaza rechazara a Zinnia como guardiana de la leyenda, el dragón sagrado se fue.
Trataron de localizarlo nuevamente, pero no había nada; el pokémon había desaparecido.

Pasaron los días que quedaban buscando la manera de detener el meteorito, pues perdieron la esperanza de que aquél legendario regresara y les brindara su ayuda.

Llegó el último día. Quedaban unas cuantas horas para el impacto y aún no habían encontrado una solución.

–Faltan... 30 minutos para el impacto – Steven se encontraba completamente derrotado, sabía que en menos de media hora no podrían encontrar una solución.

–No podemos rendirnos... Quizá sí– Red estaba consternado, pero Blue lo interrumpió posando su mano sobre su hombro, indicándole que guardara silencio, pues no había nada más que hacer. Solo esperar.

–Lo mejor que pueden hacer es resignarse – comentó Abue con una tranquilidad impresionante – y con ayuda de este pequeño, regresar a sus hogares para estar con las personas que aman – finalizó la anciana señalando al pequeño Hoppa

En ese instante, Ruby se levantó del lugar donde estaba sentado y se fué.

Todos se encontraban en la casa de Abue, pues estaban reunidos ahí para encontrar alguna solución.

Rápidamente Sapphire fue tras él, temía que cometiera una locura.

–¡Ruby! – Gritó la joven cuando por fin logró alcanzarlo

–No puedo – murmuró por lo bajo. Estaba dándole la espalda, pues no quería que ella lo viera derrumbarse por completo

–¿Eh?– por la distancia, Sapphire no lograba escucharlo, por lo que se acercó lo suficiente como para tocar su hombro

–¡No puedo morir ahora Sapphire! ¡No puedo! ¡No quiero! – De un movimiento brusco, Ruby terminó dándole la cara a la muchacha. Sus ojos rubíes estaban completamente cristalinos y las lágrimas comenzaban a surcar sus mejillas.

La castaña se sorprendió por sus palabras; veía como las manos del joven temblaban y como de sus ojos, que había cerrado, seguian saliendo unas cuantas lágrimas.

Se sintió completamente conmovida, pues estaba asustada de igual manera, así que solo atinó a abrazar al chico con todas sus fuerzas, dejando que las pequeñas lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos zafiros se mezclaran con las de él.

Lentamente, ambos se derrumbaron; terminando los dos de rodillas en el suelo.

–¡No puedo morir aún! ¡Necesito ganar más concursos! ¡Quiero proteger al Hoenn que amas! ¡Quiero participar en un concurso contigo! – El azabache seguía gritando, preso del miedo a morir, mientras se aferraba aún más al cuerpo de Sapphire; la cual lloraba casi con la misma intensidad que la suya.

–¡Necesito disculparme contigo! ¡Necesito decirte que lo recuerdo todo! –

Antes de que alguno pudiera reaccionar, el suelo comenzó a temblar. Aún abrazados al otro, observaron el cielo azul; el cual lentamente se tornaba naranja. A lo lejos, se veía una pequeña mancha que poco a poco se hacía más grande gracias a su proximidad. Al final, el meteorito se estrelló; arrasando con todo Hoenn.