Si tú me quisieras

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Desde el festival Uraraka actuaba distinto. Estaba distraída y nerviosa, no sabía cómo mirar a Bakugo a la cara después de descubrir sus sentimientos hacia él.

Le pidió a Tsuyu que no dijera nada, no quería perder la amistad que tenía con él, además de que era imposible que Bakugo se fijara en ella y si le decía algo rompería con el buen ambiente de la clase y no sería justo para los demás empañar su último año como estudiantes de Yuuei. La chica prometió guardarle el secreto y le dijo que podía contar con ella para lo que fuera, pues eran amigas.

Ochaco decidió que debía tranquilizarse, no solo por ella, sino porque Bakugo ya había notado que lo evitaba.

Las pasantías le fueron de mucha ayuda, pues gracias a ellas pudo despejar la mente y volvió a clases con ánimos renovados.

Durante sus pasantías, Bakugo trabajó con Noemí, una chica de otra escuela de héroes. A pesar de que no le agradaba intentó convivir con ella en un intento de olvidarse de Uraraka pero al final no funcionó.

Un día, Bakugo recibió una notificación en su teléfono, lo habían etiquetado en una publicación. Era Noemí, quien había subido a la red social una foto de ambos juntos, la misma fotografía que le había tomado sin permiso y que le había exigido que la borrara.

Uraraka vio esa fotografía, parecían cercanos. Sus amigos siempre batallaban para tomarse fotos con Bakugo pero en la imagen lucían tan casuales él y esa chica... Después de eso lloró toda la tarde y bajó a cenar cuando todos ya estaban terminando.

Uraraka no demostraba tristeza pero empezó a mirar a la nada y suspirar cuando no estaba ocupada y eso todos lo notaron, incluso Bakugo.

—Ella está rara. —Pensaba Bakugo.

Sus amigos dijeron entre bromas que ella estaba enamorada y que probablemente había conocido a alguien durante las pasantías.

Aunque lo negara, la sola idea lo afectó. Tenía sentido, se había dado cuenta de que Uraraka había cambiado un poco su trato con Midoriya, se notaba que lo respetaba y admiraba y ya no se deslumbraba por cualquier cosa que hiciera el peliverde.

—Ah, si tan solo me quisieras un poco como a ese fulano que te roba los suspiros. —Pensaba Bakugo en la oscuridad de su habitación, deseando ser él quien viviera en los pensamientos de Uraraka.

Tsuyu estaba preocupada por Ochaco, así que habló con ella. Después de una noche de chicas, Uraraka al fin se pudo desahogar completamente y al día siguiente asistió a clases tan radiante como siempre.

Aunque se sentía mucho mejor, le dolía el echo de que Bakugo estuviera enamorado de alguien más, nunca imaginó que ocurriría tan pronto, justo cuando ella acababa de asimilar sus sentimientos por él.

En su tiempo libre, lo pasaba escuchando música y viendo fotos de Bakugo, incluso esa fotografía de sus pasantías, pues era de las pocas donde no aparecía con el ceño fruncido.

—Ah~ Bakugo-kun. Si tú me quisieras eso me haría tan feliz. —Se decía con melancolía.

Era ya octubre y los exámenes estaban a la vuelta de la esquina. Había varias cosas que no había entendido bien Uraraka por estar distraída y Bakugo dijo que le ayudaría, así que se reunían todos los días a estudiar. Denki y Mina también se quisieron unir pero Bakugo no quería regresar a explicar de nuevo los temas anteriores así que los dos se unieron al grupo de estudio de Yaomomo. Midoriya también estaba atrasado, pero porque había estado en el hospital y Todoroki lo ayudaba a ponerse al corriente, así que al final solo eran Bakugo y Uraraka estudiando solos en la biblioteca.

—Hoy sacaremos los libros y estudiaremos en los dormitorios.

— ¿Por qué, Bakugo-kun?

— ¿No viste el pronóstico del tiempo? Va a llover.

Si tú me quisierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora