Un lugar en el mundo

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Había una vez una soñadora atrapada en su propia pesadilla, sin saber que si ella confiaba un poco más en sí misma en un hermoso sueño se convertiría.
La pobre vivía atormentada por demonios que ella misma había creado que no querían lastimarla, solo despertarla.

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La tarde no podía ser más aburrida, las nubes se arremolinaban anunciando que una tormenta se avecinaba, las pájaros volaban buscando un lugar donde protegerse del agua y yo checaba que todas las balsas estuvieran bien amarradas.

Mi padre es pescador en un pequeño pueblo llamado Green Waters a orillas de una isla en medio del Pacífico, para ser sincera, nuestro pequeño lugar en el mundo parece estar estancado en el tiempo, a duras penas y teníamos internet en algunas cafeterías y para poder viajar teníamos que esperar al bote que traía provisiones mensualmente para poder ir a la ciudad más cercana pues no tenemos puentes que nos conecten y mucho menos aeropuertos.

Yo ayudo a mi padre con la tienda cuando se ausenta para ir a pescar, también me aseguro de que las balsas estén en buen estado y bien amarradas entre sí para que el mar no las jale.

— Todo en orden — Le digo a mi padre mientras entro a la cabaña.

Nuestra casa se encuentra a orillas del puerto principal ya que nosotros estamos a cargo de recibir las provisiones y a su vez dar mariscos para que vayan a las ciudades cercanas, mi padre se enorgullece en decir que nuestros mariscos son los mejores en todo el Pacífico y no voy a negar que la calidad que ofrecemos es muy buena.

— Serena, necesito que subas a mi habitación y traigas mi diario de ventas por favor — Mi padre es un hombre alto, cerca de los dos metros, con barba tupida al igual que sus cejas ya algo canosas, y podría decirse que está en buena forma para su edad, su voz es gruesa y con un acento algo extraño.

Subo las escaleras de madera y entro a la primera habitación a la derecha, el cuarto de mi padre es un poco más chico que el mío, todas las superficies son de madera al igual que el resto de la casa. Su cama individual está pegada a la pared derecha y al frente tiene un escritorio con cientos de hojas y libros de todo tipo, busco la libreta con forro de piel azul donde mi padre anota todas las ventas de la tienda y los pagos relevantes que se han hecho, en su lugar, encuentro un pequeño alajero de porcelana con garigoleados azul turquesa y coral algo desgastado por el paso del tiempo, sin embargo conserva su belleza, al lado de él hay un sobre, mis ojos se llenan de lágrimas al distinguir la hermosa letra cursiva de mi madre.

"Para mi sirena" — Sirena era el apodo con el que mi madre siempre me llamaba, le encantaba contarme cuentos acerca de estas criaturas mitológicas antes de dormir.

Abro el sobre y dentro de este hay una carta sellada con cera color perla y un símbolo bastante raro resaltado con destellos color plata.

"Mi amor, lamento no estar contigo en tu cumpleaños número 20, quiero que sepas que nada me gustaría más que estar a tu lado cantando y riendo, escuchando todas tus aventuras y contarte más de las mías.

Pronto tendrás que tomar una decisión muy importante y antes de hacerlo necesito darte 3 consejos.

#1: No temas a lo desconocido, salta fuera de tu zona de confort y verás como tú mundo se expande a dimensiones inimaginables.

#2: No confíes en nadie más que en ti misma, sigue tu instinto y no dejes influenciarte por los demás.

#3: Escucha a tus sueños, en ellos se encuentran las claves para tu futuro y pude que en algunos de ellos me encuentres.

SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora