P R Ó L O G O

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Hay una sola cosa en la vida que todos querían que tuviera y yo me rehusaba a encontrar: la madurez.

¿Para qué?

De todas formas, nos rompen el corazón, nos miran mal, con nada está de acuerdo la sociedad. ¿Qué importaba ser madura?

A nadie tienes contento.

Así que.

Solo debes estarlo tú.

Mi Elán con veintiséis años encima, yendo por la vida como si fuera una bella adolescente inmortal, a la cual no le pasan los años por el cuerpo. Desorientada, dejándose llevar por la oscura pero placentera calle del 'solo sexo'. 

Siempre pensaba eso.

Madurar, ¿para qué?

Todo al carajo.

Vida sola hay una.

Etc.

Etc.

Por eso decido narrarte lo que pasó en esa tarde de verano, cuando transitaba en una calle atestada de personas en la ciudad de New York, cuando le pedí a un tipo que me follara sin si quiera conocerlo.

Pero antes, tienes que saber que me llevó a hacerlo.

Así que...

Esta no es una historia cliché con final feliz, llena de personas normales y razonables. Esta es una historia real, con todo lo que abarqué la realidad, el destino y sus alcances, te lo advierto. Pero puede que sí un poco romántico.

P.D: No me juzgues.

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Sí llegaste hasta aquí, gracias. Prometo que no te arrepentirás.  

Lean bajo su propia responsabilidad, hay escenas sexuales explicitas. 

El capítulo uno, muy pronto.

Instagram: lizecarballo

Un poco romántico| En curso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora