Capítulo II Parte I: La fiesta de Jonathan

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Me vienen otros recuerdos cuando era una niña. El día de mi nacimiento 25 de julio del 2000, ella me lo contó un día molesta. Mi madre tenía diecisiete años de edad cuando salió embarazada de mi, ella quería abortar pero mi abuela le dijo que no podía y si lo hacia la iba a desheredar de la pequeña fortuna que tenia. En realidad en el momento en el que yo nací, era el momento de mi madre de irse del país y vivir su vida loca, pero yo vine y le arruine lo poco que quería disfrutar. Aunque fui recibida al nacer por unos abuelos cariñosos y unos tíos que te querían mucho yo solo quería el amor de mi madre, ese día solo obtuve un pequeño abrazo con mucho desprecio y ni me amamanto. En esos tiempos cuando tenía 2 años vivíamos con mi abuelo, ellos eran un amor de personas... Digo " Eran'' porque un día, cuando mi madre se fue de fiesta con mi padre y unos amigos yo me quede con ellos y bueno, entraron a la casa a robar y yo me encontraba en mi cuna dormida sin saber que estaban robando la casa de mis abuelos. Al día siguiente escucho el llanto de una mujer, como yo era muy pequeña no entendía mucho me puse a llorar también, entra alguien a la habitación y veo que es mi madre con un cuchillo en la mano repitiendo la misma palabras que ahora hoy en día me lo repite>> ¡Te hubieran asesinado a ti y nadie le preocuparía tu estúpida muerte!

Luego me entere que mis abuelos murieron ese día en que robaron la casa ya que mi abuela estaba protegiendo el cuarto donde yo me encontraba. A mi madre se la llevaron al psicólogo y yo me quede un tiempo con mi papá y mis abuelos, aunque ellos no me agradaban mucho.

Vivir con mi padre fue horrible y más con mis abuelos, me ponían un bosar de perro en la boca para que no llorara... a sí que me acostumbre a no llorar para que no pusieran aquella cosa horrible. Mi padre siempre antes de dormir me contaba como conoció a mi madre: Ellos se conocieron en la preparatoria, el era un chico que se la pasaba saltándose las clases y mi madre igual y bueno un día a los dos los llevaron a detención y empezaron a entablar una conversación, al principio mi padre decía que mi madre era muy escandalosa al hablar y que eso le molestaba pero con el tiempo que se veían en detención se quedo flechado por mi madre. Al cabo de un tiempo empezaron a salir y pues se hicieron novios... Hasta que llegue yo a arruinarle sus vida. Mi padre decía que iba a llevarme a un orfanato junto con mi madre, para luego enterarse que la herencia que tenía mi abuelo por parte materna me la habían dado a mí.

Sobre mi madre, me acuerdo perfectamente cuando la soltaron y empezamos a vivir como una familia en casa de mis abuelos maternos. Cuando la acompañaba al mercado siempre pasaba deprisa por las escaleras para que nadie viera que aquella chica tenía una hija. A veces iba con mi madre al parque que se encontraba a dos cuadras de nuestra casa. Solo tuve una pequeña muñeca de trapo y era de mi abuela y yo quería jugar con las demás niñas pero mi madre siempre me decían que solo algunos minutos podíamos estar ahí. Me iba acercar a donde se encontraban esas niñas jugando con sus muñecas de barbie y con sus castillos de arena: no podía dejar de pensar que yo no podía formar parte de aquello. La actitud del rechazo de mis padres junto con los golpes que ellos me daban me di cuenta que no podía ni entablar una conversación con alguien ya que sentía un miedo inmenso al pensar que me golpearían.







Estaba en mi habitación, bueno no me encontraba sola. Había un hombre en mi cama y yo estaba debajo de él. Sentía muchas nauseas de solo verlo, pero no podía hacer nada.

─ ¡Ya te he dicho miles de veces que mires a los ojos!-Exclama el hombre molesto mientras sujeta mi mandíbula con fuerza.

─Me estas lastimando─ Dije con una expresión de dolor.

Matanza PlayboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora