Capitulo 1

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- ¿Quién era? - pregunto Hinata mientras se tapaba débilmente las piernas con las sábanas limpias que le trajo el pelinegro.

Kageyama volteo a verlo.

- Es Yachi, ya sabes cómo se pone cuando tardó en llegar- dijo mientras se ponía los pantalones - será mejor que me vaya rápido antes de que me haga todo un interrogatorio, a veces de verdad es irritante.

- Entonces porque sigues con ella - le pregunto el menor.

Kageyama lo miro incrédulo.

-Crei que ya tenías todo claro y te dije que no te entrometieras en mis asuntos nupciales.

Un pequeño dolor en el pecho golpeo a Hinata, era normal este tipo de conversaciones, no sabía porque pero siempre las sacaba como esperando que algún día este le diga "Es verdad debería divorciarme" y ahí es donde el se convertiría en el primero, en la única persona en su vida, pero hasta entonces, seguiria siendo su contenedor de esperma, la persona que el llamaría cuando quiera coger y la verdad Hinata se conformaba con eso, pero ya se estaba hartando.

- Sabes hoy vendrá Atsumu así que no olvides de llevarte todo.

Este solo asintió y salió hacia el baño.

*Sabes podrías ponerte un poco celoso* pensó Hinata y se paró con dolor sacando ropa para cambiarse mientras se sobaba la cadera.

Y aunque no lo crean Kageyama si lo estaba no comprendía cuando su Hinata se había hecho tan cercano a Miya y tan solo pensar en eso le hervía la sangre.

Hinata al llegar al baño, vio a Kageyama saliendo mientras le gritaba un *te llamo luego* bueno ahora a esperar a que se le ocurra dejar a su adorada esposa para venir a follar.

En la ducha sintió como un líquido escurría por entre sus muslos comenzó a maldecir a Kageyama por olvidar el condón, otra vez.
No podía pensar en nada más que el, y en toda la mierda que le dejaba cuando se iba lo consumía y se sentía cada vez más doloroso, pero aún así, su cuerpo sudoroso y su sonrisa en el sexo lo ponía tan caliente, sin pensar bajo su mano y comenzó a tocarse mientras gemia el nombre de este, ingreso un dedo, luego dos, pero no era suficiente, su hoyo ya se había acostumbrado al considerable tamaño del pelinegro y ya nada le bastaba.

Se escucho el timbre haciendo que Hinata regresará a la realidad y abriera la llave del agua fría para pensar con claridad y se le bajará la calentura, aunque estaba seguro que eso luego le haría contraer un resfriado.
Salió rápido de la ducha vistiéndose con una camisa que le quedaba hasta las rodillas y llendo a la puerta a ver quién era aunque estaba casi seguro de quién era.

- Hola Naranjita
-Hola- respondió Hinata haciéndose a un lado para que esté entre.

Atsumu entró hacia la sala sintiendo un olor extraño, pero ignorandolo al ver a su naranjita deprimida.

- Vi saliendo a Tobio - dijo señalando a la puerta - ¿Todo bien?

Y eso fue todo para que Hinata se rompiera, ese maldito nombre, solo tenía que decirlo es que no entendía porque, el siempre fue alguien fuerte en lo que cabe claro, entonces porque una simple persona lo hacía sentir tan miserable, tan poca cosa, que solo servía para coger y de ahí lo desechaba como un condón.
Atsumu al ver su reacción solo lo abrazo y acarició su cabecita mientras este sollozaba en su pecho, la atmósfera se volvía ligera, esa escena fue presenciada por un pelinegro que los miraba con asco.

Al darse cuenta de la presencia de este Hinata se separó de Atsumu y comenzó a secar sus lágrimas.

-¿Qué haces aquí? - pregunto el pelinaranja evitando su mirada.

Kageyama lo miro, luego miro a Atsumu y luego lo volteó a mirarlo de nuevo.

- Me olvidé mi maleta de trabajo - dijo señalando a la habitación del fondo - solo vine a recogerla.

Claro si no se llevaba eso seguro su adorada esposa sospechara que este hijo de puta le ocultaba algo.

-Ah ok, bueno, la tomas y te vas porque por si no lo notaste estoy ocupado - dijo el pequeño mientras pasaba su mano por su cabello, tranquilo, como si nunca hubiera llorado - y te advertí que no olvidarás nada, a la próxima lo tirare a la calle.

Una mueca de disgusto se dibujó en el rostro del pelinegro.

- Pues si alguien no hubiera pedido una segunda ronda yo habría llegado temprano a mi casa y no habría salido tan apurado.

Y así, solo tenía que contestarle, podía ignorarlo y solo largarse, pero no, tenía que contestarle, esto desencadenó una pelea, una pelea que alguien veía muy emocionado, un poco más y sacaba palomitas mientras observaba el dramón que se armaba frente a él.

- Escúchame pedazo de mie...
- Tobio-chan - dijo Atsumu imitando la voz de Oikawa interrumpiendo lo que iba a decir- creo que viniste por algo verdad, me estás quitando tiempo con mi naranjita.

El mencionado chasqueo la lengua y fue directamente al cuarto en busca de lo que había olvidado, eso sí, hablaría con Hinata cuando vuelva, una charla no tan amigable de eso estaba seguro.

- Siento mucho que hayas visto eso - dijo Hinata cabizbajo - mejor nos vamos ya.

Atsumu asintió y lo levanto del suelo yendo hacia la puerta para esperarlo ya que el menor aún no estaba listo.

Kageyama iba saliendo furioso de departamento cuando sintió un agarre en su brazo.

- Escúchame bien escoria - dijo Atsumu - será mejor que esta mierda no se vuelva a repetir, tu y tus malditos problemas te los guardas.

Kageyama sonrió y se zafó de su agarre.

- Ese no es tu problema - dijo este con una sonrisa cínica.

- Tal vez tengas razón, por ahora, ah verdad - dijo sonriendo - me mandas saludos a Yachi.

Kageyama salió del apartamento con una mueca asco (parece que es la única mueca que sabe hacer) golpeando fuerte la puerta al cerrarla.
En eso iba saliendo Hinata de su cuarto arreglado con un jean negro y polo suelto que lo hacía ver adorable *imaginenlo porque no hay foto*

- Bueno nos vamos? - dijo este con una gran sonrisa pero con los ojos rojos.

- Si, vamos - respondió

Ambos salieron cerrando la puerta.

Until you leave me - KagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora