Lado A

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"Ella es tan...
Pero está con el estúpido Deku". Este era el pensamiento recurrente de Bakugo Katsuki. ¿Por qué Uraraka estaba siempre pegada a Deku? El chico ni la miraba.

Detestaba como la pelicafé provocaba sonrojos en Midoriya, como él se ponía nervioso y como Uraraka, a pesar de todo, seguía teniendo ojos para el nerd cuándo este apenas miraba a las mujeres.

-Ah, Bakugo-kun, ¿al terminar las clases nos vemos en la biblioteca para seguir con nuestro proyecto?

El rubio la miró de reojo y solo respondió con un gruñido, así que Uraraka supuso que eso era un sí.

-Está bien, nos vemos en la entrada. -Dijo con una pequeña sonrisa antes de irse a su pupitre.

Los chicos estaban cerca de concluir su segundo año estudiando en UA y aunque no lo pareciera, Bakugo y Uraraka eran amigos. Todo esto fue gracias a Mina y a como les tocó estar en el mismo equipo varias veces.

A Bakugo le agradaba Uraraka, era menos escandalosa y molesta que la "Ojos de Mapache"; además de que le había demostrado en más de una ocasión que era fuerte, independiente y con una gran determinación. Tal vez eso fue lo que hizo que empezará a despertar un extraño sentimiento en él.

Las cosas fueron escalando rápidamente. Primero le daba un poco de intranquilidad estar cerca de ella, luego empezó a sentir adrenalina, después se molestaba por verla junto a Deku; aunque en un principio él pensó que era porque el peliverde estaba cerca, pero después se dio cuenta que ese estallido de ira que comenzó a sentir cuando veía al par juntos era por otra razón.

-Estúpido Deku. -Escupió con amargura al ver cómo Uraraka se reunía con su "rival" y con el de los lentes durante una clase de estudio libre.

-Si no es porque te conozco, pensaría que estás celoso. -Le dijo Kirishima con una sonrisa de lado.

Bakugo se quedó estático por un segundo. ¿Él celoso de Uraraka?
Pero Kirishima nunca mencionó a Uraraka.

Al caer en cuenta de la dirección que tomaron sus pensamientos, sintió un escalofrío recorre su espina dorsal y se limitó a responderle molesto: -Deja de decir estupideces. Ya siéntate, quiero terminar esto pronto. Y hasta ahí quedó el asunto.

Era inevitable, le gustaba Uraraka, y eso le molestaba.

Intentó dejar de lado esos sentimientos pero era inútil, entre más intentaba sacarla de sus pensamientos, ella más se metía en su cabeza. Esto empezó a afectar un poco sus calificaciones, era poco pero aún así resultaba extraño viniendo de alguien tan perfeccionista como Bakugo.

Esto fue sacado a relucir por Kaminari, quien se ganó la paliza de su vida y desde ahí ya nadie volvió a tocar el asunto. Aunque Deku se preocupó por el que fue su amigo de la infancia decidió no intervenir, pero si veía que las calificaciones de Bakugo seguían bajando hablaría con él, aunque eso le llevara algunos golpes.

Bakugo se rindió, buscaría la forma de lidiar con sus sentimientos, no permitiría que "eso" afectará su rendimiento y su promedio, pero nunca se imaginó que sería duro ver a Uraraka con Deku.

¿Cómo se dio cuenta que ella gustaba de Deku? Pues empezó a observarla. Eso y que un día escuchó por accidente como ella se daba ánimos, queriendo ser fuerte para no depender de Midoriya y esforzarse aún más para que su amor no obstaculizara su trabajo como heroína.

Escuchar eso le cayó en la punta del hígado a Bakugo pero a la vez una sensación de emoción nació en su pecho. "Ella es parecida a mi". -Pensó satisfecho.

Las cosas en los terrenos del amor muchas veces no son fáciles, y Bakugo estaba viviendo eso en carne propia. A la par que su relación con Uraraka se hacía más cercana, a él le empezaba a molestar más y más lo bien que la chica se llevaba con Deku.
Tenía que controlarse, pues aunque ya había recuperado su promedio él se volvió más voluble. Se había vuelto más tranquilo pero cuando algo desataba su mal humor, estallaba; y eso empezó a traerle problemas con sus profesores.

Uraraka se estaba preocupando por los drásticos cambios de humor del rubio, era su amigo después de todo. Así que movida por esa preocupación empezó a relacionarse más con el grupo de amigos de Bakugo.

Midoriya estaba feliz que Bakugo fuera amigo de Uraraka, su amiga preciada, pero aún así no podía evitar preocuparse por ambos. Solo esperaba que Uraraka se convirtiera en una buena amiga para Bakugo, como lo era para él.

Uraraka veía la ida a la biblioteca como la perfecta oportunidad para estrechar lazos con Bakugo, aunque varias veces le daba la impresión que él se volvía distante y eso era confuso para ella.
Bakugo era amable, ella pudo comprobarlo muchas veces desde que empezó a acercarse a él pero empezó a sentir que algo le preocupaba al rubio. Intentó saber que era lo que pasaba por la mente de él sin éxito.

-Terminemos esto rápido, Uraraka. -Le dijo secamente al notar que ella estaba distraída.

-S-sí, lo siento...

Su convivencia empezó a tornarse fría, y eso entristeció a Uraraka. Bakugo ya no se mostraba ni si quiera molesto cuando estaban juntos, algo había cambiado en él y ella lo sentía, le dolía.

Bakugo notó que el ánimo de Uraraka había decaído, no era su intención ser cruel con ella pero sentía que si se dejaba llevar estando con la chica terminaría evidenciando sus sentimientos.

-Haré curry cuando terminemos esto, detesto el frío. -Dijo antes de levantarse de la silla e ir por unos libros.

Esto tomó por sorpresa a Uraraka pero enseguida asintió feliz. Tenía sentido el cambio de humor de Bakugo, era casi inverno, después de todo.

Llegaron las vacaciones de invierno y todos irían a sus casas. Uraraka al último momento se acercó a Bakugo con la esperanza de que aceptara que le enviara mensajes durante las vacaciones. El solo contestó: "haz lo que quieras" antes de colocarse la bufanda (que cubría un tenue sonrojo), y salir de la residencia.

Ella se puso feliz y le prometió no molestarlo, pues sabía muy bien que eso significaba en el lenguaje de Bakugo que leería sus mensajes.

Una vez Bakugo cerró la puerta, Uraraka pudo sentir como una sensación cálida nacía en su estómago, y tarareando fue a la cocina por un jugo en lo que sus padres llegaban a recogerla.

Mientras tanto, Bakugo vio las vacaciones como una forma de despejarse de todas sus preocupaciones y de alejarse de esa persona que lo desestabilizaba mentalmente.

Tenía que controlarse, no solo por su futuro como héroe, sino por las consecuencias que podría acarrear dejarse llevar por sus más bajos instintos. Necesitaba hacerse a la idea de que Uraraka nunca lo vería más que como un amigo y compañero y que era imposible para alguien como él tener pareja, y menos siendo Uraraka, quien era una chica dulce que, aunque quería ser héroe, ella solo lo hacía para ayudar a sus padres y de paso a la sociedad o a quien se viera en dificultades.

-Es lo mejor para mi meta. -Se dijo a sí mismo antes de salir del plantel y ser recibido por su madre con un abrazo, que él no rechazó y causó extrañeza en su progenitora, más no le dijo nada. Tal vez su niño estaba madurando.

Si tú me quisierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora