Sus ojos eran la única cueva donde me sentía a salvo
Pov king-¿Dónde estabas?- su grave voz podía hacer que mis piernas temblaran
-Fui a comprar comida- levante la bolsa -traje un poco de gachas- me moví cuidadosamente hacia la mesa dejando las llaves y las gachas sobre esta
-Qué raro- Ram se levantó del sillón pasando sus manos sobre mis hombros lentamente haciéndome temblar, hasta quedar frente mio.
Mi corazón latía demasiado rápido sabía lo que se aproximaba, no era difícil deducirlo, sus manos estaban apretando con algo de fuerza
-¿Qué es esto?- pregunto mostrándome su celular -acaso me crees idiota- golpeo despacio una de mis mejillas -ahora quieres decirme donde realmente estabas cariño- sonrió falsamente.
mis ojos se movieron lentamente hasta la pantalla de celular en donde se mostraba una foto mía con un chico rodeando mi cintura, Trague duramente y mire sus ojos que se veían oscuros, esto podía terminal tan mal como la última vez si mi voz no quería cooperar.
-Es Duen Ram- sus manos ahora viajaron hasta una mi mano izquierda apretándola -me lo encontré de camino a casa, solo estábamos jugando- mi voz tembló al igual que todo mi cuerpo, con cuidado coloque mi mano libre sobre la suya para tratar de calmarlo
-Desde cuando eso se llama jugar- de repente sus manos viajaron rápidamente a mi cintura apretando fuertemente -los juegos de zorras no me van-, y sin cuidado alguno lo empujo hasta quedar sentado en el suelo. Sus dedos viajaron lentamente por mi cuello hasta enredarlos en este y apretar ligeramente -si quieres te puedo enseñar algunos- dijo con rabia
-Ram...- su agarre se intensificaba cada vez más -Ram!, para no puedo respirar- empecé a removerme violentamente debajo de él intentando sacar su manos de mi cuello -¡¡¡RAM!!!-
-¿Acaso no te gustas estos juegos?- susurro sombríamente soltando su agarre de mi cuello haciéndome toser varias veces -eh, pequeño King- se alejó un poco agarrando las llaves de la mesa
Mi voz no salió, mi mente gritaba peligro demasiado fuerte para hacerme reaccionar, necesitaba salir por la puerta antes de que las cosas se pudieran poner peor. Pero mi cuerpo seguía sin reaccionar, el sonido de la puerta haciendo click indico lo que tanto temía. Era tarde, ya no podría huir.
Una fuerte cachetada llegó por mi mejilla derecha, haciendo que mi cara se volteara hacia el suelo, ardía -¡te dije que respondieras perra!- sus brazos me levantaron del suelo pegando mi cuerpo con fuerza contra la pared
-Ram por fa...favor- suplique con palabras trabadas entre cada respiración que trataba de dar.
no podía escapar, podía sentir su agarre fuerte dejándome sin posibilidades, su fuerte respiración y sus ojos totalmente oscurecidos, ya me decía que ese era mi fin, bueno uno de tantos.
-te mostrare como juegan las perras- dijo jalándome violentamente hacia la habitación.
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-!King maldita sea!- Bohn maldijo apenas abrí la puerta mi cuerpo callo
-duele- susurre al sentir como este me tomaba entre sus brazos para que no me hiciera mas daño.
-Tienes que dejarlo- acaricio mi cabello con cariño consolando los pequeños sollozos de lamento que soltaba
-No puedo Bohn- levante mi rostro con algunos moretones de la noche pasada -cada vez que pienso en irme, mi pecho duele demasiado-. Mi estómago empezaba a doler igual que casi todo mi cuerpo, el efecto del calmante estaba pasando.
Bohn suspiro apartándome un poco -esto no está bien king, ¡mírate!, tu cuerpo está hecho trizas- con cuidado y calma me llevo hacia un espejo -mira tus ojos maldición- ese brillo tan característico que solía tener ahora solo era una sombra de lo que era. Era verdad no era yo, todo se veía tan opaco y grisáceo, la tristeza invadía todo el entorno en el que estaba, debajo de mis ojos habían ojeras, mi cabello estaba completamente desordenado y mi cuerpo estaba casi esquelético, sin contar los moretones que adornaban mis piernas, brazos y cuellos.
-Este no eres tu King- Bohn agarro mis hombros con un poco de fuerza haciendo que suelte un quejido -que más te hizo- trato de levantar mi remera
-Nada Bohn- sacudí mis hombros alejándome -tienes que irte, ya se está haciendo tarde- susurre pasándole su mochila, que había tirado al lado de la puerta
-No pienso dejarte con ese animal-
-Por favor, se pondrá peor si no te vas- suplique -prometo que llamare si pasa de nuevo- dije empezando a empujarlo hacia afuera
-Por favor King escúchame esto puede llegar a mayores- sus ojos suplicaron
-Que puede llegar a mayores- la voz fuerte de Ram llego a mis oídos haciendo que mi cuerpo se enfriara por completo
-Ram- Bohn se dio la vuelta para enfrentarlo -me voy a llevar a king-
Mi mente se quedó en blanco viendo la cara de ram reflejar rabia y temor, si no hacía algo Bohn podría salir herido. Ram podía ser una bomba de tiempo si no sabía tratarla
-Bohn deja de bromear- palme su hombro sacándolo de la casa -ve a casa, yo estoy bien- le tendí su mochila -saluda a Duen de mi parte, luego los llamare- agarre el brazo de Ram y lo metí dentro del departamento cerrando la puerta.
La habitación queda en silencio, las uñas de mis dedos comenzaron a clavarse en mi palma, el temblor de mi cuerpo al no saber como iba a reaccionar el menor hacia que mis nervios se pusieran en estado de alerta a cada minuto.
-Para que vino- su voz salio extrañamente tranquila, pero eso no quiere decir que tenga que bajar la guardia
-Trajo unos papeles del examen de mañana- susurre moviéndome hacia el sofá para agarrar los dichos papeles y mostrárselos -mira son es...- me quede en silencio cuando sentí sus brazos rodear mi cintura y su rostro esconderse en mi cuello dejando pequeños besos que hacían mi interior temblar.
-Tienes que irte- advirtió sin querer salir de su escondite -¿por qué te quedas?- su voz se quebró -no te merezco King, no soy alguien bueno- sus lagrimas mojaban mi cuello
Mi saliva se secó cuando escuche su voz romperse, no podía, por más que mi parte racional se quiera escapar, mi corazón se negaba a dejarlo -Por qué no puedo vivir sin ti- susurre acariciando lentamente su cuello -por más que quiera, no funciono sin ti-
-Pero tampoco puedes vivir conmigo- se apartó de su escondite dejándome ver sus ojos llorosos -soy un monstruo King-
Negué varias veces, mi corazón dolía y mi mente no quería entender, era como estar atorado en un bucle, no importa cuántas veces de la vuelta nunca voy a poder salir, no se trataba de manipulación, se trataba de amor, un amor enfermo que me destruía cada vez que las cosas de desestabilizaban.
-Podemos arreglarlo- intente abrazarlo nuevamente, pero se apartó rápidamente -por favor rama, no me hagas esto, juntos lo arreglaremos- suplique mirando cómo se rompía ante mi
No era justo conmigo mismo y él lo sabía.
Estaba destrozado, su respiración se aceleró y su cuerpo cayó al piso agarrándose sus piernas, me acerqué lentamente hasta poder abrazarlo por completo.
-Lo arreglaremos, lo prometo- murmure abrazándolo tan fuerte como pude -no me iré, no podría aunque quisiese-.
Seria mentira si digiera que desde ese día todo se resolvió y que ahora vivimos felices sin problema alguno, no fue así, su temperamento seguía igual que antes. Había días en los que se encerraba solo para no explotar contra mi cuerpo y días en los que no los contaba. Algo tan pequeño como una hoja podía romper el aura de tranquilidad que había entre nosotros. Varias veces lo vi empacar sus cosas tratando de huir, pero siempre terminaba entre mis brazos, besando cada herida que provocaba, pidiéndome perdón.
No era su culpa, nunca fue su culpa, siempre quiso irse, sabía que no era lo mejor para mí, pero yo nunca lo deje ir.
Lo necesitaba, ambos nos necesitábamos, uno siempre terminaba corriendo hacia el otro cuando el tiempo se volvía oscuro.
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one shots (My engineer)
FanfictionPequeñas historias sin contexto de diferentes parejas de la serie "My Engineer"