Me encuentro agachada detrás del minibar dónde hace solo unos momentos mi abuela tomaba tranquilamente su cóctel.
Después de que Thomas irrumpiera en la pequeña sala del yate, Alexander me había arrastrado a este lugar y me había ordenado no moverme hasta que él regresara por mí, segundos después los tres salieron por la escotilla dejándome encerrada.
No estoy segura de que estará pasando ahí arriba, pero seguramente no era nada bueno, la mirada de mi abuela había cambiado de un segundo a otro, sus intensos ojos azules se habían obscuresido hasta parecer completamente negros, no parecía preocupada ni aterrada, reacción que uno esperaria de una anciana de su edad, pero ella definitivamente de su edad no tenía nada, debería tener unos setenta y tantos años pero aparentaba tener unos cuarenta, su piel era completamente lisa y de un color aperlado precioso, se podía ver qué se mantenía en forma y ni se diga de su porte y su carácter.
Un fuerte estruendo me saca de mis pensamientos y hace que me ponga de pie, cuatro hombres vestidos completamente de negro, con una mascara del mismo color entran al cuarto, son tan altos y corpulentos que cubren completamente lo ancho del lugar, no distingo ningún arma pero algo me dice que no necesitan de ellas para cumplir con su propósito.
— Ve por la chica y larguémonos de aquí — el de la izquierda me señala y acto seguido el más musculoso de los cuatro se dirige hacia mi, los otros tres cubren la entrada escaneando todo el lugar.
Aunque sé que no hay forma de escapar, no dudo en empujar con todas mis fuerzas al hombre frente a mi, sin embargo, este no se mueve ni un pelo, alzo la mirada hasta topar con sus ojos, algo bastante incómodo porque fácilmente llega a los dos metros de altura, me sorprendo al distinguir un marcado color ámbar en ellos y me mira con tal profundidad que el aliento se me escapa.
— Mark deja de jugar y simplemente duérmela, no sé cuánto tiempo tengamos antes de que sus refuerzos vengan — uno de los tipos habla pero yo no puedo desviar la mirada, es como si me tuviera hipnotizada, todo empieza a dar vueltas a mi alrededor y me empiezo a sentir pesada, sus iris empiezan a verse cada vez más amarillos, un color completamente antinatural, siento una punzada en mi cabeza y luego... se detiene.
— No funciona, algo no me deja entrar — Mark retrocede tambaleándose y agarrando su cabeza.
— Bien, será a la antigua — el hombre que parece ser el líder se acerca rápidamente a mi, es el menos corpulento de los tres, sin embargo su voz es profunda y algo en él hace que se vea más amenazador que los otros tres — Buenas noches Serena — en un segundo veo volar su puño con dirección a mi cara.
Negro.
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Serena
FantasyHe escuchado toda mi vida cuentos de hadas, lugares mágicos dónde habitan monstruos y héroes... pero nadie me dijo que yo formaba parte de ellos. ¿Monstruo o héroe? ¿Sueño o realidad? ¿Amor o simple deseo? ¿Deber o querer? ¿Vivir o morir? La vida s...